🔶 Veinte🔶

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NARRA:

Llamo otra vez al timbre con la poca paciencia que me queda

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Llamo otra vez al timbre con la poca paciencia que me queda.

¿Aún esta haciendo la siesta? Son las siete de la tarde, no creo que siga durmiendo. Además, ayer volvimos de cenar a las once de la noche, a y media yo ya estaba en casa, no creo que esté tan cansado.

El portal se abre y Javi sale de él poniéndose una zapatilla.

—tengo una explicación— me cruzo de brazos esperando su discurso —me he dormido —lo que yo pensaba.

—¿Cuantas horas has dormido, cinco? —interrogó empezando a caminar.

—naaaa, he dormido cinco horas y media—afirma a la par que toma de mi mano —venga, llegamos tarde —

No me creo que de verdad me esté echando en cara que llegamos tarde, además, son sus amigos no los míos, espero que acepte delante de ellos que a sido su culpa llegar tarde.

—bueno, yo no he sido quien se a quedado dormida —le recuerdo sonriendole en forma de burla, a lo que él rueda los ojos.

—quejica —susurra echándole un vistazo a su alrededor —estamos cerca de la casa del Minus —

Desde que llegamos de Granada me lleva comentando que le gustaría que conociera a la CSQ, o al menos a sus amigos más íntimos. Lógicamente he aceptado.

—Es aquí —deja de caminar y pulsa el timbre de la tercera planta. Después me mira levantando una ceja a la vez que sus manos van a mi cintura. —alguien no me a saludado —

—puede que no te lo merezcas después de haberte dormido —pasos mis manos por detras de su cuello.

—ten piedad —hace un puchero llevando toda mi atención a sus labios.

Dejo un par de picos rápidos antes de escuchar el ruidito de que ya se puede abrir la puerta. Javi me lanza una mirada de victoria antes de entrar. Pillin.

Al llegar a la segunda planta, uno de los colegas de Javi nos espera con la puerta abierta del piso.

—javito —le saluda el chico dándole un choque de manos —y ¿Sofía, verdad? —

—la misma —sonrío ligeramente y rezando le a dios por qué no se me note el rubor que se empieza a hacer presente en mis mejillas. Mentiría si digo que no estoy nerviosa, de echo, lo estoy tanto que siento ballenas bailando zumba en mi estómago.

—se te olvida el "sofia mi novia" —recalca Javi haciendo una tos falsa.

—si bro, eso ya se sabe —se ríe por lo bajito dejándonos paso al interior —a, por cierto yo soy Yerar —

El supuesto Yerar nos guía hasta el comedor donde hay dos chicos más y una chica sentados en el sofá con unas cervezas.

Al poner un pie en la sala ello se callan y siento como todas las miradas recaen en mi y en nuestras manos entrelazadas.

𝕧𝕚𝕕𝕒𝕤 𝕔𝕣𝕦𝕫𝕒𝕕𝕒𝕤 [𝔹𝕟𝕖𝕥/𝕁𝕒𝕧𝕚𝕖𝕣 𝔹𝕠𝕟𝕖𝕥]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora