CAPITULO 3

44 3 0
                                    

Y E N N E T H

- Melisa ¿Dónde dejaste las cámaras? - pregunto una vez que me quedo sola con ella, en la casa ya no están.

- ¿Qué? - Comienza a buscar - Yo no las he cogido, si no están es porque Francisco las vio.

- Dios mío, si es así tienes que salir de aquí antes de que regrese - Me agitó rápidamente. La tomo del brazo y la guio a la habitación para que empiece a empacar algunas cosas.

- No, tengo una mejor idea - Dice y toma mis manos para que deje a un lado la ropa - puedo grabarlo, si de verdad se dio cuenta, tarde o temprano va a reclamarme por ellas.

- No, no seré parte en que te golpee de nuevo.

Empacamos toda su ropa, zapatos y gran parte de las cosas de la bebé las acumulamos en la parte de atrás del auto. Melisa se va en mi auto y yo me quedo en la casa a esperar a Francisco.

- Hola, Fercho - Digo tratando de verme con aire despreocupado.

- Hola, sigues aquí.

- Es fin de semana, pensaba invitarlos a comer a mi casa pero Melisa insistía en quedarse.

- ¿Dónde está ella, duerme? - Pregunta mientras deja su maletín en una cómoda junto a la entrada.

- Ya sabes que no está aquí, no viste mi auto en la entrada y pensaste que ya me había ido - Tomo una cámara de la mesa del comedor, solo es una vieja camara de Melisa que usábamos para tomarnos fotos en la universidad pero sirve de cebo - ya sé quién realmente eres, Francisco.

- ¿De qué estás hablando? - Dice sonriente cómo si de verdad creyera que es una broma - ¿Dónde está mi mujer?

- No te hagas el estúpido - Tomo mi bolso y guardo la cámara. Él deja de sonreír para disimular y su rostro se torna frío - aquí hay una grabación que puede ayudar a Melisa a librarse de tus sucias garras de una vez por todas. Vas a pedirle el divorcio y luego vas a alejarte de su vida o voy a llevar este video a la policía.

- ¿Cómo piensas irte? - Parece querer esconder una sonrisa perversa, me mira fijamente - vives muy lejos de aquí ¿Cómo vas a irte si no tienes auto?

- Puedes irte muy a la mierda - Digo casi riendo, no puedo creer que este desgraciado trate de amenazarme. Paso por su lado porque tengo que ir a la puerta y me agarra del brazo, me aprieta fuerte casi de inmediato - ¡Suéltame!

- Dame la cámara - Exige y estira su otra mano. Me inclino hacia atrás pero no puedo evitar que me tome del cuello - ¡Dame la cámara ahora mismo! - trato de hacer que me suelte con mi mano libre en lugar de hacer lo que me pide, tiene que usar sus dos manos para controlarme en esta posición.

Me tira al suelo, se apresura a arrancarme el bolso del torso pero forcejeo con él hasta que siento un fuerte golpe entre mi nariz y mi pómulo, me golpeo la cabeza contra el suelo por el impacto e inmediatamente siento un fuerte dolor de cabeza. Tomo tiempo para respirar un poco y ver a Francisco revisar la cámara en la que hay solo dos fotos de mí y Melisa - ¡¿Qué es esto?! - Tira la cámara al suelo - ¡No tienes nada! - Dice como si fuera una victoria.

Siento como si mi cabeza palpitara, de repente suena el timbre y siento alivio - ¡¿Yenneth estás bien?! - Es la voz de Milton - ¡Abre la puerta, Francisco, sé que estás ahí! - Puedo ver el pánico en sus ojos después de escuchar esas palabras.

- ¿Creíste que tendría las grabaciones aquí y quedarme sola contigo? - Trato de no reír mientras me pongo en pie - Estás atrapado.

