"𝒯𝒶𝓁 𝓋𝑒𝓏" •Iván Archivaldo• [TERMINADA]

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-¿Ovidio acaso te piensas cambiar con las mujeres?.-Se escuchó a Alfredo gritar desde afuera de mi habitación, Ovidio solo soltó un bufido y camino hacia la puerta abriéndola.-

-Mira no es mi culpa que yo si puedas socializar y tu no. Aparte lo dices por lo que te hizo tu vieja.-Escupió Ovidio y Alfredo lo miro molesto.-Bueno ya me voy a ir a cambiar.-Dijo para después alejarse junto Alfredo.-

-¿Estás nerviosa?.-Pregunto Reyna sacando sus bolsas maquillaje.-

-Si,bastante. Pero muy feliz.-Respondí sin quitar mi vista de mi espejo mientras hidrataba mi cara.-oigan ¿Y el bebé?.-

-Adriana se lo llevó a su habitación para que tú pudieras arreglarte sin ningún problema.-Respondió Blanca.-

Mi boda será por la iglesia, como muchos estarán pensando que debido a eso será una fiesta grande, no lo será. Será algo sencillo y privado con familia y gente cercana a el cartel. Llevaba horas alistándome a pesar de tener un maquillaje y vestido sencillo, mis nervios no me daban para más.

Adriana me informó que Iván ya se había ido junto a Ovidio y Alfredo, debido a que el tenía que estar primero en la iglesia. Cuando por fin estuve lista tome unas pertenencias mias y de el bebé y salimos de casa para después subirnos a un cámara sin capota demasiado bonito, rumbo a Culiacán.

Estaba solo a unos metros de la entrada de la iglesia la cual estaba aislada debido a que la cerraron especialmente para nuestra boda, había mucha gente esperándonos ya afuera haciéndome sentir nerviosa. Cuando finalmente el auto se detuvo justo en la entrada todo la gente comenzó a gritar y yo solo observaba a Iván quien tenía una gran sonrisa en su rostro, Blanca y Reyna se bajaron primero junto a mi hijo y después me abrieron paso a mi. Baje cuidadosamente y suspire estando a bajo. Camine hasta Iván con una sonrisa alegre y al llegar a el extendió su mano la cual acepté inmediatamente .

-Te ves preciosa.-Susurró Iván admirándome de pies a cabeza para después comenzar a caminar por el largo pasillo de la iglesia.-

Llegamos al "altar" y todos tomaron asiento, por mi mente solo pasaba como esto cambiara nuestras vidas,tanto la mi como la mía como la de Iván. El sacerdote dio la bienvenida y comenzó hacer la Pro Sponsis. Después de terminarla prosiguió con el santo Vangelio, cuando llegó a la Homilia mis nervios se subieron a más no poder, Iván lo noto rápidamente y apretó disimuladamente mi mano tratando de tranquilizarme. El sacerdote prosiguió hasta llegar a las formas del compromiso.

-¿Estas dispuestos a amarse y honrarse mutuamente en su matrimonio durante toda su vida?.-

-Si.-respondimos Iván y yo al mismo tiempo.-

-¿Están dispuestos a recibir con amor y responsabilidad los hijos que Dios les dé y a educarlos según la Ley de Cristo y de su Iglesia?.-

-Si.-