Capítulo 2 - JJK

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Di un paso hacia atrás sobresaltado, asustado del chico que había aparecido ante mí como por arte de magia. Estaba sentado en mi cama, su piel estaba un tanto pálida, pero lucía como un adolescente normal.

– ¿Q-quien eres...? – Miré a todos lados de la habitación esperando que fuera una broma de mal gusto – mira, tú y todos los que estén detrás de esto que salgan ya de mi casa... – traté de hablar lo más serio posible señalando la puerta con toda la confianza y seriedad que podía aparentar.

— Jungkook créeme, no es ninguna broma, enserio — Noté en su mirada un atisbo de tristeza, pero me desorientó todavía más que supiera mi nombre — Morí hace cuatro años — Abrí los ojos sorprendido por su revelación, y el chico levantó su camisa dejándome ver en su torso marcas de heridas muy profundas — ¿me crees ahora?

— ¿Estás... muerto...? — Pregunté ladeando la cabeza aún confundido. Fui acercándome lentamente al chico, aún con la leve sospecha de que fuera una broma, sin embargo, las heridas que me había mostrado me hacían replantearme todo una y otra vez. Entonces un rápido pensamiento me pasó por la mente.

"Si estuviera muerto y fuera un fantasma, no debería poder tocarle"

Estando a una distancia prudente de él, estiré mi brazo demasiado concentrado en comprobar mi teoría y atravesarle, pero mi dedo índice simplemente se detuvo cuando chocó con su pecho. Escuché una risa de su parte e intenté apartar mi brazo avergonzado al comprender lo que acababa de hacer, pero me detuvo agarrando mi índice con una pequeña sonrisa.

— Tienes que aprender mucho de los fantasmas, ¿intentaste traspasarme?

Me mordí el labio inferior avergonzado asintiendo levemente sin poder quitarle la mirada de encima, pues para ser un fantasma como decía, tenía un cuerpo bastante trabajado. Me tragué una exclamación al ver levitar al chico hacia mi cama como si nada, sentándose en ella.

— Creí que solo eran cuentos... — Murmuré observando detenidamente al chico que estaba frente a mí.

— A las personas que mueren por causas como enfermedades, accidentes o asesinatos, se les da una nueva oportunidad para vivir lo que nos quedaba de vida — Le observé con atención cuando comenzó a explicarme — la mayoría de los fantasmas no se dejan ver, pero yo quería ayudarte con la casa, te ves cansado, quiero que descanses... — Asentí algo dudoso a lo que me decía, intentando comprender — Descansa, me encargaré de la casa y cuando despiertes te prepararé algo para comer.

Hice una pequeña mueca y negué varias veces sin llegar a entender la situación completamente. Aquel chico me estaba explicando todo con una seriedad que me costaba contradecirlo, pero había algo que no encajaba en todo eso, y era el por qué un fantasma, un muerto, se presentaría ante mí para... ¿Ayudar? ¿Para que descansara? Era demasiado surealista.

— No me lo creo, te puedo tocar, te veo y estoy teniendo una conversación contigo, si, has trabajado muy bien el maquillaje de las heridas pero no me creo que estés m- — Traté de desmantelar su supuesta mentira y autoconvencerme de esa situación tan irreal que estaba viviendo. Pero no me duró mucho, porque de repente mis pies dejaron de tocar el suelo y me vi volando hasta terminar tumbado sobre mi cama, y miré al único posible culpable, viéndole reirse sin dejar de mirarme.

— ¿Ahora me crees? — Preguntó divertido, y como si no hubiera ocurrido nada se levantó y sacó uno de mis pijamas del armario y me lo dejó a un lado, acción que me sorprendió que hiciera tan natural, ¿cómo sabía dónde guardaba los pijamas?

— ¿Te despierto en unas tres horas? — Asentí algo ido a su pregunta viéndole irse del cuarto atravesando la puerta en vez de abrirla como una persona normal haría.

Déjame verte [JJK + KTH] (Ver. Jk)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora