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Aclaración: La narración de esta historia será desde el pasado al presente, y será más o menos así:

Esta no es una manera de narrar a la que estoy tan acostumbrada, por lo que se agradece avisar si hay algo al respecto que no se entienda

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Esta no es una manera de narrar a la que estoy tan acostumbrada, por lo que se agradece avisar si hay algo al respecto que no se entienda. Graciassssss<3

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1.460 días antes (4 años)

Puente Navajo en el Cañón de Marble, Arizona, Estados Unidos.

—¡Hazlo! —dice con una pequeña risa burlona—. ¿Vas a hacerlo o no? No tengo todo el día para esperarte.

El idiota de mi hermano me presiona parado desde el otro lado de la estructura metálica para que lo haga, pero no estoy tan seguro si me atrevo. Saltar de un puente (también llamado bungee jumping) no es tan fácil como suena. La altura es bastante, y a pesar de que tengo los implementos de seguridad apropiados, me siento muy nervioso. No sé si de verdad quiero saltar o no.

—Vamos, petit frère, no seas un gallina.

Trago saliva y me concentro en tratar de no mirar hacia abajo. No mires hacia abajo, no mires hacia abajo, no...

Tanto mi hermano Simon como yo somos originarios de Francia. Nos vinimos a vivir a Estados Unidos con nuestra familia por el trabajo de nuestro padre, y aprovechamos también para comenzar nuestros estudios en la universidad, los cuales actualmente estamos casi por terminar. Él tiene un año más que yo, y no es lo único que nos diferencia el uno del otro. Yo tengo pelo negro, ojos azules, estatura media, tez blanca y soy más bien flacucho. Mi hermano es casi lo contrario. Es atlético, alto y musculoso, tiene siempre un buen bronceado, ojos azules y pelo rubio. Por esos detalles, él es el vivo retrato de nuestro padre y yo de nuestra madre, aunque en los rasgos de nuestros rostros si nos parecemos bastante. Ambos estudiamos la carrera de Economía y Negocios. Simon está casi por terminar y a mí me queda un año para hacerlo.

—¡Vamos, Alexandre! ¡Salta de una puta vez! —exclama mi hermano con voz dramática.

—Ya, ya, voy —digo levantando las manos con gesto inocente.

Me acerco al borde y miro hacia abajo. Se me eriza el pelo de la nuca porque, aunque no le temo a las alturas, la vista desde aquí arriba si da escalofríos. Se ve el gran río Colorado, con una corriente tranquila y agua de color verde, rodeado de un gran cañón café y rocoso. En resumen, es un paisaje impactante. Respiro profundo en un intento de darme coraje para saltar, pero siento a alguien a aparecer a mi lado. Miro de reojo con miedo a que si giro mucho la cabeza pueda perder el equilibrio, pero la imagen me llama tanto la atención que eso se me olvida por completo, y termino mirando sin disimulo alguno a la persona que está a mi lado.

La chica parece de nuestra edad, tiene el pelo castaño y unos ojazos que al momento que conectan con los míos me dejan sin aliento. Me dedica una sonrisa, y veo como también tiene todos los elementos de seguridad alrededor de su cuerpo. Supongo que saltará.

Olvidado Amor (en pausa) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora