25. CAMBIO DE OPINIÓN.

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Baekhyun abrió sus ojos y sonrió. Se sentía extrañamente feliz y en calma. Tardó unos segundos en percatarse del brazo que le rodeaba la cintura y el pecho que se pegaba a su espalda.

Mierda. Se giró lentamente y lo vio. Chanyeol estaba dormido a su lado.

Baekhyun notó su propia desnudez y se apresuró a salir de la cama con el mayor sigilo posible para no despertarlo. Encontró su ropa en el piso y se vistió apresuradamente.

Miró a Chanyeol, desnudo en su cama, medio cubierto por una manta y no pudo apartar la mirada. Su fiel sirviente siempre había sido atractivo, pero ahora, demonios... ahora parecía una convincente representación de la lujuria. Nunca lo había visto de esa manera, tan expuesto, tan desnudo, tan relajado, tan tentador. Baekhyun refrenó ese arrebatado impulso de acercarse y acariciar sus enormes brazos, delinear sus músculos, besar su piel...

Baekhyun sacudió su cabeza e intentó despejarse, pero terminó por ser completamente consciente de lo que habían hecho unas horas atrás, antes de quedarse dormidos en la misma cama, acurrucados uno contra otro como si fueran amantes.

Recordó con lujo de detalles la forma tan delicada con la que había sido tomado, las suaves caricias que recorrieron su cuerpo entero, los asfixiantes y deliciosos besos de los que le fue difícil desprenderse, lo abrumado que se sintió al tener sus colmillos clavados en el hombro derecho, lo mucho que su orgasmo se había prolongado mientras él mismo hundía sus dientes en el hombro de su acompañante. Normalmente no permitía que sus amantes bebieran de él, pero la mañana anterior se había encontrado suplicándole a Chanyeol porque tomara su sangre. Qué extraño había sido todo, cuántas sensaciones nuevas y cuántas otras magnificadas. Incluso recordaba haber visto llamas brillar en sus ojos mientras el clímax los arrastraba a ambos simultáneamente.

Relamió sus labios sin ser capaz de llegar a un acuerdo consigo mismo. La luz del sol aún no se extinguía pero Chanyeol despertaría en cualquier momento y aún no sabía qué le iba a decir. Debería solo ignorar lo ocurrido y considerarlo un momento de debilidad, que pronto dejaría atrás. Parte del juramento de Chanyeol había sido jamás involucrarse sentimentalmente con un miembro de la familia real. Pero, ¿en qué estaba pensando? Involucrar sentimientos después de una única y maravillosa sesión de sexo? No, no tenía que apresurarse a sacar conclusiones.

A su mente vino el constante y molesto ruido que hacía la honestidad y no tuvo más remedio que preguntarse a sí mismo ¿qué sentía por el antes de meterlo a tu cama?, porque existió algo, un algo que se había sentido eufórico cuando su guardián había confesado que lo amaba.

Chanyeol se removió en la cama, abrió sus ojos y se estiró en la cama. Sus músculos se tensaron y Baekhyun quiso deslizar su lengua sobre ellos. Mierda. Guardó silencio y esperó a que el guerrero notara su presencia.


~   ~  ~


Chanyeol había tenido un sueño muy vívido, hermoso y a la vez excitante. Bostezó y se sentó en la cama. No pudo reprimir la estúpida sonrisa que se formó en sus labios, había sido tan real... 

Frunció el ceño al notar que la cama en la que estaba sentado era muy grande y no tan familiar, aunque olía a... Confundido, se pasó una mano por el cabello para echárselo hacia atrás y levantó la mirada. Por un momento perdió el habla; su príncipe estaba de pie frente a él observándolo fijamente. 

Pero ese no era el príncipe Byun que siempre vestía sus elegantes ropas con pulcritud y que siempre llevaba el cabello bien cepillado. Esa versión del príncipe que estaba frente a él no llevaba zapatos y los botones de su camisa estaban sueltos, de su cabello ni hablar, era un desastre; un precioso desastre. Pero lo más sorprendente era su gesto descolocado, que iba mucho más allá de lo adorable.

2. KING [Chenmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora