SECRETOS

XXVI

Payton...

¿Habra sido payton?...

Me quede parada al escuchar el timbre sonar.
pero no me quedaría de brazos cruzados y con la confunsion al 100, era ahora o nunca.

Camine más segura que nunca y me acerque a el; el cual ya estaba por irse.

—Payton!— lo llame. Tenía un gorro gris y un outfit negro; tiro su cigarro al suelo y luego lo piso.

—Si vienes a reclamarme, por que me viste con una chica— solto un suspiro— no tengo tiempo.

—¿Que?, No— dije frunciendo mi cara.

—Entonces a ¿que vienes?— se cruzo de brazos, su mirada y expresión era demasiado fría.

<Algo te pasa payton...>

>>me quitas mi tiempo, habla rápido— me saco de mis pensamientos.

—primero. Tu no me vas apurar— puse mi dedo índice en su pecho— segundo. Te quedas aca hasta que yo diga.

—Y tercero— habló el.— tu, no me das órdenes— tomo de mi muñeca y la aparto.

Aprete mi mandíbula.

<relajate Dennis, venimos a preguntarle, nomas>

1...2...3...

—tu fuiste...— me fui directo al grano. El me miro confunso y comenzo a caminar hacia el edificio.—...¡¡Tu fuiste el que se hizo pasar por mattia en el supermercado!!

Se detuvo. Se volteó hacia donde yo estaba con una cara divertida que hasta daba un poco de miedo. Tragué saliva.

—No todo el puto mundo gira a tu alrededor... Dennis— me miró a los ojos.

—Como explicas, que después de que sali del supermercado me ¿encontraste?—alce una ceja.

—coincidencia, ¿no lo crees?— dijo seco y un poco enojado, lo notaba en sus ojos.

—No lo creo.

—Alla tu problema— miro a su muñeca, donde se miraba un reloj muy lujoso. Supuse que era nuevo— Ya se me hace tarde, me voy.

Su mirada volvió a mí y se giro para irse caminando hacia su clase; lo vi desaparecer a lo lejos y respire ondo.

(...)

Regrese a los pasillos de la escuela. caminaba viendo cada detalle de ella, salones, puertas, carteles, etc.

<quien diría que aquí matan a las personas>

Quien lo diría...

—¿perdona?— se escuchó una voz femenina detras de mi.—¿me hablabas?

Mire hacia aquella dirección y note a una chica de baja estatura, con el uniforme de la escuela que le quedaba bastante bien y su cabello castaño con algunas mechas.

—No, no pensaba en voz alta— le conteste.

—soy nessa— me sonrió. La volvi a ver de pies a cabeza.

—Dennis— dije.— ¿eres nueva?

—¡si!— cerro su casillero— ¿No tienes que estar en clase?

—Naaah, me la salte.

—Oh— dijo con una ligera expresión de sorpresa— pues ya que estas aquí, ¿me muestras la escuela?