Soft

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Xayah abrió los ojos poco a poco. Le dolía todo el cuerpo y sentía un dolor puzante a un costado de su abdomen. Sin siquiera intentar levantarse miró a su alrededor; estaba en una tienda iluminada por una luz dorada, lo que le indicó que atardecía. ¿Cuánto tiempo había estado inconsciente? Sintió un movimiento cerca de sus piernas y se volteó a ver qué lo había provocado. Era Rakan, durmiendo con los brazos apoyados sobre la cama donde ella descansaba. Su rostro estaba demacrado y ojeroso, lo que preocupó algo a Xayah. Con las pocas fuerzas que tenía acercó su mano a la cabeza de Rakan y acarició su cabello tratando de no despertarlo, pero no lo logró; éste abrió sus ojos con sorpresa y alivio y se abalanzó sobre ella para abrazarla.
- ¡Por los dioses, Xayah! ¡Qué susto nos has dado! - dijo mientras la abrazaba
- Ra-Rakan - apenas tenía fuerzas para hablar - Duele.
- Oh, lo siento - musitó mientras se separaba de ella, cayendo en cuenta que el movimiento brusco debió producirle dolor - ¿Cómo te sientes?
Xayah asintió, esperando que el entendiera a qué se refería. "Estoy bien". El la miró preocupado, quería saber qué había ocurrido durante la pelea, pero ella no estaba en condiciones como para responder.
- Supongo que tienes muchas preguntas - le dijo, intentando mostrarse alegre - Estamos a medio día de la ciudad de Jonia, pero no podíamos viajar contigo herida así que decidimos esperar que despertaras al menos. Anoche llegaste muy mal herida, pensamos que no lo lograrías - no pudo ocultar su nerviosismo al decir aquello, para luego agregar con emoción - pero Kai logró salvarte.
Xayah volvió a asentir y cerró los ojos para descansar.
- Imagino que debes tener hambre... ¡y sería bueno que comas, así te recuperarás más rápido! - dijo levantándose del suelo - Iré por Kai para que revise tus heridas, y luego comeremos algo delicioso. ¡Recolecté frutas para ti! Ya sabes, para cuando despertaras. ¡Y aquí hay agua fresca! - señaló un jarrón a un costado de la improvisada cama.
Xayah volvió a asentir aún con los ojos cerrados, y Rakan lo interpretó como que le había entendido, así que se dirigió a buscar a Kai. Volvió con él a la tienda para encontrar a Xayah sentada apenas en la cama, bebiendo el agua del jarrón.
- Me alegra verte bien, Xayah. - dijo Kai, a lo que ella asintió - La verdad, estoy impresionado de que puedas sentarte por tu cuenta considerando las heridas que tienes. Déjame revisarte los vendajes. - se acercó a Xayah y agregó - Ah, Rakan. ¿Podrías traer la medicina que preparamos? Está en la tienda de Lou.
- ¡Voy! - dijo el rubio, dejando a Xayah y Kai solos.
- Karma me ha contado mucho de ti - dijo mientras revisaba los vendajes del abdomen de Xayah - Te he curado usando magia que sería mortal para la mayoría, pero veo que no mentía cuando dijo que serías anormal.
Xayah no respondía y solo se dejaba atender, escuchando lo que tenía que decirle ese hombre.
- Uhm, esta herida sigue abierta. Usaré algo de magia, será mejor si te recuestas - ella lo hizo sin chistar - Eh, esto dolerá un momento.
Puso sus manos sobre la herida y unos destellos que recordaban a llamas aparecieron, cerrando la apertura. Se sentía como si fueran llamas de verdad, ya que daba la sensación de que quemaban su carne con fuerza, pero ella solo apretó los dientes sin decir nada.
- Bien, con esto debería bastar. No puedo curar completamente tus heridas, pero esto al menos evitará que siga sangrando o se infecte. Por cierto, no debes decirle a Rakan sobre lo que acabo de hacer - dijo mientras volvía a envolver la herida, esta vez con telas limpias, ya que las otras estaban cubiertas de sangre.
Xayah creyó entender por qué quería ocultar eso de Rakan; Kai tenía sangre de Fénix, ella podía sentirlo, pero a pesar de controlar su magia no tenía sus características físicas. Pensó que el rubio podía no tener idea de su descendencia, historia o habilidades, y no le correspondía a ella hacer presentes aquellos recuerdos.
- ¡Ten, Kai! - Rakan volvía con el medicamento que le habían encargado y Kai se lo dio a beber a Xayah.
