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-¿Le dijiste a tu padre que ibas a quedarte en mi casa?

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-¿Le dijiste a tu padre que ibas a quedarte en mi casa?.

Asentí sin mirarla. En cambio, deje la vista fija en el objetivo y sin pensarlo dos veces dispare, provocando que ella saltara. Me importo poco.

Habían pasado exactamente dos días desde que habiamos tenido esa rara y odiosa reunión para armar el plan. No habia ido a casa de G, y tampoco Harry me habia intentado contactar. De hecho, llegue a llamarlo el dia anterior y me envió de inmediato al buzón. Si eso no me aclaraba la situacion, entonces era porque quería estar así de ciega.

Además, Devon había estado todavía peor. Casi no había aparecido en la universidad y solo me escribía para asegurarse de que estaba bien, no lo entendia. No comprendía que jodidos estaba pasándole a todos, pero me tenian de los nervios.

¿No se supone que tengo que ser yo quien este de esa forma tan estupida?. Pues si, pero parece que soy mucho mas madura que los otros idiotas que tengo por amigos.

Ni siquiera Liam había hablado demasiado con G o conmigo.

-No me puedo creer que en dos días aprendieras a hacer un tiro perfecto.

Sonreí -. He tenido mucho tiempo libre. Zayn es un buen maestro.

-Ni me lo digas, Harry es un asco. ¿Podrías pasarme el numero de Zayn?.

-¿Para que, si se puede saber? - me sobresalte ante la voz de Liam.

Detrás de el venían los chicos. Todos menos Devon, por supuesto, pero en cambio se encontraba Jeff. En un vago intento de esconder la pistola en mis pantalones me golpee con la mesa de madera a mi lado, y fue inútil de todas formas porque Jeff ya la había visto.

-Tranquila, nena, tu novio ya me contó todo.

-No es mi..¿le contaste?.

Harry asintió, un poco mas serio que de costumbre -. Su tío es policía, puede ser de ayuda.

No opine mucho al respecto. Si ellos confiaban en Jeff para contarle algo como eso estaba bien para mí. Jeff me agradaba, después de todo.  También había tenido mucho tiempo sin verlo, lo que se noto cuando lo abrace mas tiempo del debido al igual que G.

-¿Para que querías mi numero?.

-Ah, si, porque quiero que me des tú las clases. Harry no sirve como profesor.

-Gracias, Georgina - murmuró bajo.

-De nada, Harold.

Solte una sonrisa divertida por el apodo. Harry odiaba que lo llamaran de esa forma, pero tampoco dijo nada en defensa. Me acorde de los gemelos raros y divertidos. Después de todo compartieron su carne conmigo, y también tuvieron la decencia de ponerla en un plato y darme cubiertos.

-Bien, podríamos practicar ahora mismo.

En menos de cinco minutos ya estabamos todos disparando a los blancos que Harry y Zayn habian dibujado en los árboles. Nos encontrábamos en una granja algo lejos de la ciudad. Era habitable y muy desolada, por lo que no había problema alguno en practicar allí. De hecho, es donde Zayn me había estado trayendo los últimos tres días.

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