𝟘𝟚𝟝: 𝐵𝑙𝑎𝑖𝑟 𝐴𝑡ℎ𝑜𝑙 𝐶𝑟𝑒𝑠𝑠

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_________'s pov

Habían pasado casi dos semanas desde que Zarco y su compañero me trajeron a este lugar, cada vez se volvía más escalofriante y frío.

¿Por qué mis hermanos no vienen por mi? ¿No saben rastrear llamadas, o qué?

Sin embargo, la situación estuvo extraña desde un inicio. En ningún momento intentaron matarme, lastimarme, violarme o nada por el estilo, lo cuál agradezco con toda mi alma, pero era simplemente extraño que no hicieran ni el mínimo intento por tocarme, si no que me trataban "bien" para tenerme encerrada sola en un cierto lleno de mugre, moho y cucarachas, ¿Puedes creerlo?

Zarco me repetía aquella frase que me dijo la primer noche aquí, y me da escalofríos el solo hecho de escucharla.

-buenos días -saludó con una sonrisa extraña, no respondí.
-¿Por qué no comes, joder? ¡te vas a morir, y el te quiere viva! -gritó.

-eres un imbécil, ¡acabas de revelar más información, cabrón! -exclamó claramente enfadado.

Ellos no parecían tener más de veinte años, y aunque se veían inofensivos yo no me arriesgaría a comer algo de lo que ellos preparan.
No he podido dormir, ni comer o siquiera tomo agua y tengo ojeras, pero mejor eso a quedar envenenada o yo que se que más pueda pasar.

-debes comer algo, niña -exclamó.
-no queremos que mueras, ¿o si?

-no voy a comer de lo que me den ustedes -me atreví a decir, el chico retrocedió enojado, y luego se acercó peligrosamente a mi.

-¡Tienes que comer, carajo! ¡no vamos a estar para caprichos de niñas estúpidas! -gritó. Me dio miedo, pero aún así me negaba a comer algo que me dieran ellos.

Cuando ellos salían de compras solían dejar todo en un lugar "secreto" que yo descubrí. Yo me fijaba que lo que compraran estuviera cien porciento libre de cualquier cosa venenosa que ellos pudieran echar, y en la noche me escabullía a comerlo, al fin son unos inútiles que ni siquiera se dan cuenta que hace falta algo en la alacena.

También llevaba tiempo tratando de planear un escape, espero que pueda llevarlo acabo esta noche.

Hay una llave que Zarco siempre lleva puesta adornando su cuello, pero en las noches suele quitársela, entonces me escabulliré a su habitación e intentaré tomarla, una vez hecho eso tengo que abrir la puerta lo más rápido y silencioso posible, porque se perfectamente que ellos van a despertar y seguirme, pero para eso espero ya haber estado en un lugar donde haya mucha gente y poder camuflarme. Ni siquiera se si el plan valla a resultar, y realmente tengo miedo de llevarlo a cabo, porque podría salir mal de una y mil maneras incontables, debe ser perfecto.

-ya es hora de dormir, niña
-exclamó empujándome a mi habitación. Tomó una llave y al dejarme dentro del cuarto cerro con esa misma llave.

-¡no, por favor no me encierres!
-grité.

-¡cállate, niña! -respondió.

-¡por favor, no me dejes encerrada aquí! ¡haré lo que sea! -grité. Si me encerraba, debía conseguir una segunda llave, la de "mi habitación".

-a ver, se nota que no sabes de esto, imbécil -exclamó

-y tú si, ¿No? -dijo el otro.

-se hacerlo mejor que tú, por supuesto. Apártate -la cerradura sonó y se abrió la puerta de un golpe.
-hola, te dejaré abierto ¿Okay?
-asentí con el ceño fruncido, esto ni siquiera parecía un secuestro.
-con una condición, déjame dormir contigo -sonrió.

Blue, Like A Nightmare - Levi Miller Donde viven las historias. Descúbrelo ahora