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Harry
Vi el momento exacto en el que elevó nuevamente aquella barrera que tanto me había costado romper. Fui testigo de cuando sus ojos perdieron ese brillo que me deslumbraba tanto y me hacía temblar hasta la punta del cabello.
Me sentí jodido y enfermo, porque yo fui el causante de todo lo que acababa de experimentar, pero no podía escoger entre Tyrone y Gemma; mi hermana iba por sobre todas las putas cosas existentes, y Alessia lo sabia perfectamente.
La sensación de soledad me abordó cuando la miré dar dos pasos atrás, torpes y cuidadosos. Sus ojos estaban enrojecidos, y su barbilla tembló con evidente sentimiento. La había herido, y quería pegarme un tiro por hacer que ella se sintiera de esa forma.
Alessia era un angel. Ella era tranquila y muy pasiva, por eso me dolió tanto ver el desespero vivo en sus ojos, esa batalla interna que tuvo cuando le pedí que dejara todo en el pasado. Me sentí un hijo de puta por pedirle que no hiciera nada con el imbecil que había armado el plan de muerte en contra de su hermano.
Su voz salió entrecortada, apretando mi corazón en una sacudida -E..esta bien.
La observé en silencio, sorprendido -. ¿Que? -. Solte en un susurro inaudible. Estaba sin palabras.
Fui testigo de todo el odio que tenia Alessia dentro. Fui testigo de lo trastornada que había estado por tanto tiempo debido a la muerte de Alessandro. Fui testigo de cómo su vida se hizo una mierda.
Y ahora estaba siendo testigo de lo malditamente buena que era ella. Supe entonces que no la merecia. Alessia era un jodido angel sin duda alguna, independientemente de todo el odio que pudiera llevar dentro.
Ella estaba dejando de lado su tormento por mi. Por los chicos.
-Voy a dejarlo -. Siguió, pero no se detuvo en sus pasos hacia atrás. Cada vez sentía que la estaba perdiendo más.
-¿Por que te alejas? -. Intente acercarme, pero no me lo permitió.
-Porque voy a protegerlos -. Explico como si fuera algo normal, sin embargo, no entendí una sola palabra -. Mi padre no quiere que yo tenga que ver contigo, Harry.
Entonces lo entendí; ella iba a dejarme.
Respire hondo para no derrumbarme delante de ella, y como si estuviera apunto de morir, los momentos que ambos habíamos tenido pasaron fugaces por mi mente. En la azotea de mi casa, en mi auto, en la cabaña, en su departamento. Cada jodida sonrisa que ella me daba era real, y no se molestaba en ocultar lo mucho que yo le gustaba. No se molestaba en ocultar que me quería, ni siquiera ahora mismo.
Pero yo también la quería, y jamas una decisión me dolió tanto como aquella.
Cuando termine con Polette nunca me espere que algo doliera tanto como eso, pero estaba pasando. Mi ex novia había sido una gran persona hasta que decidió engañarme; eso me había desgarrado por completo, pero ahí estaba Alessia, triplicando ese dolor.
