××× MILTON ×××
- ¿La conoces? - Le pregunto a Yenneth sobre la chica de la foto. Ella me quita la carpeta y se caen los papeles que estaban en su interior. Resulta que hay más de una foto, en varias de ellas aparece Brayan besándola o abrazándola junto a una fogata.
- ¡No puede ser! – Susurra mientras se levanta del suelo con los ojos inundados de lágrimas, pero no hace gesto de llanto alguno y parece estar confundida.
Comienzo a recoger las fotos y las hojas, pero cuando levanto la mirada ella ya no está en la oficina. Me pongo en pie rápidamente, tomo su bolso y al salir de la oficina la veo caminar despacio a través del pasillo hacia la salida, pero me preocupo cuando la veo apoyarse en la pared.
- ¡Yenneth, Yenneth ¿Estás bien?!
- No puedo respirar – Pone su mano sobre su pecho - ¡No puedo respirar!
- ¡¿Qué hago, dime qué hacer?! - Pongo mi mano en su espalda y siento que está temblando.
- ¡No lo sé, no lo sé, siento que no puedo respirar, me duele, el pecho me duele!
Ya basta de esto, acomodo su bolso entre mi hombro y mi cuello y la tomo en brazos. Es una eternidad el ascensor mientras observo a Yenneth hiperventilándose, temo que se desmaye.
- ¡Ayuda por favor, llame a una ambulancia!
Me arrodillo y la pongo lentamente en el suelo sin separarla de mí, sigue temblando y respirando como si se sofocase, pero sus ojos están cerrados - ¡Yenneth, abre los ojos! - Cuando los abre decido que no puedo esperar aquí a una ambulancia, no sé qué le pasa y si es algo grave podría morir aquí.
El vigilante me ayuda a cargarla de nuevo y me acompaña hasta el parqueadero para ayudarme.
××× ××× ×××
Ya en la clínica, el doctor decide que ella está sufriendo un ataque de pánico y le hablan suavemente pidiéndole que inhale por la nariz y exhale por la boca. Después de unos minutos todo ha pasado. Me retiré del cuarto mientras la ayudaban a respirar para superar este hecho, porque por un momento pensé que ella iba a morir.
- ¿Cómo te sientes?
- Mucho mejor - Me sonríe - gracias por ayudarme.
- Cualquier persona hubiera hecho lo mismo.
- No tomes por poco lo que has hecho por mí – Dice. Asiento aceptando su mano.
Después de varios minutos en silencio, dice - No conozco a esa mujer. Seguramente es otra de sus amantes.
- Sh... Sh... Tranquila - Me acerco a ella y acaricio su cabello cuando veo que comienza a llorar en un instante.
- ¿Cómo esperas que me calme? Estoy segura que es otra de sus amantes – Suspira entre lágrimas - Tal vez tenía una doble vida.
- No sé qué hacer.
Me senté a su lado y acaricié su brazo.
No me imagino a Brayan con otra mujer que no sea Yenneth. Cuando supe que se casaron me dolió un poco en el fondo, pero supuse que serían felices, que ella lo sería. Estaba seguro que Brayan la amaba, tal vez más de lo que yo lo hice alguna vez.
Yenneth se queda dormida y unos segundos después entra la enfermera diciendo que ya es libre de irse. Estoy a punto de despertarla cuando suena su móvil, esperaba que eso la despertara, pero no funcionó así que contesto la segunda vez que timbra.
- Hola, Yenneth, perdona que te llame a esta hora, pero es urgente.
- Yenneth no puede atender ahora, Melisa.
- ¿Milton? ¿Qué pasa, por qué?
- Dijiste que es urgente, voy por ti ahora mismo, si quieres - Se cuelga la llamada, no sé si lo hice por accidente o si fue ella.
