2. KING [Chenmin]

30. NUEVOS RECLUTAS.

—Ustedes dos —Yixing llamó a Minseok y a Junmyeon, después de dar órdenes al grupo de vampiros con los explosivos—, vayan por el príncipe.

—Pero... —Junmyeon se apresuró a protestar, no quería alejarse de Yixing.

—Sin peros, Junmyeon. Prometiste que si te dejaba venir obedecerías mis órdenes —Yixing le recordó y luego les habló a ambos—. Tengan cuidado, debe haber muchos sirvientes preparando a Jongdae para la ceremonia, tienen que lograr pasar entre ellos sin levantar una alarma. Cuando lo encuentren, vayan los tres al punto de encuentro y esperen por mí.

Minseok asintió, aunque no le complacía para nada la idea de dejar atrás al líder rebelde.

—Vayan —Yixing apremió.

Ambos asintieron, pero antes de marcharse , Yixing sostuvo a Junmyeon del brazo, le descubrió el rostro y lo besó.

El beso fue tan efímero, que Junmyeon apenas tuvo tiempo para salir de su estupor y medio corresponder. Sin embargo, fue un segundo maravilloso. La sensación de los labios de su arkid deslizándose suavemente sobre los suyos era vigorizante.

—Espera por mí —Yixing pidió en un susurro, mientras le colocaba el largo cuello de la camisa sobre el rostro de nuevo.

<< Lo haré >>

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Inicialmente, Minseok pensó que llegar hasta la habitación del príncipe sin ser descubiertos sería un enorme reto, pero para su sorpresa, llegaron hasta ella sin mucha dificultad. 

—¿En dónde estarán los guardias? —Minseok preguntó en un susurro.

—Deben estar ocupados con los preparativos para la llegada del rey Byun —Junmyeon dijo con el ceño fruncido, no quería alarmar a Minseok, pero no era normal que la fortaleza estuviera tan desprotegida.

Minseok asintió de nuevo, aunque ese pensamiento de que algo no estaba yendo bien aún rondaba en su cabeza.

Incluso antes de abrir la puerta de la habitación, Minseok supo que Jongdae no se encontraba ahí dentro, aunque había un rastro reciente. Dio una profunda respiración y su pecho se llenó con la esencia de su arkid.

—¿En dónde está? —Junmyeon preguntó.

—No lo sé, le dije que vendría por él —Minseok murmuró—. No puedo sentirlo, es como si estuviera muy lejos de aquí.

—Vamos, concéntrate —Junmyeon le pidió—. Él te encontró en la cabaña, no puede estar muy lejos.

Minseok cerró sus ojos e intentó con todas sus fuerzas comunicarse con Jongdae, pero antes de que pudiera dar con el paradero del príncipe, una ensordecedora alarma se disparó por toda la fortaleza.

—Están atacando ahora —Junmyeon anunció, esa alarma no podría significar otra cosa.

Ambos vampiros se apresuraron a dar un vistazo por la ventana. 

La habitación de Jongdae tenía una muy buena vista de todo el patio de entrenamiento, que justo ese día había sido adecuado para la boda. Habían levantado un altar a la sombra del gran árbol de flores amarillas y había por lo menos un centenar de asientos decorados con listones. Pero, más importante que toda la pomposa decoración, era la docena de arqueros que habían trepado el muro y disparaban flechas a los guardias a una velocidad sorprendente. Entre los primeros se encontraba Yixing, tensando tres flechas en su arco y observando a sus blancos.