La Foto

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°°° YENNETH °°°

A veces no sé qué es peor, estar en silencio o empezar a hablar.

- ¿Cómo te sientes, Melisa? ¿Cómo has estado? - Pregunta tratando de liberar la tensión. Ninguna de las dos hemos tocado nuestra comida.

- No muy bien, tengo muchas cosas en que pensar ahora.

- ¿Qué clase de cosas?

- Ya sabes que estamos en semana de exámenes y hay mucho trabajo, pero estos días me he sentido más estresada de lo normal. Pensé que se debía a mi ciclo menstrual, pero recordé que no he tenido mi periodo en meses y...

- ¿Crees que podrías estar embarazada? - Susurro.

Melisa empieza a hablar más bajo y se inclina hacia mí - Y es que ese es el problema, ya se me notaría porque han pasado más de tres meses.

- ¡¿Cómo?! - Abro bastante mis ojos por la sorpresa.

- No he ido al doctor porque he estado muy estresada y de verdad lo olvidé. Si no fuera por mi calendario digital ni siquiera recordaría que días me llega el periodo.

- Amiga, pero vamos a ver ¿Ni siquiera se te ocurrió la posibilidad de un embarazo desde el primer retraso? - Pregunto confundida. Ella asiente y su rostro se torna mucho más preocupado - ¿Qué sucede, hay algo que no me estás diciendo? 

- Puede que sea el estrés, he escuchado que a veces cuando uno está bajo mucha presión emocional estas cosas pasan.

- Amiga, contesta mi pregunta. Antes hemos hablado sobre tener hijos y tú no parecías estar muy motivada ¿Crees que estás embarazada o ya lo sabes?

- No lo sé. No he ido al médico aún y tampoco me he hecho una prueba. Ya sería muy tarde de todas maneras, tendría más de tres meses.

- Eso no lo sabes - Digo mirándola seriamente. Ella suspira - Deberíamos ir a la clínica. Si no quieres que Francisco se entere no te preocupes por eso - Extiendo mis manos sobre la mesa. Ella asiente y pone sus manos sobre las mías.

°°°

Después de nuestra jornada de trabajo, vamos a la clínica y yo espero en el pasillo mientras atienden a Melisa. Estos momentos me hacen recordar los días en los que hablaba con la oncóloga en el pasillo, siento unas profundas ganas de llorar, pero me contengo cuando escucho a Melisa salir y dar las gracias a su ginecólogo.

- ¿Qué te dijo? ¿Qué te sucede?

- Estoy embarazada - Dice y respira profundo. Me llevo la mano a la frente.

- ¿Qué piensas sobre esto? ¿Qué procede?

- Voy a tener un aborto - Dice suspirando - no le puedes decir nada de esto a nadie.

- No te preocupes por eso ¿Pero es posible, de cuanto es tu embarazo?

- Tengo 8 semanas, dos meses de embarazo. Eventualmente sí hubo irregularidades en mi ciclo debido a posibles cambios en mi estado emocional, pero eso no garantizaba que no pudiera quedarme embarazada, claro está.

- ¿Qué te dijo sobre el anticonceptivo?

- No sabe qué pasó, puede que ese uno por ciento de probabilidad me haya afectado además de tantos cambios emocionales - Dice pero de repente su gesto cambia drásticametne - O tal vez Francisco se dió cuenta y cambió mis pastillas. 

- Deberías hablar con él.

- No entiendes - Dice con la vista perdida. 

°°°

EL UNO PARA EL OTRODonde viven las historias. Descúbrelo ahora