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Pasamos unos segundos en absoluto silencio. Un silencio tan profundo, que temo que se pueda escuchar cuán fuerte late mi corazón.

La vibración del celular junto al sonido del tono de llamada me sacan de mi ensimismamiento.

—Toma, te están llamando de nuevo —digo seco, pasándole el aparato.

La observo mientras toma su teléfono y mira la pantalla de éste, pero todo en ella no hace más que confirmarme que lo que estoy pensando es cierto.

—Creo que es mejor que me vaya a casa —comento, esperando que al menos con eso salga alguna palabra de su boca a modo de explicación. Es que me merezco una maldita explicación.

—¿A casa? —pregunta con voz átona.

Nos miramos a los ojos algunos segundos, mientras otro silencio sepulcral se crea al terminar el sonido de la segunda llamada sin contestar.

Molesto por todo esto y la falta de respuestas, voy al baño a tomar un par de cosas que son mías. Estoy en eso, cuando escucho su voz acercarse.

—Alex, no. Espera, no saques conclusiones erróneas. Juro que esto no es lo que parece —habla rápido, dejando ver que está nerviosa. 

—¿Ah no? Porque odio parecer el novio celoso, cuando ni siquiera sé si somos novios realmente. Digo, no te lo he pedido, pero supuse que era obvio que somos algo serio. ¡Estamos viviendo juntos, joder! ¿Y tú todo este tiempo tuviste a otro?

Debo dejar de hablar sin parar. Terminaré diciendo cosas que no quiero decir...

—No es lo que parece —repite, desesperada.

—¿No? ¿Entonces no tienes novio? ¿No es él tu ''chérie''?

Se queda callada con los ojos bien abiertos, como si hubiera dado justo en el blanco. Bien, ahí está mi intuición comprobando finalmente que no falla.

—¿No me lo dirás? —increpo.

—No puedo... —susurra, bajando su mirada al suelo.

—Bien —respondo cortante.

Tomo mis pocas cosas y me muevo hasta el salón para buscar mi celular y la billetera que están en alguna parte. Sé que estoy reaccionando mal, quizás incluso exagerando, pero ella claramente tiene a alguien más, y yo no merezco ser juguete de nadie.

Es decir, ¿ha estado jugando conmigo todo este puto tiempo? ¿Así de idiota soy para ella?

—Te he ayudado, te he apoyado incluso cuando mi familia no estuvo de acuerdo. He estado para ti porque... porque imagino cuán difícil debe ser estar en una situación así.

—No era esa mi intención, Alex. Lo he intentado, lo prometo, pero es que es tan difícil...

Respiro profundo, intentando no perder la cordura. Estoy muy molesto. Pero sé que cualquiera en mi lugar también lo estaría.

—Siento como si no te conociera —hablo con un tono un poco más calmado—. Hay tantas cosas que tú sabes de mí, pero tan pocas que yo sé de ti... ¿Y sabes qué es lo peor? Es que me gustas más que la mierda, aún no conociéndote del todo. Es injusto, porque cuando intento que derribes esos muros que tanto te esfuerzas por poner, cada vez los construyes más y más altos —suspiro, pasándome las manos por el cuello—. Los secretos tienen un límite. Y que tengas un novio a escondidas mientras me usas para que te ayude, sobrepasa todos los límites.

Dicho todo lo que quería decir, tomo mis cosas y me acerco a la entrada. Se siente extraño, dejar atrás alguien con la que sientes tantas cosas... pero de no hacerlo, estaría engañándome a mi mismo. Sería un idiota si me quedo con alguien que solo parece querer jugar conmigo.

Olvidado Amor (en pausa) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora