El maestro de la improvisación

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- ¿Y si no quisiese ninguna de las dos?- indagué buscando opciones.

- Si no accedés a guardar el secreto deberemos pedir que te trasladen a otro centro. Nada puede comprometer lo que hacemos aquí- respondió muy seria y con un ligero pesar.

- A la mierda, estoy dentro- dije luego de pensarlo un rato.

- ¿Estás seguro Manu? Deberás mentirle a Valen, a Dani, a prácticamente todo el mundo- mencionó Teo.

- Está bien, puedo hacerlo- traté de convencerlos y convencerme.

- ¿Estás seguro de esto Manuel?- cuestionó ahora Elena-. No te sintás en la obligación de hacerlo, con que guardes el secreto es más que suficiente.

- No, quiero hacerlo, ustedes me han ayudado mucho, y si existe algo que comprometa a este lugar, quiero ayudarles a pararlo- dije mintiendo un poco.

Era cierto que quería ayudarles, pero conocer la verdad de lo que pasaba con Valentín y Daniel era mi mayor motivación. ¿Qué puedo decir? Soy una vieja chismosa atrapada en el cuerpo de un chico.

- Bien. Entonces debés saber que, si te peleaste con Valentín, es de vital importancia que se arreglen. Va a ser muy difícil que consigás información si están alejados- la voz de Elena era cuidadosa mientras lo decía.

- ¿Eso fue lo que pasó con Dani?- dije viendo a Mateo.

- Sí. El hijo de puta me la debe- respondió con un encogimiento de hombros.

- Bueno, lo mismo digo- comenté haciendo referencia al otro idiota.

- Si está todo claro, les pido que se retiren, tengo pacientes que atender- dijo Elena, soltando una risa tensa.

La veía más estresada de lo usual, pero supongo que es lo lógico, en una situación así cualquiera se sentiría tenso y completamente estresado. O al menos así es como me siento yo.

Cuando salimos y ya nos habíamos alejado un poco se me ocurrió una brillante idea, pero por el momento no podía comentársela a Mateo.

- Teo- llamé.

- Dime- respondió deteniendo la caminata.

- Es obvio que no podemos decirles lo que hicimos en este tiempo, así que debemos buscar una historia bastante buena y creíble- él solo asintió, dándome la razón-. Ah, y yo nunca te comenté nada de lo que pasó anoche, vos no tenés ni idea.

- Está bien- dijo simplemente.

Después de eso estructuramos bien nuestra historia para que coincidiera, fuese coherente y creíble. La verdad no fue tan difícil idearla, la situación se prestaba para una mentira fácil y rápida.

Luego fuimos a buscar a Daniel y Valentín, que se encontraban en el patio, apestando en los deportes como es usual. Una sonrisa se me escapó al ver a Valen, por un segundo me olvidé de toda la mierda, me olvidé que debía mentirle y engañarlo para luego, muy posiblemente, hundir su reputación. Quise saltar a sus brazos y besarlo.

Pero pronto recordé todo lo que estaba pasando y mi sonrisa se borró, debía estar serio para enfrentar a Valen y arreglar las cosas.

Solo pensar que es muy probable que en el futuro se vaya todo a la mierda me dan ganas de no seguir, pero es algo que debo hacer, no solo por Elena y Teo, sino también por Valen, sé que tiene mucho para ofrecer, pero esto simplemente lo está frenando.

Cuando se entere de lo que estoy haciendo no me va a perdonar, sé que no lo hará. Aunque guardo la esperanza de que algún día pueda hacerlo.

Llegamos junto a ellos y Mateo se lanzó hacia Dani, fingiendo perfectamente no saber nada de lo que pasa. Vaya, parece que el chico es mejor actor de lo que pude llegar a creer.

San Maximiliano (Wosplik)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora