ZIELSVERWANTEN

43- Zonnige ochtend

Mai se despertó sintiendo el lado contrario de la cama vacío, se sentó en la cama esperando ver a su novio en alguna parte de la habitación o en el baño, pero no fue así.

Decidió levantarse y arreglarse para buscar a Max. Al salir de la habitación, se encontró con su hermana que parecía estar igual de confundida que ella.

- Por tu cara supongo que te despertaste sola en la cama - Le dijo Malena 

- Supongo que tú también - Contestó Mai 

Las dos se rieron un poco y se dirigieron hacia la cocina pero para su sorpresa no encontraron a ninguno de los dos pilotos ahí.
Unas voces provenientes del jardín las hizo caminar hacia allí.

Malena miró a su hermana confundida al ver a Carlos y Max sentados y hablando tranquilamente. 
El día estaba bastante soleado para el mes en el que estaban y parecía que los dos chicos decidieron aprovecharlo.

Maitena miró sorprendida a su melliza al darse cuenta de que Max le estaba dando un mate a Carlos que parecía estar comiendo facturas. 

- ¿Qué están haciendo? - Preguntó Male acercándose a Carlos y abrazándolo 

- Estamos desayunando - Contestó obvio el español 

- ¿Y desde cuándo desayunan esto? - Preguntó Mai sentándose en las piernas de su novio 

- Desde que su madre nos hizo probar esto porque ustedes estaban muy ocupadas durmiendo - Respondió Max mientras abrazaba y le daba un beso a Mai 

- ¿Quieren uno? - Ofreció Carlos 

- No creo que ese mate esté bien - Le respondió Mai bromeando en español

- Ahora no te voy a dar ninguno - Le dijo Carlos de igual forma mientras le daba el mate a Malena 

- No hablen en español que entiendo la mitad de las cosas - Se quejó Max 

Malena y Carlos empezaron a reír y Mai se acercó a darle un beso como disculpa aunque en realidad le causaba gracia. 

- Tenemos que llevar mucho de esto cuando nos vayamos - Dijo Max refiriéndose a las facturas 

- Claro que si - Le contestó Carlos - Son riquísimos - 

Las mellizas se miraron y negaron con la cabeza, era obvio que sus chicos no tenían arreglo. 
Estaban terminando de desayunar cuando Luz apareció por la puerta diciendo que necesitaba que fueran a comprar algunas cosas para el almuerzo.

- ¡Yo no voy! - Exclamaron a la vez las mellizas en español 

- Una tiene que ir y la otra se queda a ayudarme - Le contestó su madre 

- Maitena va a ir - Dijo Male

- ¿Por qué yo? - Se quejó Mai 

- Porque yo soy la mayor y lo digo - Contestó Malena obvia 

- ¡No uses ese argumento conmigo! - Se quejó Mai haciendo reír a su madre y hermana 

Max no entendía nada de lo que estaban hablando pero entendía que su chica se estaba quejando de algo. 

Después de unos minutos de una pelea graciosa entre las mellizas, su madre decidió intervenir.

- Maitena ve a comprar y Malena se queda a ayudarme. Y no quiero ninguna queja - Dijo al ver que Mai estaba por protestar.

A Maitena no le quedó otra que levantarse y dirigirse con Max hacia el auto para ir al supermercado.
Al llegar, se encaminaron en busca de lo que Luz les había dicho que necesitaban. 

Unos chicos sorprendieron a Max pidiéndole una foto, él no creía que lo fueran a reconocer asique había decidido salir sin importarle nada. 

El holandés cumplió el pedido de los chicos amablemente y después de una pequeña charla en inglés, se despidió para seguir con lo que habían ido a hacer.

- No creí que me fueran a reconocer por estos lados - Comentó 

- Bueno, uno nunca sabe - Dijo Mai mientras le daba un beso y continuaba caminando. 

Max la siguió mientras veía lo concentrada que estaba tratando de encontrar todas las cosas. Mai se paró en el medio de un pasillo haciendo que él la imitara y que su atención pasara de ella a lo que había detrás. 

- ¿Qué estás haciendo Max Emilian? - Preguntó Mai al ver que su novio estaba agarrando varios potes de dulce de leche

- Es para que nos llevemos a Mónaco cuando nos vayamos a casa - Respondió el chico - Podrías cocinar algo y agregarle esto - 

Mai se sorprendió al escuchar hablar a Max como si vivieran juntos con total normalidad, tenía que admitir que le gustaba la idea de vivir juntos, aunque Max no le haya preguntado, y que algo se movió dentro de ella al escucharlo.

- No puedo agregarle eso a la comida Max - Le contestó riendo e ignorando la sensación que tenía

- Entonces a algún postre - Dijo Max mientras continuaba caminando 

- Te va a hacer mal si sigues comiendo tanto dulce de leche - Se rió Mai

- No me pongas excusas - Rodó los ojos él 

- Podrías cocinar tú también - Le dijo Mai

- Podría, pero no lo voy a hacer porque me gusta más tu comida - Le respondió Max mientras le daba un beso - Y porque probablemente termine quemando el apartamento - Finalizó haciendo reír a su novia 

- Está bien - Dijo Mai suspirando - Puede que algún día haga algún postre - 

- Por eso te amo tanto - Le contestó Max con una sonrisa de niño

- No tienes arreglo Max Emilian Verstappen - Rodó los ojos Mai haciendo que su novio se riera

Continuaron buscando las cosas que necesitaban y al finalizar volvieron a la casa. 
Durante el camino, Mai no dejó de pensar en el comentario de Max haciéndola sonreír por momentos.