17. PERMISO DEL REY

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Minseok apretó más sus brazos alrededor de su príncipe y hundió los dedos dentro de su cabello.

—Tengo que irme, maldita sea —Jongdae murmuró sin apartar sus labios de los de Minseok.

Odiaba tener que marcharse y dejarlo por días que se sentían como una eternidad.

—Lo sé —Minseok murmuró, apartando un poco la gruesa capa de los hombros del príncipe. Besó su cuello y lo marcó con posesividad—. Lo sé...

Jongdae gruñó y movió su rostro para atrapar esos labios que se prendían de su piel como si no hubiera un mañana.

Tenía tantas ganas de desnudarse y desnudarlo otra vez. Si dependiera de él, se la pasaría día y noche pegado a Minseok, bebiendo de su cuerpo y haciéndole el amor para la eternidad. Había tenido más sexo con él en los últimos meses de lo que hubiera tenido a lo largo de su vida adulta y se sentía más fuerte, incluso más joven.

—Volveré tan pronto como pueda —murmuró abriendo los ojos para mirarlo. Apretó las sábanas entre sus dedos con frustración y se levantó, dejando el cuerpo de su amante tendido en la cama, con las piernas separadas.

Minseok asintió pasándose el dorso de la mano por sus labios enrojecidos. No sabía en qué consistían las incursiones de Jongdae fuera del castillo, pero esperaba que fueran muy, muy importantes. Tan importantes como para arrebatarle la mitad de su ser por días.

—Te juro que nunca había odiado tanto mis deberes reales —Jongdae suspiró. Observó cada detalle de su precioso cuerpo desnudo, pero se negó a acercarse. Sabía que si volvía a la cama con él tardaría mucho en salir.

Minseok captó su temor y medio sonrió.

—Vete ya —se obligó a decirle, aunque lo que más deseaba era que se quedara.




Baekhyun se encontraba entre la comitiva del príncipe Kim. Estaba ahí para despedir a su futuro esposo, pero este ya llevaba diez minutos de retraso. Cuando por fin apareció, se veía radiante.

—Baekhyun —murmuró Jongdae, sorprendido de verlo ahí, acompañado de su gigante guardia, como siempre.

—No deberías sacar ventaja de tu posición y hacer que todos estos caballeros esperen por ti —Baekhyun lo reprendió con suavidad. Frunció un poco su ceño al notar esa fragancia que siempre perseguía a Jongdae, hoy parecía pegada a cada parte de su cuerpo.

—Me disculpo, caballeros —Jongdae inclinó el rostro hacia su guardia—. No ha sido mi intención.

—Vete ya, no se retrasen más —Baekhyun sonrió, solo alguien criado por Yixing sería capaz de disculparse con sus súbditos—. Yo solo he venido a despedirte.

Jongdae sonrió a su amigo, que inesperadamente se acercó a él y le besó en la mejilla.

—No tardes en volver —Baekhyun susurró.

Jongdae asintió, perdiendo la sonrisa. Había escuchado un amenazador gruñido. Inicialmente pensó que había alguien detrás de él, pero pronto se dio cuenta de que el descontento estaba dentro de su cabeza. Recuperó la sonrisa y abrazó a su amigo antes de marchar fuera del castillo junto a su comitiva.




—¿Qué se supone que estás haciendo?

Yixing entró en la habitación con el ceño fruncido. ¿Qué diantres hacía Minseok aún en la cama, debajo de un par de mantas?

2. KING [Chenmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora