San Maximiliano (Wosplik)

El traidor

Valentín nos arrastró a Daniel y a mí hacia el patio, parecía muy molesto con nosotros, así que asumo que ya se enteró de todo. Pues no me duró mucho el secretito, al menos del otro espero que no se enteren.

- ¿Qué mierda estaban pensando ustedes dos? ¿Cómo hicieron eso a mis espaldas? Dani, ¿vos sos pendejo? ¿Cómo vas a meter a mi novio en semejante problema?- nos reclamó exaltado Valentín.

Parecía que iba a explotar, pero se contenía para no llamar mucho la atención y meternos en problemas.

Podía ver la frustración en cada uno de sus movimientos, me estaba poniendo muy nervioso todo. Sabía que este momento llegaría, pero no había pensado muy bien como enfrentarlo.

- Valen, calmate, ¿sí? No es para tanto, así podremos estar más tiempo juntos y...- iba a seguir pero Valen me interrumpió.

- Y una mierda Manuel, hay otras formas para compartir los dos, no tenés que meterte en algo como eso, mucho menos por mí- dijo con cierto tono de enfado.

- Lo siento, creí que te alegraría- mentí descaradamente-. Pero de todas maneras ya es tarde para echarse para atrás, solo te queda empezar a verle el lado bueno, aunque te cueste- concluí acercandome a él y utilizando la técnica de Mateo para resolver conflictos, lo besé.

Al inicio estaba reacio a corresponderme, pero terminó cediendo. Y, efectivamente, la táctica de manipulación empleada por Teo con Dani, también funcionó en Valentín.

Cuando nos separamos apenas y había rastro de su enfado, se veía más calmado, lo cual me alegró, porque ya no tenía más excusas baratas para tratar de convencerlo de no estar enojado.

- Está bien. Solo una cosa- dijo separándose de mí y acercándose a Dani.

Antes de darme cuenta Valen le había soltado un puñetazo a la mejilla del pobre de Daniel.

- Eso por, bueno, es más que obvio- dijo para luego girarse y sacarnos a ambos de ahí.

- ¿Ya estamos a mano?- preguntó Dani tras nosotros.

- Sí, puede ser- le respondió Valen apenas Dani llegó junto a nosotros.

Su amistad es demasiado extraña para mi comprensión, pero es mejor que sea rara, si fuese normal no estaríamos bien en este momento.

Aunque en realidad no estamos bien, es solo la calma antes de la tormenta. Porque lo que se avecina para nosotros es una gran tormenta, casi un huracán. De esa si no vamos a salir intactos, nuestras relaciones se van a ir a la mierda.

Solo pensar que eso va a pasar en tres días se me revuelve el estómago y me dan ganas de mandar todo a la mierda y conseguirme más tiempo al lado de Valen.

No sé si sea correcto siquiera pensar en eso pero, ¿qué más da? Estoy en mi derecho a dudar, no es cualquier cosa lo que voy a perder al traicionarlos, Dani y Valen son importantes para mí, sobre todo Valen.

En el momento en que abra la boca sobre la reunión del sábado, todo habrá acabado, el tiempo que tendré al lado de Valen será demasiado corto, tendrá fecha de vencimiento y es algo que no quiero.

Ahora entiendo por qué me preguntaban tantas veces si estaba seguro de querer hacer esto. Por más que me haya preparado, a la hora de ver el fin tan cerca me dan ganas de no hacerlo, de retractarme, de priorizar lo mío con Valen y que todo lo demás no importe.

- Ey Manu, ¿estás bien?- preguntó Dani sacudiéndome un poco.

- Ah sí, solo estoy algo pensativo, es todo- le sonreí, o eso intenté.

Sin darme cuenta habíamos llegado al comedor, donde ahora ayudabamos todos al menos tres veces a la semana, Dani y Valen por obligación, Mateo y yo por costumbre, aunque un poco por obligación también. Puto Daniel.