Capítulo 6 - JJK

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[Viernes 24 de Abril, 2020]

En estos días mi relación con Taehyung avanzó mucho. Gracias a él no estaba tan estresado por las mañanas ya que me solía tener el desayuno preparado. Recuerdo un día que me levanté un poco antes y bajé a la cocina a por un vaso de agua, pero le pillé haciendo el desayuno a su manera, con todas las cosas volando por el lugar.

— Normal que la comida te salga tan buena, a pesar del caos se nota que lo tienes todo bajo control, ¿no? — Pregunté divertido viendo como algunos objetos se movían solos, como cuchillos cortando trozos de comida o bolsas vertiendo su contenido en recipientes sin que nadie los tocara.

— Si, bueno, pero todo lo estoy haciendo yo al final, también es mi esfuerzo.

Reí al verlo hacer un pequeño puchero, un poco más y comenzaba a hacer un berrinche en medio de la cocina.

— Lo sé, nunca dije que no. ¿Quién me diría que iba a tener un cocinero tan bueno en mi casa? Jamás habría imaginado que esta imagen sería tan normal para mi... — Añadí lo último con una sonrisa ladeada viendo como en la cocina no parecía existir la gravedad.

A lo largo de estos días tuve que hacer más arreglos en la casa, pero para no repetir lo de la última vez con el albañil, a las personas que venían las controlaba un poco más, y no volví a dejarles a solas con Taehyung, si no que en todo caso, él a veces se colaba en la habitación estando invisible cuando el trabajador pensaba que estaba solo para echarle un vistazo, por si acaso. También procuré no dejar cosas de mucho valor a la vista. El reloj de mi padre terminé dejándolo en mi habitación, dentro de un cajón en su cajita cerrada, algún día me lo pondría, pero hasta que llegara el momento lo guardaría como un tesoro.

Otra de las cosas que me ha facilitado mucho Taehyung al entrar en mi vida han sido los montones de trabajo que a veces llegaba a tener. Al parecer, cuando vivía, hacía un trabajo similar, aunque no me dió muchos detalles, por lo que cuando tenía muchos papeles que rellenar a veces me ayudaba.

— ¿Sabías que una tarde que llegaste cansado del trabajo, yo te rellené unos papeles que tenías que hacer? A la mañana siguiente estabas tan desconcertado que pensaste que lo hiciste tú y no lo recordabas — Me dijo un día que me estaba ayudando y al parecer se acordó en ese momento.

Hice una mueca cuando se rió contándolo. Yo recordaba un día que había ocurrido algo así, y supuse que era a eso a lo que se refería.

— No te rías, ese día llegué con mucha fiebre del trabajo, creo que estaba malo... Normal que no me acordara de nada — Murmuré algo avergonzado.

— Lo sé, también te traté la fiebre y te cuidé esa noche — Comentó como si nada dejando los papeles de lado con una pequeña sonrisa mirándome.

— No lo sabía... — Ante su confesión solo pude sonreír enternecido agarré sus manos para tener su atención — Muchas gracias por todo lo que has hecho estos días sin que yo supiera siquiera de tu existencia — Agradecí con una pequeña sonrisa recibiendo un abrazo de su parte como respuesta que no dudé en corresponder.

En ese momento ambos nos encontrábamos en el salón. Yo estaba sentado en el sofá y él se encontraba tumbado, apoyando su cabeza en mis piernas mientras jugaba con mi mano libre, mientras que yo, con la otra estaba jugando con su pelo, observando sus rasgos detenidamente.

Podría jurar que tenía delante a un dios griego.

— Kook... la película está en la tele~ — Sonreí levemente al notar que se dió cuenta y cuando se giró quedando boca arriba no tardé en tomar sus mejillas con mis manos acunando su rostro.

Era cierto, estábamos viendo una película que había elegido yo, pero al tenerle en esa postura simplemente no pude concentrarme. Tenía unos rasgos delicados, con la piel clara, aunque según me había dicho, cuando estaba vivo no era tan pálido. En el tiempo que le estuve observando mi fijé que tenía tres lunares que le hacían ver malditamente adorable, uno bajo un ojo, otro en la nariz y un último en su mejilla contraria. Además, su perfil tenía algo hipnótico, fácilmente Taehyung era el chico más hermoso que había visto nunca, no sabía si era por su condición de fantasma, pero algo me decía que cuando estaba vivo, había sido igual o más atractivo de lo que me podía imaginar.

