Tu y Yo C25 🌎

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Los organizadores y meseros se estaban encargando de todo el evento, no había ninguna necesidad de intercediéramos, podríamos disfrutar el baile de igual forma que los demás.

La pirotecnia aún no dejaba de sonar, podíamos escucharlo desde dentro. Observé que la güera oxigenada y la garrapata de Raquel entraban con sus respectivas parejas, al parecer Raquel ya había encontrado con quién reemplazar a Martín, no puedo negar que se veían demasiado atractivas con los vestidos que traían y toda la producción de maquillaje en su rostro.

El presentador del baile subió al escenario para anunciar la segunda llamada, tomamos asiento en la mesa que nos correspondía exclusiva para nosotros. Los meseros empezaron a llevar las vajillas a cada mesa y, al sentarnos, Hosmar colocó su mano sobre mi pierna, al parecer ya sería costumbre ese gesto que por supuesto no me incomodó.

-Por favor, los jóvenes, Graciela, Martín y Rosalin, hagan el favor de venir al escenario -mencionó el presentador del baile.

-Ni modo, ser famoso incluye algunos sacrificios -dije mientras se levantaban de los asientos Martín y Rosalin para acudir al llamado.

-Ernesto, ¿cuál es el orden del programa? -preguntó Luz.

-Primero entrarán las candidatas para el baile de graduación de los chicos de octavo semestre, después intercederá la banda Búhos Grises y posteriormente serán la cena y el baile de bienvenida.

-Me parece bien, espero que guste la comida -dijo Estrella un poco nerviosa.

-Verás que sí, tú tranquila, amor -respondio Luz, dando un pequeño beso para calmar sus nervios.

La música cambió de ritmo, los músicos tomaron sus lugares, el presentador subió nuevamente e inició el discurso de bienvenida.

-Buenas noches. Hoy damos oficialmente la bienvenida a nuestros alumnos de nuevo ingreso con este baile tradicional, también es la noche en la cual conocerán a las candidatas del baile de graduación de este año, donde tendrán la oportunidad de apoyarlas en el transcurso del período escolar. Empezaremos con la carrera de Ingeniería en mantenimiento industrial, la joven Brisia Uscanga Trejo, recibámosla con un fuerte aplauso.

Fátima no dejaba de sonreír al ver que todo estaba bien y por los buenos comentarios que se escuchaban, se levantó del asiento y caminó hacia atrás del escenario para hablar con Martín y Rosalin. No sabía aún que tramaban.

Terminó la presentación de las candidatas y prosiguió la primera intervención de la banda los Búhos Grises, donde Martín sería la voz principal con el apoyo de Graciela que era la segunda voz.

Todos estaban coreando las canciones, bailando, nosotros no dejábamos de tomar ponche y de sorprendernos por las interpretaciones de Martín, Rosalin llegó a sentarse con nosotros.

-¿Y Fátima? -pregunté.

-Dijo que iba a supervisar.

Mientras tanto, detrás del escenario se encontraba mi nueva amiga, perdida en el deseo con un hombre el cual la traía perdida de amor desde que ingresó a la universidad, aprovechando los momentos ideales para demostrar su afecto desmedido por tanto tiempo inexpresivo.

Los aplausos y gritos eran el significado de que la primera intervención había sido un éxito, llegó la oportunidad de deleitarse con el banquete preparado por el Café Gallery, donde las protagonistas ahora serían Estrella y Luz, acompañado de la música filarmónica de la universidad Martín llegó a la mesa, por supuesto no pudimos evitar felicitarlo, seguido de él llegó Fátima entusiasmada y le dio un fuerte abrazo a Martín. Tomaron asiento para acompañarnos a cenar y seguimos charlando sobre temas diversos, planes, proyectos e ilusiones, mentiría al decir que Hosmar no se encontraba en cada uno de los míos. Y fue así como la segunda intervención llegó, Martín se puso de pie de nuevo con Rosalin dirigiéndose al escenario para cantar, Fátima sorpresivamente los acompaño.

Las luces se volvieron tenues, dejándonos a todos confundidos, entonces Fátima subió al escenario. «No pensé que ella interviniera en esta segunda ocasión», pensé.

-Compañeros, es hora de iniciar el baile de bienvenida, hoy todos los sueños pueden ser posibles, así que rompemos por ello las reglas, pedimos que absolutamente todos se concentren en la pista.

Los murmureos no paraban, nadie sabía qué pasaba, vaya, ni yo. Una vez estábamos todos en la pista, los meseros empezaron a caminar entre nosotros, observé que estaban entregando a todas las parejas dos vendas de color negro.

-Estas vendas simbolizan la oportunidad de ser alguien nuevo, de poder romper con las barreras que nos atan y hallar el camino de la felicidad, en el momento en que todos se coloquen sus vendas iniciaremos con el vals -concluyó Fátima.

Sin decir nada más, bajó del escenario, los músicos empezaron a subir al escenario, al igual que Martín y Rosalin, la filarmónica escolar esperó la orden para tocar y los meseros supervisaron que todos tuvieran las vendas puestas. Después, escuché al director de orquesta tocar su batuta en el atril, unos minutos después empezaron a sonar los acordes, la banda intercedió, yo volteé y no encontré a Hosmar, se había desvanecido. Sin embargo, vi que Estrella y Luz no traían ninguna venda en los ojos, fue entonces cuando observé la señal de Luz de observar hacia enfrente, ahí estaba Hosmar, a unos cuantos metros de mí, sin alguna venda.

Un mesero se acercó a mí entregándome dos vendas y una pequeña nota que decía. «Para ti estas vendas simbolizan todo lo contrario. Si decides que rodeen nuestros ojos, seremos, solo, TÚ Y YO. Si decides que no rodeen nuestros ojos, seremos TÚ Y YO contra el mundo. En la decisión que tomes, no dudes que estaré a tu lado amándote, solo no tardes, tenemos un baile pendiente».

Cuando terminé de leerlo, ya se encontraba Hosmar frente a mí, mirándome fijamente.

-¿Qué decidiste? -preguntó.

Lo miré, dejé caer las vendas al piso y coloqué mis manos detrás de su cabeza.

-Tenemos un baile que dar -dije mientras lo miraba.

Ya no importaba nadie más, dejaría de fingir ser alguien que no era, Estrella y Luz se encontraban bailando también, no dejaban de sonreír por la decisión que había tomado, al parecer ellas sabían de este plan el cual me hizo volver a creer en los sueños, principalmente en aquellos que pensé no merecer. Rosalin y Martín no dejaban de cantar, todo era mágico en ese momento.

Vuelve a mí. (book 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora