El único enemigo de la Luna

Capítulo 38

Capítulo corto

Sorry por la demora

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POV Shu:

Odiaba a mi futuro yo por impedirme saber si mis esfuerzos iban a ser o no vanos, yo quería unir a Katsu y a Serena, eran la pareja perfecta.

-Tío, ¿entraremos o no?-Rini me sacó de mis pensamientos.

-Sí, sí, vamos-dije y encabecé el camino a la casa.

Por suerte Isamo era el único despierto a esa hora y me vio con la boca abierta al verme entrar con Rini, me veía a mí y luego a ella.

-¡Tienes una hija!-me señaló con un dedo acusador.

-Cállate, despertarás a los demás-lo regañé y cubrió su boca al darse cuenta de eso.

-¡Tienes una hija!-volvió a decir, pero en un susurro y rodé los ojos.

-No es mi hija-le dije.

-Es una larga historia, ¿pasamos a un lugar más privado?-habló Rini.

-El despacho está desocupado-indicó Isamo de inmediato.

-Pues vamos-dijo Rini y nos encabezó.

-¿Le diste un mapa o qué?-me preguntó Isamo por lo bajo.

-Puedo escucharlo a la perfección-le dijo Rini al frente e Isamo se puso recto a mi lado.

-¿Y bien?-preguntó cuando estuvimos en el despacho.

-Mi nombre es Serena, vengo del futuro y soy la hija futura de Serena Tsukino-se presentó Rini-Puede decirme Rini, tío Isamo-

-¿Isamo?-llamé luego de que él no hiciera más que ver a la niña con la boca abierta.

-Esto es una broma, ¿verdad, Shu?-habló al fin-Es como venganza por haberte tratado tan mal al principio, ¿cierto?-me vio esperando una afirmación, pero negué sonriendo con burla, era divertido verlo en esa situación.

-Sí, su yo futuro tenía razón cuando me dijo que usted no creería en esto-rió Rini captando la atención de Isamo-Tome-le tendió un papel, Isamo lo tomó y me miró todavía más sorprendido.

-Pero...-comenzó.

-Son ustedes dos en el futuro-le explicó Rini y me acerqué a ver el papel que era una foto.

En la foto salíamos Isamo y yo, completamente iguales, pero vestidos muy diferentes; Isamo vestía un traje negro como el que usaba nuestro padre en el Milenio, llevaba una espada a la cintura y atrás cargaba lo que parecían ser unas alas; yo vestía un traje igual en color negro, con una espada en la cintura y una especie de cetro en mi mano derecha.

-Son ustedes como el Rey Tánatos...-señaló a Isamo-y como el Rey del Universo-me señaló.

-Te creo, pero, ¿cómo es que estás aquí?-Isamo la vió.

-Su madre la envió porque considera que necesitamos una esperanza-le expliqué.

-Y tiene razón-suspiró Isamo.

-¿Qué pasó?-me preocupé.

-Caos apareció hoy, vino muy malherido-me informó Isamo.