- Con esto estarás bien pronto. Por ahora, come algo y descansa. - y mirando a Rakan apuntó severamente- Tu también deberías dormir, lo que haces no es sano.
Dicho esto salió de la tienda. Rakan ayudó a Xayah a acomodarse, colocando algunos bolsos bajo su cabeza a modo de respaldo, y le ofreció algunas de las frutas para luego comer en silencio. No sabía qué decir luego del susto que se había llevado la noche anterior. Pensaba que nunca se había sentido tan feliz por tener a alguien al lado y sonrió observando a la pelirosa comer. Incluso cubierta de heridas se veía hermosa. Luego del incidente había pensado bastante respecto de sus sentimientos hacia ella, y había llegado a la conclusión de que le gustaba de una forma que no podía entender ¿Era amor a primera vista? Sin embargo no podía perder el tiempo, pues podían morir en cualquier momento si se desataba una guerra. Y por ninguna razón quería morir o verla morir con el sentimiento de no haber compartido lo suficiente con ella ni arrepentirse por cosas nunca dichas, aunque ella no se sintiera de la misma manera hacia él, al menos lo intentaría. Se dio cuenta de que ella lo miraba y se sentó al borde de la cama, mirándola a los ojos.
- Me alegra que estés bien - dijo tímidamente mientras corría un mechón rebelde del rostro de Xayah y lo colocaba detrás de su oreja.
Sus ojos se le hacían verdaderamente hermosos y salvajes, no pudiendo evitar quedarse observándolos fijamente. Xayah le devolvía la mirada curiosa y agradecida, parecía que había dejado la hostilidad de lado por el momento. Sintió como Rakan entrelazaba sus dedos sobre la cama, pero no dijo nada y se limitó a cerrar los ojos intentando procesar la corriente de emociones que recorría su cuerpo al contacto con el vastaya. Este se inclinó sobre ella lo suficiente como para sentir su respiración cerca de su rostro, pero Xayah estaba algo aturdida por las medicinas como para reclamar, así que se mantuvo inmóvil aguantando la respiración en un intento por controlar al menos sus emociones, que estaban totalmente a merced de Rakan en aquel momento. Este suspiró y apoyó su cabeza en el hombro de la joven, sin soltar su mano en ningún momento.
- Me alegra que estés bien - le susurró.
Ninguno de los dos se movió, disfrutando la compañía del otro luego de la tragedia del día anterior. Xayah a ratos quería echarse a llorar al sentirse tan protegida en brazos de Rakan, pero el recuerdo de su pasado y lo ocurrido a su tribu la frenaban cada vez que pensaba en él de esa forma. Era consciente de que sus sentimientos hacia él eran cada día más claros, pero simplemente no podía aceptarlo. Su pasado la perseguía y se resistía a caer en los encantos de Rakan, a pesar de su insistencia que no se lo ponía nada fácil. Suspiró. En aquellos momentos no podía hacer nada, así que se limitó a dejar que el fénix descansara sobre su hombro. Al fin y al cabo, parecía no haber dormido cuidando de ella; debía estar cansado. Volteó a mirarlo una última vez antes de dormirse, después de todo, ella también estaba agotada.
__________

Al día siguiente, Rakan despertó al sentir algo revolviéndose debajo de él. Grande fue su sorpresa al ver que se trataba de Xayah. "Demonios, si despierta me va a matar" pensó levantándose con cuidado "¡Ni siquiera sé cuando me dormí!". Salió de la tienda antes de ser descubierto y vio a Kai, quien lo miraba sorprendido viendo de donde había salido.
- Buen día, Kai - dijo nervioso - ¿Cómo está Lou?
- Buenas. Está bien, ya puede levantarse y se le ve con más energía.
- ¡Me alegro mucho! Quizá lo visite más tarde.
- De hecho, Rakan. - dijo Kai con tono serio - Debemos partir a la Ciudad de Jonia cuanto antes; Xayah se cura más rápido que Lou por ser una criatura mágica, lo más seguro es que hoy pueda montar si viajamos lento.
Rakan asintió.
- Entonces, buscaré algunas frutas para comer antes de partir. ¡Seguro debe estar hambrienta!
Pasó entre los hombres que ya estaban en pie y se dirigió al bosque a recolectar cuanta fruta y planta comestible pudo. Al volver encontró a Xayah en pie y ataviada con una tela negra que había adaptado como vestido corto, lo que inmediatamete hizo sonrojar a Rakan. "Rakan. Debes controlar tus pensamientos. Cálmate, CÁLMATE. Solo es una chica, ya has visto muchas antes... Solo es una chica... - miró sus piernas descubiertas - una chica muy sexy... ¡NO! ¡Basta!" Pensaba mientras se daba una bofetada ante la mirada atónita de Xayah.
