DIECIOCHO

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Gilbert era lindo con Anne, y ella lo sabía.

La había recogido de su casa, le compró una malteada y ahora se la pasaba tratando de hacerla reír. Durante casi toda la hora que estaban dentro de la heladería, lo último que hicieron fue estudiar, así que Anne en un esfuerzo de concentración, lo mandó a leer los libros que había traído.

-Anne.

-¿Uhmn?

-Me aburro -dejó de mirar su libro -, deberíamos estar haciendo otra cosa.

-Se supone que estoy aquí para ayudarte a estudiar.

-Ya estudié.

-Por diez minutos.

-Es suficiente, puedes preguntarme lo que sea y te responderé.

Y eso hizo, tres preguntas que fueron contestadas correctamente, para haber dicho que eran temas que se les hacía difícil, los había aprendido muy rápido.

O, la otra opción, es que tal como dijo Cole, sólo sea una excusa sólo para que se reúnan, lo cual le parecía estúpido, y odiaba que esa idea siga rondando por su mente, porque a ella no le gustaba Gilbert, y a Gilbert no le gustaba ella.

Le molestaba casi tanto como la mesera del lugar. Era la cuarta vez que se acercaba a preguntar "si necesitaban algo", sólo para poder mirar y hablar con Gilbert, se le notaba demasiado.

-¿Seguros que no necesitan nada más?

-No, gracias -respondió esta vez ella.

-Bueno, pueden llamarme... -en el momento en que se estaba yendo, chocó con el vaso de malteada que estaba en la mesa, haciendo que cayera no sólo en los libros, sino también sobre Anne, ambos chicos se levantaron como reacción -. Lo siento, que torpe soy.

-No es na... -se detuvo cuando se dio cuenta que no le estaba hablando a ella, sino a Gilbert, como si él se hubiera llevado la peor parte.

Eso la enfureció más.

-Tengo que irme.

Él la tomó del brazo con suavidad evitando que salga corriendo.

-Te llevo -se dirigió a la mesera -. ¿Puedes traernos la cuenta? -ésta asintió y se fue en busca del papel -¿Trajiste un abrigo? -preguntó al ver su blusa de mangas largas sucia.

-No, lo olvidé.

La mesera llegó otra vez interrumpiendo lo que él tenía por decir.

-La casa paga por el pequeño inconveniente -le tendió el papel, sonrió y le guiñó el ojo antes de irse.

Anne notó que había escrito su número de teléfono en el papel, así que aún más molesta tomó sus cosas y salió.

-Anne, Anne, espérame.

-Es tarde y tengo que irme.

-Te dije que te iba a llevar.

-No es necesario -porque Anne Shirley-Cuthbert no sólo estaba molesta, también estaba empeñada en molestarse con él sin razón.

-Anne -corrió hasta pararse frente a ella, se quitó el abrigo y se lo puso por lo hombros -, al menos déjame darte eso sí no quieres que te lleve.

-Bien, ya puedes regresar a hablar con la mesera -se calló al instante, ¿de dónde había salido esa reacción?

-¿Qué? ¿Lo dices porque me dio su número? -preguntó burlón.

-No.

-Anne Shirley-Cuthbert, ¿estás celosa?

-¿Qué? No. Sólo estoy molesta porque mojó mis cosas.

-Claro -se acercó dando un paso -, no tienes de qué preocuparte, por tus libros mojadas o por otra cosa-Anne no entendió a qué se refería y él tomó ese descuido para guardar algo en el bolsillo del abrigo que ella llevaba puesto -. Entonces, ¿de verdad no quieres que te lleve?

-Ya dije que no. Nos vemos en clase.

-Bien -la pelirroja siguió su camino hasta que lo escuchó gritar -. ¡Por cierto, ¿esto sí cuenta como una cita?!

-¡No! -gritó de vuelta con una sonrisa -Sigue intentando -murmuró para que él no la escuchara.

-¡No! -gritó de vuelta con una sonrisa -Sigue intentando -murmuró para que él no la escuchara

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Holaaaaa.

Hoy capítulo más temprano porque me pusieron de esperancita :c

En fin, espero que les haya gustado, los ailofiu.

~Ann.

Aywey, casi olvido la dedicatoria :v

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Aywey, casi olvido la dedicatoria :v

Capitulo dedicado a Itsofachas porque nos puse en sus tops, gracias c:

¿Anne? ¿Quién es Anne? | EDITANDO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora