Nuffink se hallaba descansando sobre una cobija de pelaje de yak con unos vendajes sobre su pecho, se movía de un lado a otro de manera agitada repitiendo el nombre de un conocido hasta que de golpe se levanto recordando que había pasado.- ¡Runa!.- Giro a sus lados buscando al dragón dándose cuenta de que se hallaba en una cueva iluminada por 2 antorchas y con una fogata enfrente suyo, en ella se cocinaban unos pescados empalados acomodados mientras miraba una canasta repleta de peces frescos al lado.
Sus ojos se agrandaron al ver que Runa se hallaba acostado ahí sin mostrar ningún signo de estar despierto, se trato de levantar para ir hacia el pero un fuerte dolor en el pecho causo que cayera sobre su rodilla.- Tranquilo, te diste un golpe muy fuerte.- La voz de una persona mayor resonó detrás suyo lo cual hizo que se volteara para ver a un enorme vikingo pálido con un peinado de trenzados para su enorme cabellera, lo cual aplicaba por igual para su barba.
Su rostro era tosco y su nariz parecía el de un ave de caza lo cual lo sorprendió.- Recuéstate, tus heridas no se han recuperado por completo.
-Tu, que... ¿tu nos salvaste?.- Dijo mientras respiraba algo agitado por el dolor que sintió al moverse bruscamente, recordó que se golpeo contra el océano en el aterrizaje de emergencia pero no había esperado que el golpe habría sido tan fuerte, su preocupación aumento pensando que si su golpe fue leve pero aun así lo lastimo bastante ¿como habría sido para Runa que había recibido la mayor parte?.- Mi... ¿el esta bien?.
-¿El dragón? descuida, vivirá aunque debería decir que eligieron una ruta demasiado peligrosa para ustedes, un jinete y su dragón tan cerca del cuartel de los asesinos de dragones. Que clase de ridiculez les hizo venir aquí.- Dijo aquel vikingo viejo acercándose y revisando una leve cortadura que llevaba en una pata Runa para mojarla con agua y limpiarla con un trapo.
-No..nosotros estábamos viendo que era lo que estaba sucediendo, jamas esperamos.. tanta protección.- Respondo Nuffink desconfiado de aquel anciano.- Y usted señor que hace aquí, ¿acaso... no es uno de ellos?.
El viejo mostró unos ojos cansados cuando volteo a verlo.- Lo fui alguna vez pero ya no, estoy aquí por su jefe.
-¿Lo conoces?.- Pregunto Nuffink intrigado.
El anciano se sentó en un pedazo de madera que usaba como silla mientras movía la ceniza de la fogata con un palo, no se mostraba contento con la pregunta.- podría decirse que lo conozco, oh al menos algo sobre el, hace muchos inviernos atrás fui informado de su presencia y como este estaba reuniendo un gran ejercito el cual buscaba usar para un exterminio.
El joven se quedo callado al escuchar la ultima palabra, se imagino que este tipo seria como los que su padre se enfrento en su juventud pero escuchar la palabra "exterminio" le causaba una preocupación bastante grande. Mientras divagaba en esos pocos minutos se dio cuenta de que a aquel hombre le faltaba un brazo y lo reemplazaba por alguna prótesis, pero parecía que buscaba ocultarlo ya estaba casi siempre oculto bajo su capa así que se guardo su pregunta sobre aquel punto y continuo su platica.- Estoy agradecido por su ayuda, no se como podría pagarle por salvar a mi herm.... dragón y a mi de ser atrapados por aquellos tramperos, mi nombre es Nuffink.
El anciano respondió con un tono y gesto amable a su presentación.- mis amigos me llaman mano pues por, una sola... tengo solo un brazo.- mostró su brazo normal y movió su mano de un lado a otro al tono de su respuesta.
-Oh si no, no lo había notado.- Respondió Nuffink escuchándose un tono fingido de sorpresa.
Ambos mantuvieron un silencio incomodo por aquel tema hasta que Runa rompió el silencio moviéndose y comenzando a parpadear mientras se despertaba bastante perdido, lo que no lo ayudo cuando vio al extraño que lo alerto para después levantarse y ponerse en posición defensiva contra el gruñendo y mostrando sus ojos agresivos, siendo detenido después por Nuffink que lo tomo por el cuello en un abrazo feliz de verlo bien.

ESTÁS LEYENDO
DRAGONES: La Nueva Era.
Fiksi PenggemarNuffink y Zephyr, hijos de Hipo Horrendo Abadejo III emprenderán nuevas aventuras y enfrentar desafíos peligrosos en el mundo que los rodea al lado de su familia y amigos.