18. RAÍCES

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Minseok sabía que estaba siendo estúpido, pero le preocupaba dejar a Yixing a solas con el rey. Intuía que su más reciente tutor temía un poco al monarca.

Kihyun, el guardia del rey, lo guió a una enorme bodega llena de estantes en los que había una infinidad de armas.

—¿Una espada? —murmuró Kihyun, mientras buscaba una. Parecía muy comprometido con encontrar el arma ideal para Minseok— No, una lanza compensará tu tamaño —el guardia siguió murmurando, sin mirarlo, mientras rebuscaba entre una colección de lanzas dispuestas en la pared—. Aunque si eres rápido, tal vez te convenga más un cuchillo.

Minseok pensó en ello. Jongdae le había advertido sobre mantener los colmillos de otros vampiros lejos de su cuerpo, Yixing le había dicho lo mismo, y tampoco es que fuera muy rápido, tal vez por eso lo habían entrenado con armas de punta larga.

—Te recomiendo esta —el guardia le dijo, pareciendo muy satisfecho con su elección, y le ofreció una lanza muy pequeña.

Minseok la tomó y la examinó con extrañeza. No medía más de treinta centímetros, era plateada y la punta estaba muy afilada, pero era muy corta. Ni siquiera era del tamaño de una flecha. Sin embargo, era muy bonita, incluso parecía elegante. Tenía algo grabado en ella, pero era un lenguaje desconocido, también tenía un extraño cristal azul en el centro. La sostuvo con la palma de su mano y la encontró perfectamente balanceada. La giró entre sus dedos y su peso le pareció muy adecuado.

—Tienes que presionar el zafiro —el guardia le indicó.

Minseok abrió mucho sus ojos, le sorprendía que una lanza llevara una joya encima, pero intentó no preguntarse la razón de aquello y la presionó. Casi la deja caer por el susto. En un parpadeo, el arma se había convertido en una lanza de un metro.

—¿Genial, no? —el vampiro uniformado le preguntó.

Minseok asintió mientras simulaba un ataque con ella.

—Además, puedes separarla y tener dos armas en lugar de una.

Sin perder tiempo, el guardia real le enseñó cómo partir su lanza en dos y también cómo volver a armarla. También le colocó un cinturón negro, que cruzaba en diagonal su espalda y su pecho, y le explicó cómo enfundar ahí su nueva lanza.

—Gracias —Minseok le dijo, regalándole una resplandeciente sonrisa.

El guardia desvió su mirada inmediatamente e hizo una reverencia.

—Es un honor —le dijo, golpeando su pecho con el puño cerrado en una especie de saludo que Minseok no supo responder—. Debo regresar ya, suerte con su búsqueda.


* * *


Yixing apareció una hora después en la habitación de Minseok. Llevaba encima una capa negra que tenía el emblema del reino bordado con hilo de color magenta en un costado del pecho. Sus ojos oscuros brillaban con excitación y Minseok se preguntó cuándo habría sido la última vez que tuvo la oportunidad de abandonar la fortaleza de los Kim.

Al pie de las escaleras los esperaba un vampiro alto y de complexión delgada. A pesar de ser de noche, llevaba encima la capucha y las facciones de su rostro no se distinguían en la distancia.

—Luhan —Yixing lo saludó y lo envolvió en un apretado abrazo que el otro correspondió amistosamente—. Ha pasado un tiempo.

Unos ojos de un brillante escarlata se fijaron en Minseok.

2. KING [Chenmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora