Capítulo 39. ¡Dí mi nombre!

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Narrado en 3era persona.

 Primero de enero del año 2019, a las cuatro de la madrugada, una ambulancia se dirigía al hospital más cercano como alma que lleva el diablo. Las estruendosas sirenas se colaban en los hogares de las personas que ya habían decidido dormir y en los hogares de quienes aún celebraban el año nuevo. 

Las llantas rechinaron debido a la manera brusca de frenar del conductor, el cual había conducido de una manera arriesgada porque sabía que debían llegar rápido al hospital.

Las puertas de la ambulancia se abrieron y un conjunto de paramédicos se encargaron de elevar la camilla para bajarla de la ambulancia y luego rodarla con prisa hasta la entrada del hospital, mientras que una enfermera avisaba que necesitaban preparar el quirófano para empezar una cirugía de emergencia.

Detrás de estos paramédicos se encontraba una Maia temblorosa que le pedía aquella persona en la camilla que no se rindiera, intentó entrar a la sala a la que llevaban la camilla pero una enfermera se lo impidió, le pidió que esperaba pacientemente. Maia en su condición de embarazada no podía seguir el ritmo de la camilla y mucho menos entrar a un quirófano.

Por otro lado, la enfermera pidió que le diera los datos de la persona que habían ingresado en la camilla al hospital. Sin embargo, Maia no podía calmarse, se sentó abruptamente en una de las sillas de metal destinadas a las personas que estaban a la espera de un turno o de noticias. De sus ojos brotaban lágrimas y no podía hablar claramente. Solo repetía algo una y otra vez.

No mueras.

No mueras.

No mueras.

No mueras.

Por favor, no mueras.

Y mientras que ella no dejaba de hablar, al hospital ingresaba Jayden. Podría ser normal, ya que estaría buscando a la que sería madre de su hijo. Aún así, ese no era el caso, Jayden llevaba en sus brazos a una desmayada Melanie y detrás de él, caminaban Verónica y Paula. Verónica sentía que la tranquilidad de hace unos días se había ido por completo, dentro de ella solo había un sentimiento de pérdida y preocupación que la había privado de sus lágrimas, no podía llorar, ni hablar, se sentía ahogada.

Por otro lado, Paula lloraba a mares diciendo frases como "Esto no puede ser", "Esto no puede estar pasando", "Por favor, que todo esto se una sueño", "No mueras, por favor no mueras, él no podría soportarlo".

Ahora bien, todo esto debe ser confuso, nadie se esperaría algo así y ciertamente podría ser difícil de explicar. Así que... ¿Que les parece si comenzamos desde el inicio?


***


31 de diciembre de 2018, veinte horas antes del accidente.

Aiden.

La luz del sol entraba por la ventana, alumbraba la habitación y pude sentir como ese resplandor me despertó luego de una noche calmada. Hoy habrían muchas cosas que hacer, eran las ocho de la mañana y debía prepararme para ir a casa y ayudar a mi tía con las preparaciones para la cena y arreglar la casa.

Mientras que cepillaba mis dientes, mi cabeza dio vueltas pensando en lo sucedido los últimos días. La pelea con Emma fue algo que solucionamos y que al parecer, ya había quedado en el pasada. Los hombres de Magnus aseguraron que ya no había nadie que estuviera siguiendo a Emma pero, aun así, no podía evitar sentirme inseguro. Eso se debe a que a pesar de que la pelea ya había pasado y al parecer ya no habría peligro, Emma igualmente se había mostrado extraña, me respondía un poco seca y al vernos luego de aquel día, su comportamiento no era el mismo de siempre. Parecía estar nerviosa y mi cercanía aveces parecía incomodarle. 

Amor Posiblemente Imposible.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora