× e p í l o g o ×

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Frank lo convenció de quedarse con Awsten hasta que despertara de la anestesia, aunque no sabía que tanta ayuda podría dar ya que en su mente se repetía la misma escena de Tyler tirado en el piso y Brendon sosteniéndolo para que no se escapara una y otra vez.

No sabía cómo sentirse, no sentía nada en realidad, estaba parado al lado del cuerpo inconsciente de un hombre que su novio quería matar, su novio el que siempre le hacía café en las mañanas, que entendía que su trabajo a veces lo consumía y no le importaba si el único tiempo que pasaban juntos era durmiendo en la noche o madrugada, con el cual hacía unos días habían salido en una cita y se prometieron nunca dejarse.

En algún momento Debby llegó, lo primero que vio fue su traje blanco que relucía con la luz del día, parecía un ángel, luego vio su sonrisa que cayó a una mueca preocupada siquiera lo vio.

-Josh, ¿Qué sucedió?

No pudo decir ni una sola palabra antes de que un sollozo saliera de sus labios, no sabía cuándo había parado de llorar, pero estaba volviendo a empezar ahora. Sintió a Debby abrazándolo, no trató de separarla de él, pero tampoco devolvió el abrazo, simplemente lloró, sus ojos le dolían por tantas lágrimas que habían salido de sus ojos en tan poco tiempo.

-Sabía que te había viso llegar –la voz de Frank resonó en la cabaña—. ¿Deborah?

La chica se separó del detective, volteando a ver al perfilador, quien estaba con las manos en el bolsillo de su pantalón.

-Debby está bien –aclaró su garganta—. ¿Qué sucedió? Si no es mucho preguntar.

-Legalmente no puedo soltar toda la información, en especial cuando tienes un camarógrafo filmando todo ahí afuera, solo digamos que Josh no está bien ahora, solo venía a decir que lo cuides, estos van a ser unos meses muy extraños para él.

- ¿Está en la estación? –el tintado preguntó, tratando de secar sus lágrimas.

-Está en camino.

-Quiero escuchar su testimonio.

-Josh, tú no puedes –

- ¡Quiero escucharlo! –gritó, hundiendo sus uñas en la palma de sus manos—. Frank, por favor.

El perfilador se quedó en silencio, lo miró, miró a Debby, miró a Awsten, quien seguía tirado en el piso inconsciente, luego miró fuera de la cabaña, suspiró y volvió a mirar a Josh.

-Solo escuchar, te vas a quedar conmigo, no trates de hacer ningún contacto con él –volvió a suspirar—. Tenemos que ir, la ambulancia está a punto de llegar para llevarse a Awsten.

La pelirroja agarró a Josh de la mano, alejándolo del perfilador, terminando en una esquina de la cabaña.

-Josh –susurró en una voz suave, llevándolo de vuelta a todas esas veces en las que se metían en problemas y tenían que fabricar historias para salvarse de terminar castigados—. ¿Quién fue?

-Tyler –susurró de vuelta, su garganta se cerró después de pronunciar el nombre, quería volver a llorar—. Yo—

-No digas nada –puso sus manos en los brazos del detective—. Voy a pasar por ti en la noche, ¿Está bien? Todo va a estar bien.

La ambulancia llegó, un grupo de paramédicos sacó a Awsten en una camilla y Frank llevó a Josh hasta la patrulla, Brendon había salido junto uno de los policías en la otra patrulla rumbo a la estación mientras el otro se quedó esperando por refuerzos y los forenses para que examinen toda la escena.

hung like the pelt of some prey ∆ joshlerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora