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-Si repruebo será tu culpa

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-Si repruebo será tu culpa.

Georgina rodo los ojos por milésima vez. Sabia que sus ganas de asesinarme sobrepasaban los límites y que se estaba arrepintiendo de haberme traído, pero no comprendía que hacíamos en un bar cuando teníamos que estar estudiando para metodología.

La noche estaba helada. Las personas que paseaban por la ciudad iban bastante abrigadas, casi podía asegurar que comenzaría a nevar en cualquier momento. Suspiré. No solo tenia frío, si no que también estaba cansada y hambrienta.

-Andando.

La pelirroja se bajó del auto con rapidez y yo, vagamente y con cansancio, la imite. Aún sin saber que hacíamos allí y por qué no estábamos estudiando como ella había prometido.

El hombre alto y grande que se encontraba postrado delante de la puerta como seguridad le sonrió a mi amiga amistosamente y se apartó sin decir una palabra, dejándonos la entrada libre. Suponía que no era la primera vez que Georgina iba allí, ni siquiera la segunda o la tercera.

Chill & coffe era un bar tranquilo. Logre divisar varios rostros conocidos de la universidad tan pronto entramos y la luz amarillenta y cálida nos alumbró. Los estudiantes solían ir allí para distraerse y relajar un poco el estrés que producian tantos exámenes. Me habían invitado más de una vez, pero como dije, no era mi ambiente.

Aunque a decir verdad no estaba nada mal.

-¡Ey, Jeff!.

Gire la cabeza hacia el chico que Georgina había saludado para intentar conocer su cara, pero no lo logre. Iba con una bandeja llena de vasos vacíos, así que asumí que era uno de los meseros.

Me abrí paso con ella tomando mi mano hasta una mesa vacía que con suerte habiamos conseguimos. Observe con detenimiento el papel en medio que llevaba escrito reservado con letra negra y grande. Entonces lo entendí. Su plan nunca había sido estudiar, y me había hecho mentirle a mi madre.

-¿Vas a explicarme o puedo irme ya?.

Claro, estaba molesta.

Ella no solo me había traído aquí practicamente a la fuerza, si no que también me había engañado, y me había hecho engañar a mi madre, lo que no era tan preocupante de no ser porque era su cumpleaños.

¡Su jodido cumpleaños!.

-Ay, no seas amargada. Si te decía que íbamos a venir no habrías aceptado.

-¡Por supuesto que no! -. En realidad estaba furiosa con ella - ¡es el cumpleaños de mamá!.

-El cumpleaños de Theresa es mañana, no hoy -. Rodo los ojos - por una mentira no te vas a ir al infierno, Alex.

Conté hasta diez mentalmente. Era cierto. Mi madre cumplía el día siguiente pero su jodida cena era en ese preciso instante porque no podía hacerla después. Me sentia completamente una mal hija. Incluso más de lo que ya era.

SUNFLOWER • h.s Donde viven las historias. Descúbrelo ahora