La Última Arpía [Rakan x Xayah]

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Ila y algunas asistentes llevaron a Xayah a su cuarto para esperar a la duquesa. Tenía el tórax envuelto y ensangrentado, pues la herida no cedía, y estaba cubierta de paños húmedos para aplacar las quemaduras que le había producido la magia de Syndra. Ila se esmeraba colocando paños húmedos en la frente de Xayah cuando Karma entró a la habitación seguida por Rakan.
- Duquesa, la señorita Xayah de pronto empezó a arder en fiebre. El médico pidió que la trajeramos a su dormitorio mientras el iba al Placidium en busca de Soraka.
- Gracias, Ila. - respondió Karma con amabilidad - por favor, déjennos a solas. Y prepara la habitación de Soraka en el ala médica, apenas terminemos aquí la trasladaremos.
- Si señorita.
Se inclinó y salió de la habitación seguida por las otras asistentes. Karma se sentó en la cama junto a Xayah, posando una mano sobre su rostro solo para comprobar que estaba ardiendo en fiebre. Rakan demoró en acercarse, dudoso por la presencia de la duquesa. La mirada de Karma demostraba que no se alejaría de ella por nada del mundo.
- Para romper el sello debes hacer lo mismo que al crearlo. - le alcanzó una pequeña daga plateada - Y debes repetir después de mi lo que diré.
Rakan tomó la daga y se hizo un corte en la mano, luego se inclinó junto a Xayah y tomó su mano entre las suyas repitiendo las palabras de Karma.

Airson an anam prìomhadail
uisge is solas, teine ​​is uisge,
leig le d 'anam ruith saor.

Apenas terminó de hablar sintió como el aire se cargaba de magia; pequeños brillos de colores aparecieron alrededor y fueron atraídos hacia el cuerpo de Xayah. El la miraba sin soltar su mano.
- Sé que no puedes oírme y dudo que quieras hacerlo, pero quiero que sepas que daría mi vida por enmendar el error que cometí. Fui ingenuo y me dejé engañar. Lo siento. - finalizó dejando un beso en su mano.
Karma lo miraba con cariño, había sido víctima de uno de los trucos más sucios de Ahri que esta vez había tenido consecuencias desastrosas, si esque no fatales.
- Gracias, Rakan. - dijo Karma incorporándose - Por ahora debes salir. Ella aún está grave y debo velar por que sobreviva hasta que llegue Soraka.
El vastaya no dijo nada y simplemente se retiró al jardín. Hoy dormiría afuera.
En el palacio, Karma creó un escudo curativo alrededor de Xayah, enfocándose en curar primero la herida del cuchillo. El pulso de la vastaya era débil y ella estaba sola. Tendría que agotar su propia magia si quería salvarla. Suspiró y puso manos a la obra, enviando gentiles trazos de magia regenerativa a través del cuerpo de la joven, solo esperaba que Soraka llegara a tiempo.
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Al amanecer Xayah ya no estaba en su cuarto. Soraka había llegado pasada la media noche y la habían trasladado para que ella pudiera usar toda su magia. Aquella noche las estrellas brillaron como nunca en aquel salón, y la vastaya sobrevivió. Karma apareció para presidir el desayuno e informar a todos sobre el estado de Xayah. En la mesa la mayoría hablaban de los eventos del día anterior, excepto Rakan, quien miraba a Ahri con furia en los ojor. Cuando la duquesa hizo su entrada todos guardaron silencio.
- Buenos días a todos. - dijo con su amabilidad usual, aunque se notaba cansada y débil por el gasto de magia y la noche en vela. - Traigo buenas noticias. Xayah se recuperará. Esperamos que despierte durante la tarde, mientras, está bajo el cuidado de Soraka.
Hizo una reverencia de agradecimiento y todos la imitaron, aliviados con la información. Al levantarse solicitó que luego del desayuno, Ahri, Akali, Kai, Rakan y Sett la acompañaran a la sala de reuniones. Nadie habló durante el desayuno, y al terminar los nombrados siguieron a Karma en silencio hasta la sala de reuniones.
- Bien. Creo que todos debemos conversar. - todos asintieron - Akali. - la nombrada levantó la vista. - Su situación es breve. Gracias a Ahri hemos averiguado lo que sucedió con Syndra y Zed. Su hija está a salvo con la orden Kinkou, y más tarde puede acercarse a Ahri o a mi para aclarar sus recuerdos.
Akali asintió. - Muchas gracias, duquesa.
- Kai. ¿Noticias de Syndra?
- Con su magia suprimida, fue encarcelada en una prisión cercana y es vigilada día y noche. La Orden Kinkou ha solicitado que se les permita custodiarla, pues es posible que Zed intente recuperarla.
- Entiendo. Es una gran idea. Akali, usted y Kai pueden coordinar las guardias en la prisión junto a los Kinkou.
- Si señora.- respondió Akali. - Si es posible, quisiera partir en seguida. La proximidad del encuentro con mi hija luego de esta travesía es lo que más anhela mi corazón.
- Por supuesto. Kai la seguirá más tarde.
Con esto, Akali abandonó la sala y tras ella se hizo silencio.
- Bien. - la voz de Karma cambió, sonando amenazadora - Ahri. Tus acciones han traído un problema y no menor a nuestro hogar.
La aludida bajó las orejas con arrepentimiento - Lo siento mucho, duquesa. Aún me es difícil controlar mis impulsos, y no pensé que le haría daño.
- Así veo. Sin embargo, tus acciones deben tener un castigo, y debes disculparte con Xayah y Rakan.
- Si duquesa - bajó aún más sus orejas y se volteó a Rakan - Lo siento mucho por todo el mal que he causado. Si es posible hacer algo para enmendarlo, por favor, dímelo.
Rakan no podía quitar la rabia que sentía, y ni siquiera respondió. Karma notó esto y habló a Ahri.
- Esto no será fácil. Por ahora, ve con Ila y Soraka. Un poco más de magia será bien recibida para tratar a Xayah.
Ahri se puso de pie - De inmediato.
Y salió. Kai y Karma se miraban de reojo, pensando qué hacer con el vastaya.
- Duquesa, Kai. - Habló y ambos lo miraron - Aún si Xayah no quiere verme, no quiero seguir siendo un estorbo. - se inclinó sobre el suelo - ¡Por favor, enséñenme a luchar y a utilizar magia! He visto algunas habilidades de los antiguos Fénix en sus recuerdos, Duquesa, y la magia de Kai. ¿Serían mis maestros?
Kai y Karma sonrieron. Era justo la motivación que le hacía falta.
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