Despierto a Yenneth y vamos directamente a la casa de Melisa, me detengo en la portería para preguntar por ella, pero el vigilante no sabe nada. Estuve esperando durante casi una hora y ella nunca apareció. Yenneth quiso entrar a verla, pero la residencia es tan estricta que no dejan entrar a nadie sin una invitación previa y mucho menos en la madrugada.
- Hablaré con ella mañana, seguro se peleó con Francisco otra vez.
- ¿Ya te ha llamado antes a esta hora?
- No, pero cuando es una urgencia casi siempre es porque se ha peleado con Francisco.
- Hace años que no veo a Melisa, ni siquiera tuve la oportunidad de hablar con ella después del sepelio.
- Ella se acuerda de ti, a veces de la nada comienza a hablar de tu hermano.
- ¿De verdad? - No puedo evitar sonreír. Lo que me sorprende es que tenga a mi hermano tan presente, no corté la comunicación con ella por completo, la última vez que la vi fue hace dos años pero nunca menciondaba a mi hermano - En definitiva, era un galán, pero no quería a Melisa como para serle fiel.
Me siento estúpido ahora, ha borrado su sonrisa por mi tonto comentario - Háblame de tu sobrina ¿Puedo ir a sus quince años?
- Claro que puedes ir, le hablé de ti - Digo - Es como una hija para mí.
- Milton, tomamos rumbos separados, pero nunca pensé en que ya no eras parte de mi vida - Dice acercándose a mí - Me hubiera gustado que me llamaras después de mi boda.
- La última vez que nos vimos hace años, las cosas no terminaron muy bien, por eso pensé que no me querías cerca. Terminaste nuestra relación poco después de que viajé a Alemania y con el paso de los años evité acercarme mucho a ti, estabas con Brayan y yo todavía de amaba. Todavía te amo.
Estuvimos en silencio durante un largo rato mirandonos, pensé que pensaba en qué decirme. Luego comencé a hablarle de Aurora y Charon. Parecía saber todo de mi vida en unos minutos.
La dejo en su casa a las cuatro treinta de la mañana. Quedamos en desayunar juntos en un par de horas antes de que se vaya a trabajar.
××× ××× ×××
Después de relajarme un poco en mi apartamento, solo tomé una ducha y una taza de café para estar despierto. Entonces, yo llego a la casa de Yenneth, un poco más temprano para saber si se encuentra bien.
Paso la reja, el jardín y cuando llego al porche me doy cuenta que la puerta está abierta. Entro a prisa y lo primero que veo es a Yenneth en el suelo al pie de las escaleras, tiene la misma ropa que usaba hace un par de horas.
Trato de hacerla reaccionar y después de un par de sacudidas abre los ojos - ¿Estás bien? ¿Qué pasó?
- Me duele todo el cuerpo - Su voz es apenas perceptible. La ayudo a levantarse y a sentarse en el mueble, voy rápido por un vaso de agua y se lo doy - Creo que me caí de las escaleras, tropecé.
- No dormiste nada ¿Verdad? - Digo mirando el desorden alrededor, parece que hubieran saqueado este lugar.
- Estaba buscando las escrituras. Las encontré en una caja fuerte oculta en la pared del closet.
- Bueno, pero tienes que ir al médico, pudiste haberte lastimado muy mal.
- No, solo tendré unos moretones. Puede que la jaqueca dure esta semana y no más – Dice. Simplemente le quita importancia a su salud - ¿Has sabido algo de Melisa?
- No la he llamado.
××× ××× ×××
Desayunamos y la dejé en su trabajo. A medio día nos reunimos para almorzar y resulta que Melisa no se presentó a trabajar y Yenneth teme que la despidan porque ya se había ausentado sin aviso alguno antes. Pero en medio del almuerzo recibe una llamada y su rostro me dice que son malas noticias.

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EL UNO PARA EL OTRO
RomanceUn par que fueron amantes en su pasado adolescente se reencuentra para crear un nuevo vínculo después de pasar por tragedias familiares el mismo día. La historia de una pareja que siempre se ha amado de todas las formas posibles. ♡ Proyecto desarr...