- No si los mato antes - Corre y me toma del cabello para luego lanzarme contra la pared. Sus movimientos son tan rápidos que a pesar de interponer mis brazos para defenderme, no logro alejarlo. Pone sus rodillas a cada lado de mis costillas y comienza a ahorcarme en el suelo mientras Milton trata de tirar la puerta, escucho fuertes golpes y su voz gritando pero ya no puedo entender lo que dice.

XXX M I L T O N XXX

Pateo la puerta con todas mis fuerzas pero ni se inmuta - ¡La llaves, no consigo las llaves! - llora Melisa vaciando su bolso en el suelo.

- ¡Maldición, Melisa ¿Tienes las llaves?! - rebusco entre las cosas en el suelo, en cuanto las encuentro abro la puerta y lo primero que veo es a Francisco ahorcando a Yenneth con sus propias manos. Voy a mi auto para buscar algo con qué golpearlo y escucho desde aquí los gritos de Melisa.

Entro corriendo con una barra de hierro y lo golpeo en un costado de su cabeza, esto hace que se separe de ella, vuelvo a golpearlo en las costillas un par de veces y vuelvo a darle otro golpe en la cabeza, esto lo deja inconsciente. Melisa está en el suelo aterrada, sosteniendo su vientre, la levanto tomándola de los brazos - ¡¿Estás bien, estás herida?! - ella niega - respira, respira... vamos, sal de aquí ¡ve al auto rápido!

- No olvides la cámara.

- ¿Qué? - acomodo a Yenneth para tomarla en brazos - ¡Hay que irnos! - Melisa busca tras las plantas y cuadros sobre la chimenea y saca una cámara.

Conduzco con prisa hacia una clínica pero trato de evitar chocar, eso sería la puta joya de la corona.

No saben qué tanto daño pudo haber sufrido su cerebro por la falta de oxigeno, parece presentar signos vitales normales, solo falta esperar a que despierte.

A Melisa le realizaron una ecografía para saber si su bebé se encuentra bien, al parecer todo está en orden y podrá irse a casa en cualquier momento. Melisa paga un cuarto privado, así que puede quedarse a descansar todo el tiempo que quiera - ¿Llamaste a su madre? - le pregunto.

- Sí, tardará un poco en llegar porque vive en Felidia - Melisa acaricia su vientre - gracias a Dios todo está bien.

- ¿Dónde está la cámara? - Pregunto y ella me señala su bolso. La cámara es del tamaño de mi puño, solo hay un video, aparece Yenneth acomodándola en su escondite, la adelanto y se ve a Francisco tirar a Yenneth en el suelo - No puedo ver esto.

- Hay que entregarle ese video a la policía ¿Hablaste con la policía, verdad?

- Todavía no - miro mi reloj, son las cinco de la tarde.

- Tienes que hablar con la policía, Francisco nos va a encontrar y nos va a matar si no...

- Sh... sh... - me acerco, pongo mi mano tras su cabeza y con la otra acaricio su mano - ya estamos a salvo, no hay manera de que Francisco sepa en qué clínica estamos.

- ¡Es obvio que va a saber que estamos aquí, es la más cerca al conjunto residencial, Milton!

- Entiendo, entiendo. Mira lo que vamos a hacer, voy a imprimir una foto suya y la vamos a dejar en la recepción - ella asiente un poco más tranquila, beso su mano y me dirijo a la puerta porque acaban de tocar.

- Vengo a traer la merienda.

- ¿Amaury? - pregunta Melisa.

- Con permiso - me hago a un lado y pasa con la bandeja de comida - buenas tardes, señora.

- Amaury, que gusto verte, solo llámame Melisa.

- No olvides mandarme la foto - Pido a Melisa antes de salir.

Los dejo solos. Después de imprimir la foto y dejarla en recepción, me dirijo al cuarto de Yenneth pero me quedo en la puerta cuando veo a su mamá adentro.

EL UNO PARA EL OTRODonde viven las historias. Descúbrelo ahora