XXIV

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<<DENNIS>>

Liberando mi ira y enojo hacia loren no me di cuenta de que ya no se movía ni quejaba, hasta que me detuvo Avani.

—¡¡Ya dejala dennis!!— me alejó y trate de calmarme.

—Genial ahora esta calva y muerta— dijo amelie mientras se quitaba el pasamontañas.

—No esta muerta— hable tranquila. Las chicas me miraron con cara de pocos amigos— Yo no mato.

—¡pues ya vez que si!—Amelie solto un suspiro de cansancio.

—¡NO ESTA MUERTA!—grite. Me acerque a loren para checar su pulso y en efecto estaba viva— ¡Ven!, no esta muerta.

—Entonces, ¿que haremos con la calva?— Avani se cruzo de brazos con una ceja levantada.

Yo me encoji de hombros, realmente no tenía ni idea de que hacer ahora con ella, no la podíamos dejar aquí...

Si la podemos dejar aquí...

hay que dejarla aquí— las chicas se me quedaron viendo con su ceño fruncido.

—¿Que?, no.— habló Avani.— ¿sabes que pasaría si la dejáramos aqui?

Hubo un silencio.

—Por dios si que no piensan—se quejo.— Jaden la descubriría...

La interrumpí.

—Ese es el caso, se asustarían y podríamos aprovecharnos de ellos— avani se quedo pensando y volteo a ver a Amelie.

—Necesito hacer una llamada— se excusó Amelie y salio del cuarto.

—Esta bien tu idea Dennis, pero entiende que los chicos no son tontos y sospecharían de ¡¡nosotras!!

—Ash okay—me rendí— vamos a tirarla en su casa.

Amelie volvió a entrar al cuarto y nos ayudó a desamarrar a Loren para llevárnosla arrastrando hacia el coche de Avani.

—¿Que horas son?— pregunte. Avani y yo agarramos a loren para subirla a los asientos de atrás del carro, junto conmigo.

—Las 8:26 de la noche— dijo amelie.

Ya íbamos en el carro rumbo a la casa de Loren, me sentía un poco aliviada; por fin podré hablar con mads, pero también estaba un poco mortificada por si hablaba Loren de esto.

<eso te pasa por dejarte llevar con tus impulsos>

Es inevitable.

<si te tomaras los medicamentos no sería así..>

llegamos— habló Avani sacandome de mis pensamientos.—¿La tiramos así nomas?

—Si— dije.

Amelie se volvió a poner el pasamontañas y me ayudó a bajarla del carro para tirarla en el jardín.
La calle estaba completamente sola y vacía; la casa de Loren estaba completamente a oscuras, así que, nadie nos vio.
Al arrojarla al césped Loren se empezó a mover, me gire a ver a Amelie y hizo un movimiento con su cabeza para indicarme que ya nos fuéramos.

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