"𝒯𝒶𝓁 𝓋𝑒𝓏" •Iván Archivaldo• [TERMINADA]

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-Iván vamos a chocar.-grite, Iván iba conduciendo demasiado rápido, metiéndose entre calles clandestinas para lograr perder a los federales.

-Chanel cálmate y agárrate bien.-Dijo Iván dando una vuelta muy curvada mientras sostenía la misma velocidad.-Vamos a tomar un vuelo a los Cabos.

-Que.-pregunté sobresaltada.-como?

-iremos a una pista clandestina y nos iremos para los cabos, la familia ya saben de esto, ellos nos alcanzarán allá, lo más probable es que alguien haya puesto dedo que yo andaba en la ciudad y me ahogan seguido.-Iván se mostraba muy molesto, empezó a disminuir la velocidad y mis nervios comenzaron a bajar.

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-No sabia que podías volar avionetas.-dije mientras miraba el obscuro mar desde el aire.

-No me conoces.-Sonrió.-Y ni yo a ti, pero este viaje es buena oportunidad para conocernos.

-A que te refieres?.-

-No lo se, te puedo hacer una pregunta?.-Me miro, y yo a él.

-Dime..-

-Se te hace que soy atractivo?.-pregunto.

-Que preguntas son esas Iván.-rodee los ojos.-Solo eres un hombre común.-Menti, sinceramente si era atractivo pero aun estoy enojada por el beso con Priscilla .

-Y por que lo dices enojada?.-Rió.-Dime algo, estuviste dormida ayer en el carro o escuchaste algo?

-Estuve dormida.-Volví a mentir.

El solo negó riendo, tal parecía que podía leer mi mente y saber realmente lo que pensaba o lo que pasaba.

-Té gusta Rodrigo?.-Iván me miraba serio esperando respuesta.

-No, pero es lindo. Puede que algún día el y yo tengamos algo y sea el padre de mis hijos.-Sonreí divertida, a Iván pareció no gustarle mi respuesta.

-Si como no, en unas semanas más tú estarás de vuelta en Los Ángeles en tu vida normal y el con unas putas.-hizo una mueca, y yo solo fruncí el ceño.

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Llegamos a los Cabos en cuestión de unas horas, después de aquellas preguntas incómodas de Iván, comenzó hablar de su novia, se notaba que la quería pero se miraba confundida al hablar de eso, como si algo no anduviera bien ahí, y el solo se estuviera esforzando por su relación.

Aterrizamos en una pista clandestina y ahí había gente ya esperándonos,Iván me ayudó a bajar de la avioneta y subir a un camaro,este siempre anda en carros buenos.

Llegamos a un hotel muy cerca del mar y de la pista clandestina, la gente de Iván se quedó rodeando el hotel de seguridad y entramos sin ningún problema.
Llegamos a una habitación en donde creí que iban a ver  dos camas pero solo había una y un sillón muy pequeño.

Iván y yo nos miramos el uno al otro.-Tu duermes en el sillón.-murmure y Iván hizo un puchero, se miraba tierno.

-No por favor, el sillón se mira bien chiquito, no voy a caber.-dijo Iván.