No Existe La Esperanza

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× × ×  MILTON × × ×

Yenneth me pidió que la recogiera de la casa de Melisa, estoy en la portería esperando a que aparezca. Me gustó mucho que estuviera tan interesada en Aurora el día de ayer, mi sobrina no paraba de comentarme sobre planes que le gustaría hacer con Yenneth. Por lo general a los adolescentes no les interesa mucho pasar tiempo con adultos.

Veo a Yenneth venir con paso ligero, su rostro luce preocupado casi inexpresivo - ¿Está todo bien? - se lanza a mitad de la frase y rompe en llanto, inmediatamente la abrazo y acaricio su cabello para calmarla - ¿Qué pasa? ¿Melisa está bien?

La separo de mí por un segundo y la veo asentir pero no deja de llorar, así que la abrazo de nuevo. Después de unos cuantos minutos decide entrar al auto y saca una cámara de su bolso.

- Lo tengo todo grabado aquí - después de escuchar la cinta y un corto silencio, decide hablar - podemos denunciarlo con esto...

- Yenneth...

- Personas ajenas a la relación también pueden denunciar ¡Tenemos la grabación de ella diciendo que él la agredió!

- Necesitamos más, él fácilmente podrá  lavarse las manos diciendo que ella también es una agresora.

- ¿Qué?

- Melisa está tan asustada y acostumbrada a esa relación que se considera una agresora también, sólo por defenderse.

Yenneth suspira y se pasa las manos por el rostro y lleva su cabello hacia atrás varias veces tratando de meditar o pensar en qué hacer - ¿Entonces qué vamos a hacer? - me observa en silencio durante unos segundos, en serio espera mi respuesta - ¿Entonces hay que esperar a que mejore para que la golpee otra vez? ¡Maldición! - gruñe y golpea el tablero - quiero bajarme, necesito respirar...

- Yenneth, cálmate... - trato de tomar su brazo pero se aleja.

Se quita el cinturón de seguridad y sale del auto - ¡Déjame! - dice con voz quebradiza, a punto de llorar, cuando me ve salir tras ella.

Estoy a unos pasos lejos de ella mientras la veo caminar en circulos con las manos en la cintura luchando con su respiración.

- ¡Esto es demasiado! - levanta su rostro hacia mí y entonces puedo ver las lágrimas en sus ojos - ¿Qué puedo hacer para ayudarla? No puedo esperar a que la golpee de nuevo... Creo que la próxima... ¡La próxima vez va a matarla!

Me acerco y tomo su mano, estira su brazo para alejarse de mí pero no la suelto. Su mirada de angustia me recuerda que ya la he visto varias veces en otra parte. No hay palabras, solo me acerco a ella lentamente y la abrazo, con sus manos bajo mi abrigo también me abraza.

× × ×  × × ×  × × ×

- Entonces... Lo que podemos hacer es esperar a que Melisa se recupere un poco más, debemos apoyarla en todo momento y facilitarle las cosas para que lo deje.

Yenneth no responde, solo mira enfrente ausente.

- No hay manera de que siga con mi vida - dice cuando ya he avanzado unos cuantos metros conduciendo, por un momento pensé que había imaginado su voz porque se quedó en silencio - no hay manera de que mi vida continue como si nada de esto hubiera pasado, no puedo ignorar la existencia de Melisa - aparco a un lado de la carretera, ella me observa y puedo ver que está a punto de llorar.

- Tenemos que ser fuertes, por Melisa...

- ¿Tenemos? - espera como si pensara que decir - tú te fuiste y no volví a saber de ti hasta ese día en el hospital, lo recuerdo, sé que eras tú. Pero Milton, han pasado muchas cosas durante todos estos años, Melisa y yo siempre hemos estado justas y no puedes pedirme que sea fuerte... - suspira y toma aliento de nuevo - Porque no sabes, no sabes nada - exhala con fuerza, sus lágrimas caen una tras otra y respira profundo de nuevo.

- Comprendo lo que me dices, entiendo, pero si hacemos algo más lo más probable es que no la volvamos a ver. Puede que decida mudarse, incluso irse del país. Melisa ahora es muy vulnerable.

Yenneth quiebra en llanto. Estuve incómodo durante varios minutos mientras la escuchaba llorar. No había manera de consolarla, no podía abrazarla y sostener su mano sería peor.

Cuando deja de llorar, continúo conduciendo hasta llegar a su casa ¡Por favor! Que todo el camino en silencio fue peor que escucharla llorar.

- hace menos de un mes aún tenía esperanzas de que todo mejorara, pero me doy cuenta que aunque Brayan hubiera sobrevivido y mi bebé no hubiera muerto, todo se iría a la basura de todas maneras.

- Creo que lo único que te quedaba era tu bebé.

- Eso ya no importa... creo que aún así hubiera muerto por causas no determinadas y yo estaría casada con alguien que tiene un hijo lejos con otra mujer.

× × ×  × × ×  × × ×

EL UNO PARA EL OTRODonde viven las historias. Descúbrelo ahora