𝕧𝕚𝕕𝕒𝕤 𝕔𝕣𝕦𝕫𝕒𝕕𝕒𝕤 [𝔹𝕟𝕖𝕥/𝕁𝕒𝕧𝕚𝕖𝕣 𝔹𝕠𝕟𝕖𝕥]

🔶 Ocho🔶

NARRA:

—va en serio, Sofia, lo digo por tu bien—Axel me abraza por los hombros y Amanda me regala una sonrisa tranquilizadora—yo se que no me has contado todo, y, entiendo que confíes más en Amanda, pero recuerda que pienso apoyarte siempre—

—gracias de verdad—le abrazo.

Axel a venido de sorpresa esta mañana a casa de Amanda y como yo ayer vine a dormir, hemos acabado hablando los tres y, efectivamente, he terminado explicándole a él todo el problema de mis padres.

—no es nada, si eres como mi hermana menor—me revuelve el pelo cunado nos separamos del abrazo.

—eh, soy mayor que tu—le recuerdo. Se que odia que me cachondee de eso.

—u si, por un dia y tres horas—rueda los ojos.

Por eso mismo odia que se lo recuerde, porque me adelante un dia y tres horas.

—bueno ¿a qué has venido, señor "me presento en casas agenas cuando me da la santa gana"?—pregunta impaciente Amanda. Otro dato, ella odia que la despierten temprano, pero de lo contrario le encanta joder a los demás despertandolos a base de cojinazos, y lo digo por experiencia.

—a si—de levanta—me he enterado que la Red Bull internacional de 2019 se organiza aquí en Madrid el treinta de noviembre—

—Axel, quedan cuatro meses, no me jodas—le reprocha Amanda.

Se viene pelea...

—¿que dices tarada? Esto es importante, ¿hola? Es la internacional, estará Wos, que lleva meses sin competir—le recuerda haciendo gestos con las manos indicando que esta loca.

—¡me has despertado un sábado a las nueve de la mañana!—se pone en pie y trata de encararlo para darle miedo, pero vamos a ver, Amanda le llega por debajo de la nariz a Axel, aún que si soy realista yo le llego por la barbilla, pero claro, Axel debe de hacer 1'80.

—así no desperdicias la mañana, marmota—no ha dicho eso.... O dios mío.

—¡sal de mi piso ahora mismo!—le exige ella echa una furia.

Le hago señas a las espaldas de Amanda para que salga por patas de casa si no quiere acabar muerto antes de los veintidós. Veo como sonríe divertido ante la situación y luego abre la puerta.

—que quede claro que me voy porque tengo cosas importantes que hacer—le giña un ojo a Amanda y se despide con la mano de mi.

A la que la puerta se cierra ella se tira en el sofá y larga un suspiro.

—lo odio—espeta.

—mentira—me mira alzando una ceja—te gusta desde el primer día que lo viste, y de eso ya hece seis años—

—eso si que es mentira—me asegura volviéndose a levantar—me voy a vestir, dudo que me pueda dormir—y sin más se marcha a su cuarto.

Yo ya estoy vestida dese las nueve. Espero a que se prepare y cuando lo hace y aparece en mi campo de vista, una idea ilumina mi cerebro.