Blue, Like A Nightmare - Levi Miller

005: 𝑆𝑒𝑐𝑢𝑒𝑠𝑡𝑟𝑎𝑑𝑜𝑟𝑒𝑠

Levi's pov

—yo creo que debe conocer a mamá, sería divertido —sugerí a Harvey.

—podría ser lo justo, tú conoces a su familia y ella a la tuya ¿puede cenar con nosotros? 

—supongo que sí —dije, después tomo un sorbo de agua.

—¡uy! ¿No te emociona? ¡Mamá va a conocer a tu novia! —escupí el sorbo de agua que tomé hace unos instantes, casi ahogándome, sintiendo mi garganta arder. —ay, pero ¿qué te pasa?

—________ no es mi novia, imbécil —pegué en su hombro con fuerza, quejándome.

—pensé que lo era, como tus mejillas están rosadas yo creí... —sonrió burlón y yo toqué inmediatamente dichas mejillas, cubriéndolas con mis manos para ocultarlas. —para tener dieciocho pareces un niño de catorce —comentó, burlándose una vez más, yo volví a golpear su hombro.

—¡mamá! —se levantó de mi cama y salió corriendo de mi habitación. —la novia de Levi vendrá a cenar con nosotros hoy, puedo ayudarte a preparar más comida si quieres

Mi ventana tenía un tipo de apertura llamada "ventana de lamas", de la cual podía zafarse fácilmente un vidrio lo suficientemente grande para que yo cupiera en él. Dicho esto, me levante de mi cama, retiré aquel pedazo de vidrio y escapé, ¿a dónde? A donde mis pies me llevaran, que ya estaba casi seguro en donde era la siguiente parada.

Corrí por un par de metros de parto y me dirigí hacia la parte de atrás de la casa, donde estaba la ventana de ________.
Ahí estaba ella, escuchaba música mientras escribía algo en una libreta, pero no alcanzaba a ver muy bien que decía. Decidí no esmerarme mucho en tratar de leer aquello y di tres golpecitos a la ventana de Ghallow, ella dio un salto y volteó hacia la ventana de inmediato, lo que me hizo reír. Se quitó los audífonos de sus oídos y luego se dirigió donde yo estaba, para abrirla segundos después.

—Levi ¿Qué haces aquí? —dijo con obvia sorpresa.

—ven, quiero llevarte a un lugar —exclamé. No tenía idea aún de a donde la llevaría cuando recordé aquella rueda de la fortuna que se encontraba en medio de un parque de diversiones ya olvidado por el pueblo, pero no por mí.

—¿Y cómo salgo sin que mi hermano me vea, torpe? —preguntó casi con extrañeza. Recordé que ella es nueva, no sabe el truco que yo sí.

—tienes que probar cada vidrio de tu ventana, hay uno más flojo que los demás, retíralo

Y así lo hizo, me miro con la boca abierta, nuevamente sorprendida. Tomó una mochila empacando una lámpara, su celular y dos sandwiches que tenía envueltos bajo su cama, salió de la habitación y colocó el vidrio recargado en la otra ventana.

—¿Y se puede saber a dónde vamos? —preguntó, tomé su mano con la intención de guiarla hacia aquel sitio, desconocido para ella. 

Estaba fría.

—tú mano es cálida y suave, como la de un bebé —dijo, esta vez acariciando el dorso de mi mano mientras miraba nuestras manos con una sonrisa a penas visible.

—mis manos siempre están calientitas —la miré y sonreí de vuelta, ella comenzó a reír, carcajeando con suavidad, tímida.

—¿es seguro? —dijo esta vez.

—sí, lo es —respondí.

—¿como sabemos que no hay secuestradores secuestra niñas bonitas como yo?
—comencé a reír al escucharla sin siquiera intentar evitarlo.

—no hay secuestradores secuestra niñas bonitas, ya he estado ahí antes

—¿y cómo...?