«¿Cómo te saco de mi cabeza?
...
¿Cómo vuelvo a meterte en mi cama?»El aroma metálico flotaba en el aire inundando sus fosas nasales, despertando sus instintos como una bestia mientras que el fluido carmín volaba por aquí y por allá manchando la seda blanca que cubría sus manos y salpicando levemente su uniforme y la piel pulcra y paliducha su cara; sus ojos brillaron intensamente en medio de la oscuridad de la noche mientras humedecía sus labios que se tensaban en una sonrisa maquiavélica; se regocijó en las expresiones descompuestas de sus víctimas, sumergidas en el pánico más exquisito que sus ojos rubíes podían saborear. Se retorcían en charcos de sangre y arrastraban como gusanos intentando huir inútilmente de su inminente muerte en manos del enigmático mayordomo de aura siniestra y ojos demoniacos.
Con sigilo felino y ataques rápidos y certeros fue acabando eficientemente con sus vidas, con tal maestría que ninguno de los ratones fue capaz de siquiera intentar defenderse.
Una danza diabólica en todo su esplendor, cobijada por la oscura belleza del cielo nocturno y con la luna brillando como su única cómplice silenciosa.
La noche era joven y él simplemente estaba trabajando, impidiendo que las ratas se infiltrasen a la mansión a perturbar el sueño de su joven maestro, quien ya de por si había tenido problemas para acabar de dejarse envolver en los reconfortantes brazos de Morfeo.
Un fuerte crujido llegó hasta sus oídos cuando el ultimo cráneo fue quebrado sin misericordia y suspiró sacudiendo la mano para intentar votar el exceso de sangre que goteaba de sus dedos; deslizó su mirada por su entorno y hasta entonces reparó en el desastre que había ocasionado y en que tal vez había sido un poco más sádico de lo normal, aunque en fin, era fácil atribuírselo al estrés que llevaba ya bastante tiempo instalado en su vida, de cierto modo necesitaba desahogarse.
Habían pasado dos días desde que había encontrado a su precioso shinigami desertor, sin embargo no había tenido oportunidad de visitarlo dado que se había presentado un nuevo e inoportuno caso que una vez más llenaba de congoja el corazón de la anciana monarca del Reino Unido y que por lo tanto, el joven perro guardián se hallaba en la obligación de exterminar.
Al principio todo comenzó como un simple rumor emergido de los bajos fondos, nada que importase mucho y mucho menos que requiriese de su intervención; se contaba de boca en boca que un nuevo asesino comenzaba a acechar las frías calles inglesas.
Sin embargo, no requirió de mucho tiempo para escalar de ser un simple chisme a un caso qué requirió pasar por las manos de Scotland Yard y que finalmente, se descontroló, convirtiéndose en un verdadero dolor de cabeza para la reina, que no tardó en hacerle llegar una carta al líder Phantomhive para hacerle saber su intranquilidad y que entonces el niño dejase que el dolor de trasero pasara a ser suyo al tener que comenzar las investigaciones.
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•30 días• [UnderSebas]
FanfictionLa premisa es algo sencillo, cliché y hasta gracioso: Ciel descubre a uno de los muchos gatos que Sebastián oculta en su habitación y como castigo decide hacer que el demonio intente conquistar a Undertaker en un plazo de 30 días, su única razón apa...