ZIELSVERWANTEN

60- geschiedenis

Max entró en la habitación del hotel dando un portazo, estaba frustrado porque había tenido problemas durante la carrera y la estrategia que había elaborado el equipo fue mala, haciendo que Charles le ganara el primer puesto.

Mai suspiró al escucharlo y no le dirigió la palabra, se había llevado todos los datos de la carrera para trabajar directamente desde la habitación. Estaba contenta porque Ferrari había hecho una buena estrategia para Charles, pero ese sentimiento estaba un poco opacado por uno de enojo, frustración y miedo, ya que en un par de horas tendría una cena con su hermana y la mujer que decía ser su abuela, así que no estaba de ánimos para lidiar con Max Emilian también.

El holandés se sentó en frente de su novia mientras suspiraba, se pasó la mano por su pelo húmedo al ver que la argentina lo ignoraba.

- Hola Mai, ya volví - Dijo sarcástico 

- No me vengas con eso - Le respondió ella suspirando 

- ¿Estás enojada? - Preguntó Max 

- No, simplemente estoy tratando de hacer mi trabajo - Respondió Mai

- Bueno - Dijo él sarcástico - Perdón si te molesto con mi presencia - 

- Max, no me estás molestando - Suspiró Mai - Es obvio que estás frustrado por la carrera y es obvio que yo también estoy frustrada. No quiero pelear y seguro que tú tampoco, así que mejor dejemos esta conversación - 

-  Tienes razón - Suspiró Max - ¿Estás bien? - 

- No - Contestó la argentina mientras se levantaba para abrazar a su novio 

- ¿Si sabes que no es necesario que vayas a esa cena si no quieres? - Agregó Max mientras la envolvía con sus brazos 

- Tengo que ir - Susurró Mai - Por mi hermana, no puedo dejarla sola - 

- ¿Quieres que te acompañe? - Preguntó el holandés 

- No, no es necesario - Contestó la chica mientras le acariciaba una mejilla - Además, necesitas descansar - 

- ¿Estás segura? - Volvió a preguntar Max 

- Si, no voy a tardar mucho, lo prometo - Dijo Mai mientras le daba un beso 

Se quedaron un rato más abrazados hasta que Mai se tuvo que empezar a preparar para la cena. 
Cuando estuvo lista, se despidió de Max con un beso que intentó alargar porque no se sentía preparada para enfrentar la situación que se acercaba.

- ¿Segura que vas a estar bien? - Preguntó Max antes de dejarla ir 

- Si - Asintió Mai riendo mientras le daba un último beso

Salió de la habitación y se dirigió a la de su hermana, que ya la estaba esperando igual de nerviosa que ella.

- ¿Cómo vamos a saber quien es? - Preguntó Malena 

- Supongo que ella nos va a reconocer - Contestó Mai mientras se sentaban en una mesa - Espero que no se demore -

- ¡Mai! - Advirtió su hermana tratando de decirle que no empezara con esa actitud 

- Perdón, es que no quiero hacer esto - Habló Mai 

Malena no pudo contestar ya que se vio interrumpida por una mujer que se acercó a la mesa. Era de estatura normal, tenía pelo corto de un color negro y unos ojos marrones que las observaba al borde del llanto.

- Hola - Dijo mientras intentaba controlar sus lágrimas - Soy Alma - 

Malena sonrió y se presentó a ella y a su hermana. Mai, en cambio, se limitó a sonreír un poco incómoda por la situación.
La mujer se sentó frente a ellas y secó sus lágrimas sonriendo ampliamente.