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El baño siempre había sido el lugar favorito de Anne para pasar el rato. Casi nadie lo usaba realmente, ella podía sentarse en el retrete cruzando las piernas para escribir, leer y llorar por horas. Lastimosamente ese día no estaba funcionando, ya que Billy Andrews, había hecho una bomba artificial con alcohol etílico y pastillas de cloro, la cual había hecho que un retrete explotara. Bravo escuela, de todos los putos días de todo el puto año escolar, el día en que de verdad una pelirroja en apuros necesitaba el baño estaba fuera de servicio. Había uno que estaba al otro lado, en el bloque D. Sinceramente estaba desesperada, pero no tanto como para caminar todo ese trayecto probablemente encontrandose a Charlie o a la estúpida de Josie Pye en el camino. Se sentó en el solitario pasillo y sacó su libro favorito —el cual había leído unas mil veces— de su mochila: «Orgullo y prejuicio», con el cual no se identificaba para nada porque nunca iba a encontrarse a un Señor Darcy, pero que alegraba su alma.

Recibió un mensaje de Ruby, lo ignoró.

Recibió un mensaje de Jerry, también lo ignoró.

Entonces una lluvia de notificaciones llenó su celular, todos eran mensajes de esos dos e inclusive habían creado un grupo llamado: «Buscando a Anne». Rio entre lágrimas y volvió a ignorar. Pocos minutos después ambos se aparecieron frente a ella, al ver a Ruby Gillis se dio cuenta que las mejores amistades se encuentran en los lugares que menos esperas, porque si su casa no se hubiese quemado hacia algunos años y su familia no hubiese tenido que quedarse donde los Cuthbert, los Barry y los Lynde, quizás la rubia hubiese seguido ignorandola durante el resto de ciclo escolar.

—¿Como me encontraron? –preguntó con los ojos cristalizados.

—Siempre vas al baño —dijo Ruby encogiendose de hombros y tomando un lugar junto a ella.

—Y como el baño no estaba disponible, pensamos que podrías estar cerca —Jerry también se sentó a su lado—. Sé que no soy un buen cantante y que puede que odies que estemos contigo ahora mismo pero... «Hey Jude, don't make it bad, take a sad song and make it better...»

—«Remember to let her into your heart, then you can start to make it better...» —siguió la rubia.

—¡Chicos!

Habían visto que Diana estaba corriendo hacía ellos con una gran bolsa color negro en las manos. Entre el tumulto de personas que se dirigían a sus aulas pudieron notar su presencia, siempre se notaba.

—¿Que te ocurrió? —preguntó mirando con preocupación a la chica de cabellos rojizos y sentándose frente a ella.

No supo explicarse y nuevamente comenzó a llorar.

—Charlie ¿no es así? —asintió— Es un idiota, podemos ser familia*, pero es un completo idiota. Juro que golpearé su cara —tiró la bolsa al suelo y se levantó con una furia impropia de ella, Anne la tomó del brazo.

—No —musitó—. No es su culpa, él no sabe que me gusta.

—Anne, ¿tú crees que no sabe lo que sientes? —levantó la voz con enojo— ¿Crees que no sabe que has estado enamorada de él desde que tenemos siete años? ¿Crees que no disfruta en molestarte y aprovecharse de ti? ¡Él lo sabe! ¡Siempre lo supo! Y yo... yo... yo no quiero que seas su última opción.

—¿Que hay ahí? —preguntó señalando la bolsa y tratando de no pensar en lo que le había dicho.

—Bocetos de los folletos —respondió sin mirarla—. Los he diseñado para promover la fiesta de verano —Jerry se apartó un poco para que ambas se abrazaran, luego todos los hicieron—. Te quiero ver feliz, amiga... alguien mejor que ese imbécil llegará a tu vida, sino, yo misma me encargaré de ello.

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*En realidad, Diana y Charlie no son familia pero acá lo hice para darle un poco de sentido y emoción a la trama. No me odien;

xoxo.
~Cass.

「𝐏𝐚𝐫𝐭𝐲 𝐟𝐚𝐯𝐨𝐫 ; 𝐀𝐧𝐧𝐞 𝐰𝐢𝐭𝐡 𝐚𝐧 𝐄」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora