Una Noche Perfecta.

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💙Tweek y Craig💚

Había llegado el día; y tal vez todas las constelaciones junto con los dioses estuvieron de acuerdo para que el cielo estuviera resplandeciente desde temprano. Todos los amigos sabían que hoy llegaría el día de que por fin un azabache junto al áureo serían algo más que amigos.

La emoción entre todos ellos se notaba, los mensajes desde las seis de la mañana, la visita inesperada para ambos. Todos estaban ayudando para poder elegir la mejor vestimenta, sería la primera cita oficial que hacen. Nervios, alegría, timidez y un poco de estrés se sentía en cada uno de los cuartos.

Con el más alto estaban dos femeninas impacientes para elegir dicha vestimenta. Tricia a pesar de estar involucrada junto a Wendy, ayudaba a su hermano a preparar unas galletas caseras que le pudiera dar al rubio.

—No era necesario que vinieras —protesto a la azabache mientras está le reviraba los ojos.

—Solo quiero que sea especial para Tweek. ¿Qué? ¿Acaso tú no?

No negó ya que era verdad lo que decía la feminista, él más que nadie quería que fuera especial. Después de unos momentos les dijo a ambas que volvería en un rato, tendría que ir a preparar todo en el sitio acordado. Craig estaba orgulloso de lo que había hecho y para ser un hombre no le había quedado tan mal. La cita empezaría a las siete de la tarde, para así poder caminar y hablar un poco.
Al regresar vio como Wendy, Tricia y hasta su madre conversaban muy contentas en sala.

—Oh, por fin llegas cariño. ¿Tienes algo que decirme?

Había olvidado un factor y ese era hablar sobre su sexualidad con sus padres, él pensaba que él mayor lo tomaría mal y que era mejor hacerlo con él tiempo. Pero ahí estaba su madre, sentía la necesidad de contarle sobre la felicidad que sentía en ese momento, sobre algo especial que pasaba en su vida. Las dos chicas subieron para dejar hablar a madre e hijo.

—Madre, me gusta Tweek —fue directo al punto, no debería demorar su plática por que el tiempo estaba contado, en sus pensamientos decía que si no lo aceptarán a él no le importaría, sin duda el orgullo Tucker estaba en su sangre. —Hoy le pediré que salga conmigo formalmente.

La cara de Laura no se mostraba confundida era todo lo contrario, estaba feliz, alegre. Ella sabía desde hace tiempo que aquellos dos niños podrían amarse, los ojos de los pequeños se lo mostraban cuando se vieron. Para la madre, Craig era él más listo pero problemático y cuando se enteró sobre la "pelea" de los tórtolos, la tristeza sobresalía de ella. Tanto los padres de Tweek decían que eran el uno para el otro, y cuando por fin se volvieron hablar la tranquilidad que no había tenido ahora se reflejaba en su cara. —Será formalmente cuando vallas con los señores Tweak, Craig —había extendido su mano hacia el hombro de su hijo para mostrarle aceptación. —Tu padre y yo sabias que las chicas no eran lo tuyo, desde hace tiempo —soltó una pequeña risa.

El de chullo azul, no sabía cómo contestar, su felicidad podría ser más grande, el apoyo de su familia estaba con él, junto con los padres Tweek y en su cabeza todo cobraba sentido. —Gracias, mamá —se acercó junto a su madre para poder abrazarla, la mujer se sobresaltó un poco, ya que su "pequeño" no era de demostrar este tipo de afecto, no dijo nada y le ofreció todo el cariño que una madre pueda dar.

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A unas casas no tan lejos, se encontraban dos chicos intentando ayudar con el estilo de su amigo nervioso, Clyde era el de las ideas y Token sólo negaba o afirmaba si se veía bien con dicha ropa. Todo en esa casa estaba listo, el más pequeño había hecho unos brownies para poder llevar a aquel lugar mágico que hacía que las estrellas se vieran cerca.

No sé por dónde empezar...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora