San Maximiliano (Wosplik)

El nuevo mejor amigo de Manuel

Mi terapia iba como la mierda. No creo que sea novedad, ya que desde el inicio no soporté al tal Alejandro, pero últimamente me resulta más insoportable que lo usual, y ya no es solo cosa mía, he notado que hace o dice cosas que sabe que me van a enojar, lo puedo ver en sus ojos demoniacos. Al menos con Valentín todo iba viento en popa y me quitaba el mal gusto de tener que ver al viejo barbón ese.

Ya había pasado una semana desde el asunto del techo, y digamos que mi trato con él se había vuelto aún más cercano, aunque sigue sin dignarse a besarme, y eso que se la he puesto muy fácil. El difícil ahora es él.

En este momento estabamos jugando una partida de ping pong, el único juego que hemos encontrado donde realmente podemos competir. Las cosas a veces se ponen muy intensas dentro de la competencia, digamos que ambos somos muy competitivos y nos encanta dejarle al otro claro quien gana. A veces me recuerda a cuando Mónica y Mike hacían lo mismo en Friends.

- Já, en tu cara estúpido, ¿quién es el perdedor ahora? ¿Quieres que llame a tu mami?- dije en esta ocasión mofándome de él.

- Decí lo que quieras querido, que los últimos tres sets los gané yo- dijo mirándose las uñas como si fuese una diva.

- Solo porque te...- iba a continuar la oración para seguir discutiendo como los hombres maduros que somos, cuando alguien abrió la puerta de golpe y entró gritando.

- ¿Qué hubo zorras? ¿Extrañaron al más guapo y genial del lugar? Yo sé que sí, no lo nieguen- dijo, o más bien gritó, un chicho morocho. Vaya, tiene el ego por las nubes.

- Mateo, vienes saliendo del segundo piso, calmate y madurá de una vez o yo misma me aseguro de que pasés otro mes con los de arriba- le gritó una enfermera dándole un zape al mismo tiempo.

- Cuidado que le matás las únicas neuronas que le quedan- dijo otro chico que acababa de entrar.

Este chico tenía el pelo decolorado como Valentín, pero era más bajo, de estarura bastante similar al morocho de antes.

- Callate Daniel que te parto tu madre aquí y ahora- dijo el otro chico abalanzándose sobre él y siendo retenido por un enfermero y Valentín, que no sé en qué momento caminó hasta allá.

- ¿No te bastó con la última paliza que te di Teito?- dijo burlándose más del otro chico.

- Fue un empate, em-pa-teee, que te entre en la cabeza de babuino que tenés de una vez- dijo aún sostenido por los brazos.

- Bueno ya, fue suficiente, estoy harto de que se la pasen peleando todo el tiempo- soltó esta vez Valentín con un tono bastante molesto.

Yo la verdad seguía un poco en shock. No tenía idea de qué pasaba, o quienes eran esos tipos. Además de muy confundido por la escena que acababan de montar.

Me acerqué muy cauteloso a donde estaban ellos, más específicamente a donde estaba Valentín.  Justo cuando llegué a su lado él dejó ir al morocho, quién supuse se llamaba Mateo por como lo habían llamado antes.

Este tipo se giró para ver a Valentín con una cara no muy amigable, pero quedó a medio camino al percatarse de mi presencia, cambiando su gesto enojado a uno más relajado, pasando luego a una cara de sorpresa y pude vislumbrar un poco de emoción en sus ojos.

- Pero que preciosuraaa- dijo lanzándose a abrazarme, yo solo me quedé completamente estático- al fin alguien joven que no son estos dos imbéciles- se separó de mí ahora señalando a Valentín y al chico con el que discutía antes-. Está decidido, a partir de ahora serás mi mejor amigo, que jodan a Valentín y al estúpido de Daniel, nos vamos- soltó muy rápido y con una emoción sorprendente, arrastrándome fuera del salón.