「𝐏𝐚𝐫𝐭𝐲 𝐟𝐚𝐯𝐨𝐫 ; 𝐀𝐧𝐧𝐞 𝐰𝐢𝐭𝐡 𝐚𝐧 𝐄」

18

–¿Puedes oír eso, Gilbert? –preguntó Anne luego de un segundo.

Él la miró a los ojos con confusión.

–¿Que cosa?

–Nada, no se escucha nada.

Y tenía razón, con el problema de los platos rotos en la planta baja, la música había parado. Anne se levantó tambaleando de la cama, seguía ebria, pero tenían que esperar solo unos minutos hasta que todo se le pasase. Gilbert suspiró decepcionado y esperó a que ella saliese del baño.

–Vamos abajo –dijo extendiendo su mano al muchacho que la miraba como si ella fuese una persona completamente distinta en ese momento, la pelirroja se dio cuenta–. ¡No seas aguafiestas, Blythe! –Sip, era la segunda vez en la noche que alguien se lo decía– Hay dos cosas importantes que debo hablar esta noche y creo que si no es hoy, será nunca.

Él le mostró una sonrisa y tomó la mano que ella tenía extendida, aún quedaba algo de alcohol en la sangre de aquella pelirroja y no estaba del todo estable, pero ¡vamos! Esas palabras le dieron confianza al tímido muchacho, no te diré que no. El principal objetivo de la chica era encontrar a Josie Pye y decirle unas cuantas palabras «Amables» para que la noche que habían esperado que fuese perfecta finalmente llegase a serlo. Sin embargo, a mitad del pasillo, a unos metros de las escaleras que les permitiría llegar a la verdadera fiesta algo los detuvo.

Era una canción.

Anne se volteó emocionada hacia Gilbert quien la miraba con sorpresa mientras las primeras notas empezaban a retumbar por toda la casa. A pesar de que la sobriedad estaba volviendo a ella, no puedo evitarlo.

Era la canción favorita, de su álbum favorito, de su banda favorita.

«Stained coffee cup...»

–Tienes que bailar conmigo –le dijo ella tomando las frías manos del chico.

«Just a fingerprint of lipstick's not enough...»

–No, no, no –respondió él con rapidez–. No puedo hacerlo.

«Sleep where you lay...»

–¿Por qué?

«Still a trace of innocence on the pillow case...»

–Más bien, no sé hacerlo...

«Waking up, beside you, I'm my loaded gun...»

–Es fácil –dijo Anne–, solo... tienes que sentir la canción, como si estuvieses poseído por ella, como si estuvieses en un concierto donde a nadie le importa como bailes...

«I can't contain this anymore, I'm all yours, I've got no control...»

–...Solo tienes que ser tú mismo –le mostró una sonrisa fugaz.

«No control!»

–¿Yo mismo?

«Powerless...»

Anne asintió.

«And i don't care, it's obvious...»

Gilbert se acercó unos pocos centímetros y empezó a bailar de una manera muy graciosa, la pelirroja se encogió de hombros y decidió seguirlo.

«I just can't get enough of you...»

Estaban solos en el lugar.

«The pedal's down, my eyes are closed...»

Por un momento a ambos les pareció que estaban solos no únicamente ahí, sino en el mundo, en el universo, como si un pedazo de galaxia les perteneciera, como si estuviesen volando, como si nadie los viera, como si fueran personas diferentes. Como si estuviesen en su realidad deseada.

Esa, en la que claramente ambos eran felices juntos.

«No control!»

Y no, no era un simple capricho adolescente. Sabían que no eran indispensables en sus vidas, pero que sí eran necesarios en ciertos puntos. Depronto, Gilbert pensó que serían imparables si tan solo ambos tuviesen la seguridad de que una historia de amor entre aquellas dos almas solitarias podía ser posible. Cuando llegó la última parte de la canción, sacudieron sus cabezas y empezaron a saltar alrededor del pasillo con toda la euforia causada por el exceso del alcohol recién removido de sus cuerpos, la letra junto al ritmo de la canción y los sentimientos que ambos sabían que tenían el uno por el otro, pero que no se habían animado a decir...

Aún.