— Es que eres muy adorable~ — Comenté divertido comenzando a hacerle cosquillas al verle avergonzado.

— ¿Q-qué? ¡Jungkook! ¡no aguanto, basta! — Reía al ver como intentaba zafarse hasta que sentí que comenzaba a volar, alejándome de él hasta quedar encima suya sin poder agarrarme a nada.

Ya estaba acostumbrado a que Taehyung me hiciera levitar por todas partes, lo hacía a menudo, incluso un día me llevó volando a ver las estrellas que no podíamos ver por la contaminación. A pesar de eso aún no terminaba de controlar mi cuerpo cuando estaba suspendido en la nada, no sabía si se debía a una fuerza sobrenatural de Taehyung cuando me hacía volar o si era un problema de mi propio control del cuerpo en esas circunstancias. Intenté acercarme a Taehyung tratando de dar brazadas como si estuviera en el agua, más o menos funcionó, aunque me bajó antes de poder descubrirlo quedando sentado otra vez en el mismo sitio del sillón, así que volví a intentar hacerle cosquillas levantando su camisa colando mis manos bajo ésta, pero ante el tacto saltó apartando mis manos.

— ¡Están frías! — Se quejó mirándome entre una pequeña risa — ¿tienes frío? Iré a por una manta, ¿me esperas?

Ni siquiera me dejó responder cuando ya se había ido levitando como solía hacer hacia mi habitación. Suspiré soltando una pequeña risa y paré la película que estaba viendo Tae, ya que yo desde el principio la dejé de prestar atención.

Cogí el móvil mientras esperaba a que volviera, pero me asusté cuando justo al tocarlo sonó una notificación de un mensaje.

"Estoy en la puerta de tu casa, hoy te noté un poco estresado en la oficina, así que pensé que una tarde de chicos te vendría bien para animarte"

Me levanté alterado nada más leer el mensaje de Jin, no pensé en nada cuando fuí a paso rápido hasta la puerta de entrada y cuando la abrí, efectivamente, Kim Seokjin estaba frente a la puerta de mi casa.

— ¡Hey Kook! — Saludó bastante animado enseñándome una bolsa que por como sonaba, traía refrescos y algo de comida. — Viste mi mensaje, ¿cierto?

— Eh... Sí, lo ví — Murmuré apartandome de la puerta dejando que entrara, no podía hacerle el feo de dejarle fuera cuando se había preocupado por mi estado.

Solo esperaba que Taehyung me hubiera escuchado abrir la puerta o nuestra corta conversación, rezaba porque no volviera a la habitación visible, o que si aparecía, que no hiciera alguna de sus cosas de fantasma frente a Jin, así no levantaría muchas sospechas.

— ¿Qué te ocurre? ¿A qué viene esa cara? ¿Acaso has visto un fantasma? No soy tan feo, un respeto por favor — Bromeó riendo, pero solo pude sonreír algo forzado por la elección de palabras de mi socio y amigo.

Pensaba responderle alguna cosa que no levantara sospechas, pero al verle con la mirada fija en las escaleras que llevaban a mi habitación me temí lo peor girándome a ver qué era lo que le había llamado tanto la atención.

Incluso yo me sorprendí de ver a un Taehyung demasiado alegre bajando las escalera sin percatarse de que ambos le estábamos viendo, y de repente saltó hasta el final de la escalera, pero antes de tocar el suelo quedó levitando justo sobre este, sin llegar a tocarlo. Para terminar, pude ver que justo detrás suyo, siguiéndole el paso de cerca, llevaba la manta que había mencionado antes de irse, volando. Noté como Taehyung me buscó en el sofá, pero al no verme buscó por la habitación con la mirada hasta encontrarse con nosotros y, supongo que por la impresión, dejó caer la manta sin ningún cuidado al mismo tiempo que terminaba con la distancia que le separaba los pies del suelo.

Ojalá hubiera una manera racional de explicar esa situación.






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Si quieres leer el capítulo paralelo en la versión de Taehyung, búsca la historia de m_c97jk con el mismo título.

Déjame verte [JJK + KTH] (Ver. Jk)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora