•Capítulo 10•

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«Cuando pase esta noche... tengo miedo de ya no poder verte»

Tal vez parecería realmente exagerado para muchos, es decir, solo había pasado una semana

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Tal vez parecería realmente exagerado para muchos, es decir, solo había pasado una semana. Tal vez simplemente estaba paranoico, pero realmente le preocupaba pensar que todo podría haber terminado.

Por eso cuando el tintineo que se producía al abrir la puerta de la funeraria de aspecto fúnebre llegó hasta los oídos de su dueño -que no tenía un aspecto mucho más alegre que el de el mismo lugar- giró tan rápido la cabeza directo hacia donde provenía el sonido que incluso sintió un dolor punzante en el cuello, sin embargo no le prestó atención, necesitaba saber si era él.

Y no.

Aunque su decepción tampoco fue mucha cuando su mirada encontró al único ojo visible del joven, como siempre con esa apariencia seria. Se trataba de el aristócrata Ciel Phantomhive.

—Conde, que sorpresa, ha pasado un tiempo desde la ultima vez que visitó a su servidor...— su voz y su extraña sonrisa le generaron el ya característico escalofrío en la espina dorsal, sin embargo a pesar de eso, en esta ocasión ambas cosas se le antojaron bastante forzadas, de hecho su voz se notaba incluso un poco dispersa, además, a pesar de no poder ver sus ojos, Undertaker no era demasiado discreto al mirar por encima de su hombro buscando, obviamente, la presencia de él elegante mayordomo obscuro. Todo esto en conjunto solo le confirmó que si había ocurrido algo entre ellos, y era eso lo que los hacía actuar tan extraño. "¿Cómo pueden ser tan obvios?" Se preguntó a sí mismo mientras bufaba discretamente.

—Sebastian no me acompaña hoy.— sentenció finalmente, haciendo que Undertaker se reprendiera mentalmente por haber sido tan evidente.

—Y-Ya lo notó jeje... justo iba a preguntar sobre eso— dijo, tratando de recuperar la compostura. Aclaró un poco su garganta y volvió a sonreír abiertamente. —Entonces, querido conde, ¿en qué puedo servirle? ¿Ha venido al fin a que tome sus medidas? Jijijiji...— Ciel se limitó a rodar los ojos ante ese comentario, optando por ignorarlo inmediatamente.

—En realidad vengo a pedirte un pequeño favor.—

—Bien, bien~ no necesito decirle el precio de eso, ¿cierto, conde?—

Por primera vez desde su llegada el muchacho sonrió altivo.

—Sin embargo, esta vez poseo algo que creo que puede interesarte más que una buena risa.— dijo frunciendo ligeramente el ceño, dándole un aspecto felino a su sonrisa, y Undertaker con su naturaleza curiosa no pudo resistirse a eso.

Si, definitivamente la cabeza de la familia Phantomhive era inteligente.

—¿Ah si? ¿Y de qué podría tratarse eso tan interesante?.— cuestionó con todo su interés ya captado por Ciel; tomó asiento en la silla detrás de el escritorio y le hizo una seña con su mano al joven para que tomase asiento antes de entrelazar sus dedos y seguidamente acunar su rostro en los mismos.

•30 días• [UnderSebas]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora