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Escoger el regalo para G jamás había sido tan complicado.
Niall no dejaba de mencionar cuanta hambre tenia, aunque habíamos salido de Starcucks hacia apenas una hora. Louis se quedaba más de media hora en cada tienda que tenia color rosa, y Liam no paraba de quejarse sobre todo lo que estaba mal en la ropa.
¿Que cojones sabia el lo que estaba bien o no?, era hombre.
Había intentado escoger un vestido corto dorado para que Liam se lo regalara, pero el se había negado diciendo que estaba demasiado escotado y corto, lo que era absurdo porque de todas maneras quien iba a gozarlo era el.
En fin.
Ahora mismo estábamos esperando a que Louis saliera de Victoria Secret porque, como dije, tenia rosa.
Según el ojiazul todo lo que tuviera ese color caracterizaba regalos para G, porque la pelirroja adoraba ese color. Al menos eso sabían apreciarlo.
A unos cuantos metros estaba Harry.
No era capaz de mirarlo por más de dos segundos a los ojos. Algo evidentemente había cambiado, y no precisamente para bien.
Huí.
Después de aquel encontronazo con el y esa lluvia de sentimientos y verdades me abrume lo suficiente como para salir disparada hacia el primer piso por las escaleras.
Solo esperaba que Harry cerrara la puerta del departamento con la llave que estaba pegada a la cerradura.
No pude mirarlo en todo el camino, y tampoco le había dirigido la palabra.
Estaba mal.
Cada sentimiento estaba mal porque si bien no estaba enamorada de el, indudablemente había caído en la intensidad de sus ojos y hasta ahora me había dado cuenta de eso.
Yo no podía salir con Harry, empezando porque no podía verlo a él saliendo con alguien como yo.
Si, tal vez con mi vieja yo, pero no ahora que prácticamente ni siquiera tenia una vida.
Yo no iba a hacerle lo mismo que a Devon, y tampoco iba a permitir que el me distrajera de mis objetivos, aunque en realidad me hubiera gustado plantarle un beso allí mismo.
-¿Que dices?.
Louis nos mostró el body de encaje verde oscuro desde la puerta de la tienda. Lo repasé varias veces con la mirada y una sonrisa enorme brotó de mis labios, pero el no me lo estaba preguntando a mí, si no a Liam.
-¿Y yo que se? -. Solto, mirándome.
Una carcajada salió de mi garganta y disfruté ante los rostros divertidos de los chicos. Liam ahora estaba siendo tan inocente que quise abrazarlo.
-El regalo indirectamente es para ti, Payne -. Aclare el punto de Louis, haciendo que Liam de pronto se pusiera rojo.
