Después de varios meses en ese mundo nuevo ya me había acostumbrado a esa vida completamente, y a pesar de que no me arrepentía de mis acciones, echaba de menos a los amigos que dejamos atrás. En ese lugar tenía a las dos personas que más amé en vida, y sin duda la elección de apresurar nuestro reencuentro fue la mejor que pude haber hecho nunca, pero eso no quitaba que nuestros amigos debieron haberlo pasado mal al descubrir lo que hice, y era algo que me dolía cuando me lo imaginaba.
Me gustaría poder hablar con ellos una última vez, hacerles saber lo agradecido que estaba con ellos por haber compartido tanto los buenos como los malos momentos. Pensando fríamente mis acciones cuando estaba con vida, llegué a comprender lo mal que había hecho las cosas. Fui egoísta, solo pensaba en mí y en el dolor que sentía por la pérdida de Taehyung y apenas me paré a pensar en nuestros amigos, quienes también estaban sufriendo.
Desde el primer día que llegué a ese mundo habían pasado muchas cosas, todas buenas, afortunadamente. Me terminé mudando con Taehyung a una casa y de vez en cuando íbamos a visitar a mi padre. Extrañamente en ese lugar todas las cosas eran perfectas, no teníamos obligaciones o las preocupaciones de la tierra para mantenernos, por lo que tampoco nos aburriamos. Para mantener un orden, los que vivíamos allí nos comprometíamos a tomar trabajos que ayudaran a la comunidad, estos eran trabajos que en vida no habría creído que podrían existir, como recibir a las personas que llegan nuevas a ese mundo, ayudarles a comprender dónde se encuentran y por qué, o por otro lado, ir a las casas de las personas más antiguas en ese lugar, que después de una larga estancia y habiendo cumplido su tiempo de paz en ese mundo estaban dispuestos a morir definitivamente, por lo que algunos nos ofreciamos a hablar con ellos para hacer más amena su marcha.
Hacía unos días había hablado con una mujer de avanzada edad que tenía pensado descansar definitivamente, por lo que Tae y yo nos habíamos ofrecido para estar con ella en sus últimos minutos.
— ¿Estás listo? — Le pregunté al entrar en el salón abrazándolo por la espalda dejándole pequeños besos por su cuello — No sé con cuántas personas hemos hablado ya, pero nunca me acostumbro a saber que no volveremos a verlas...
— Es extraño, pero me siento feliz por ellos, cuando toman esa decisión se les nota en la expresión la paz de haber vivido esa segunda oportunidad — Comentó agarrando una de mis manos tras darme la vuelta y me agarró el rostro dándome un inocente beso — Algún día también tomaremos esa decisión, juntos, pero dentro de mucho~
—Si, en algún momento... — Asentí melancólico a sus últimas palabras y suspiré entrelazando nuestras manos para salir de nuestra casa hacia la dirección que nos había dicho.
Llamamos a su puerta y nos reunimos en el salón, donde se encontraba la señora sentada sobre un sillón tranquilamente, con un pequeño cachorro sobre su regazo, acariciándolo.
— Buenos días señora Bae, somos Jungkook y Taehyung, hablamos con usted por teléfono para ofrecernos a acompañarla... — Se presentó Tae, a lo que hice una pequeña reverencia.
— ¿Hasta en mis últimos momentos seré tan afortunada? Que chicos tan guapos
Sonreí enternecido ante su comentario riendo ante la reacción de mi novio abrazandole por los hombros cuando se apoyó en mí.
— ¿Queréis tomar un café o cualquier otra cosa? Creo que tengo algunos dulces guardados para acompañar — Propuso levantándose del asiento, haciendo que nos levantaramos nosotros también.
— No hace falta, enserio, no se preocupe, nos es suficiente con pasar el rato con usted. — Respondió Taehyung siguiéndola hasta la cocina donde comenzó a buscar algo que picar para nosotros.
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Déjame verte [JJK + KTH] (Ver. Jk)
Fiksi PenggemarJeon Jungkook es un adolescente que recibe en herencia la gran empresa "Jeon's companies" de parte de su padre. Un puesto difícil de afrontar, sin embargo, eso se puede complicar todavía más cuando el fantasma de Kim Taehyung se le aparezca en su nu...