- Wow, hoy si pareces más raro de lo normal.
La voz de Xayah lo hizo poner los pies en la tierra. Ya no era hostil y hasta parecía más alegre.
- Si ehm jeje - balbuceó nervioso Rakan - Yoooo... - reparó en que traía frutas - ¡Te traje frutas! Sip. Frutas. Para ti. Ya sabes, comer es bueno y...
- Pff
Xayah rió suavemente al ver a Rakan así, quien quedó más que sorprendido al escuchar su risa. Ahora tenía un nuevo sonido favorito.
- Vamos, podemos comer en el camino - dijo ella
- Sin duda sería lo ideal - habló Kai, y se dirigió a Rakan y murmuró - debemos viajar YA, Lou necesita ser revisado por Karma, yo no puedo hacer más por sus heridas y se está infectando. Si le da fiebre antes de que alcancemos la ciudad, no sobrevivirá.
Rakan asintió y montó su caballo. Los hombres habían desmontado ya todo, así que partieron enseguida. Iban moderadamente despacio pues un movimiento brusco podía reabrir la herida de Lou y sería su final. A pesar de ello, alcanzaron la ciudad de Jonia antes del atardecer y fueron recibidos por Karma. Kai le explicó rápidamente la situación, y sin perder tiempo llevaron a Lou al ala médica del Placidium. El resto de los soldados fueron enviados a sus casas, Kai daría la noticia del deceso de sus hombres a sus familias durante la mañana siguiente y un grupo de exploradores intentaría recuperar sus cuerpos para ser honrados en la ciudad. Rakan y Xayah fueron dejados bajo el cargo de una pequeña sirvienta, quien se presentó como Ila y les hablaba con voz cantarina.
- Síganme, por favor. La señorita Karma ha dispuesto aposentos para ustedes en su residencia.
Los guió hasta la residencia de Karma, una especie de palacio con un jardín gigante y una laguna en la parte trasera. Todo el lugar transmitía una paz increíble. Las habitaciones estaban una al lado de la otra, tenían vista al jardín y poseían un pequeño balcón.
- Espero que las habitaciones sean de su agrado - dijo Ila con una reverencia, y levantándose agregó - Señorita Xayah, la señorita Karma dispuso de un guardarropa para usted, informando que no traía nada consigo. Hemos puesto diversas prendas, accesorios y armaduras en su dormitorio; una muestra de agradecimiento de la señorita Karma por su ayuda.
- Gracias Ila. Lo aprecio mucho.
- Por favor, siéntanse a gusto. Los baños están al final del pasillo y cuentan con agua caliente. La comida se servirá dentro de poco, así que si gustan pueden bajar al comedor en el primer piso, o solicitar cualquier platillo y se los traeré.
- ¡Wow, cuánta atención! ¡Muchas gracias Ila! Creo que no me vendría mal un baño - dijo Rakan - si me disculpan, señoritas - hizo una reverencia y se retiró corriendo a las duchas.
Ila y Xayah lo miraron pensando en cuánta energía tenía.
- Señorita Xayah. - dijo la chica mientras le tendía un colgante - Hay una médico en el piso superior para usted, pero si tiene algún problema utilice esto y yo vendré.
Xayah tomó el colgante y lo observó unos instantes.
- Gracias de nuevo, Ila.
- No es nada, señorita Xayah. La señorita Karma nos ha contado cómo usted se enfrentó al señor de las sombras sola, y todos en palacio estamos muy orgullosos de recibir a alguien con su valentía.
Xayah guardó silencio. Karma si que se había ido de bocazas esta vez con su clarividencia.
- ¿Puedo pedirte algo, Ila?
- Si señorita Xayah
- ¿Tienes cheesecake? De verdad quisiera comer algo dulce en estos momentos.
Ila sonrió y asintió, prometiendo volver con el postre más tarde. Una vez que la pequeña se fue, entró a la habitación a revisar las ropas que Karma le había preparado. Esa mujer si que la conocía, pensaba mientras revisaba las prendas una por una, ¡hasta sabía sus medidas y gustos! Se sentó en la cómoda cama y sonrió, mientras se ataba el colgante al cuello. Al menos podría disfrutar de una pequeña paz, pero debía hablar con Karma cuanto antes. Con esto en mente, se dirigió a uno de los baños, imaginándose ya dentro de las tibias aguas antes prometidas.

La Última Arpía [Rakan x Xayah]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora