IV: Primeros encuentros.
Jonah apenas tardó en acostumbrarse al ambiente de la ciudad. Trabajaba sus horarios en "Olivia's" de forma muy responsable, haciendo que sus superiores estuviesen orgullosos de él a medida que pasaron las primeras tres semanas. Seguía una rutina saludable, basada en trabajar, hacer ejercicio en su casa junto a Álex y Nico (además de salir con ellos a fiestas en discotecas y bares), dar paseos por su cuenta por la ciudad y, sobre todo, ir a la Universidad para visitar a su más reciente amiga; Eva.
Después de su primer encuentro, Jonah decidió volver al campus y buscarla. Estaba dispuesto a conseguir su número de teléfono porque la chica le había caído muy bien. Aunque esa no era la única razón. Tenía ganas de verla y se emocionaba ante el pensamiento de volver a estar frente a ella y escuchar esa distinguida risa.
¿Qué me está pasando? Si sólo he hablado con ella, y una conversación corta, pensaba Jonah. Sí, él no solía confiar en una persona de primeras, es más, le costaba confiar bastante en la gente. Al conocer a alguien, tenía que hacerle pasar "periodos de prueba" para asegurarse de qué tipo de persona era, pero, por alguna razón, el corazón de aquel muchacho recibió el flechazo que siempre se negaba a creer en.
—El amor a primera vista no existe. — decía con burla el desconfiado. Pero mírale, rendido ante Evangeline.
En fin, se atrevió a invitarla a tomar un chocolate (de esos que sientan tan bien en los fríos días de invierno). Ella no estaba segura de si debía aceptar o no, ya que no le conocía prácticamente nada y mantenía una relación con ese tal Fleco, pero Jonah le dijo que únicamente tenía intención de hacerse amiga suya, y de verdad que era así, en parte. Aunque, al decirlo, se quedó con una espinita clavada en el corazón.
Ahora que lo pienso Alaia, te voy a contar cómo fue su segundo encuentro, porque recuerdo que fue uno de los momentos más vergonzosos de su vida. Tenía muy poca experiencia con las chicas, había tenido alguna cosilla, pero nada más, sobre todo porque el flechazo nunca había sido tan fuerte.
—¿Jonah? ¿Qué haces de nuevo por aquí? — dijo Eva cuando vio al muchacho por segunda vez en el campus. Tenía compañía: dos chicas, una pelirroja y otra era la que pasó corriendo la última vez; y también estaba presente un chico bajito con el pelo rapado. Los tres desconocidos le miraban con curiosidad, pero sin ignorar un atisbo de desconfianza.
—Anda, hola Evangeline, qué casualidad. Nada, sólo venía a buscar a mi amigo Nico, estudia algo de empresariales si no recuerdo mal. Rubio, ojos azules... ¿te suena? —claramente era una excusa, pero no estaba dispuesto a decirle sus verdaderas razones.
—Sí... creo que sé quién es. Me parece que estaba en la biblioteca. — señaló con un pulgar hacia atrás y Jonah siguió con la mirada la dirección indicada.
—Perfecto, gracias. — le lanzó una última mirada y emprendió su camino. Estoy seguro de que en ese momento empezó a pensar en lo estúpido que estaba siendo, porque estaba perdiendo la oportunidad de lograr su objetivo. Se dio cuenta de ello y frenó en seco, a unos pasos del grupo. Se giró y, debo añadir que, bastante nervioso, añadió — Evangeline, me estaba preguntando si... ¿te importaría darme tu número? — directo, sin remordimientos. Si no uno no se arriesga no gana, ¿no?
Aquel gesto le hizo aguantarse la risa a ella. Asintió y se acercó a él. Jonah sacó de su estuche para dibujar un boli cualquiera y Eva le escribió su número en la palma de la mano. En cuanto terminó, miró a sus oscuros ojos verdes.
—Y oye Jonah, llámame Eva. — le sonrió con dulzura.
A lo largo de esas semanas, quedaron unas cuantas veces más, hablando de una vida universitaria y otra vida totalmente independiente. Los sentimientos de Jonah se iban fortaleciendo al mismo tiempo, pero él hacía todo lo posible por reprimirlos y dejarlos escondidos en el rincón más oscuro y alejado de su cabeza. Un día la invitó a jugar una partida a los videojuegos, le pareció una idea divertida.
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EFÍMERO
RomanceA cada latido, cada minuto, cada segundo que pasaba, el tiempo se hacía más breve, pero para ellos era imposible saberlo, no se puede saber el tiempo que te queda con esa persona especial. Si estas leyendo esto, significa que has llegado al principi...