OCHO

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Anne se estaba arrepintiendo mucho de haber aceptado ser la tutora de Billy Andrews. El tipo no ponía atención a nada, se la pasa queriendo insultarla, cada cinco segundos se ponía a jugar con su teléfono, se reía muy fuerte aún sabiendo que estaban en la biblioteca y ella ya no lo aguantaba más. Necesitaba salir lo más rápido de allí, pero el problema es que ya era muy tarde, caminar sola hasta su casa no era una opción y tampoco quería llamar a Matthew o alguno de sus amigos, Billy había prometido llevarla de regreso, así que para eso, debía esperar un poco más.

Sólo que ya no soportaba tanto, estaba a nada de quitarle el teléfono cuando Billy se levantó de un salto, guardó sus escasas cosas en el morral que cargaba y comenzó a caminar hacia la salida. Anne tuvo que correr, dejando sus cosas regadas en la mesa de la biblioteca.

—¿A dónde crees que vas?

—Tengo una fiesta, huérfana, muévete.

La pelirroja tuvo que ignorar el insulto, pero eso no significó que no le molestara.

—No vas a dejarme aquí tirada, Andrews, prometiste llevarme —recalcó.

—No puedo, vete sola.

—Eres un imbécil, ¿lo sabes? —quería seguir insultándolo pero pensó en todas las opciones que tenía, si lo hacía tal vez la dejaría allí tirada —Al menos llévame a dónde pueda tomar un bus o algo.

Con suerte tal vez tenía unos cuantos billetes que le servirían para llegar a su casa, porque caminando nunca sería una opción, o al menos una segura.

—Bien, vámonos.

—Tengo que recoger mis cosas.

—Oye perro, no tengo todo el tiempo del mundo... —no pudo terminar la oración porque ella lo empujó con tanta furia que tuvo que retroceder dos pasos —Suerte encontrando quién te lleve.

Anne se aguantó las ganas de gritar, no podía creer que Billy Andrews sea un ser tan insoportable y desgraciado como para dejar a una chica tirada en plena noche. Fue a guardar sus cosas mientras pensaba a quien podría llamar. A Matthew no podría, Jerry se había llevado el auto a su trabajo y no salía hasta más tarde, sin mencionar que el lugar quedaba lejos de dónde ella estaba. Cole no tenía auto. Diana estaba cuidando a su hermana pequeña, y Ruby era imposible, estaba castigada. Sólo le quedaba una opción, pero no quería hacerlo.

Por un lado vió los contras, era tarde, no tenía el suficiente dinero y tampoco tenía un abrigo para soportar el frío de la noche. Pero tampoco quería deberle un favor a ese tonto.

Sólo está vez, pensó.

Tomó su teléfono y comenzó a escribirle a Gilbert. Tal vez no era tan malo y podría ayudarla.

Hoy no tocaba capítulo, pero estoy tan feliz de tener una gatita que no aguanté las ganas

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Hoy no tocaba capítulo, pero estoy tan feliz de tener una gatita que no aguanté las ganas. Ysi, mi gata se llama Anne uwu.

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~Ann.

¿Anne? ¿Quién es Anne? | EDITANDO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora