-1.411

22 3 1
                                    

1.411 días atrás.

Han pasado 10 días. No le he preguntado respecto a sus padres o a los problemas que tiene, porque a estas alturas ya sé que no le gusta hablar sobre ello.

Ella ha dormido en el sótano todo este tiempo y nadie se ha enterado, ni siquiera Simon. Y eso es gran cosa, puesto que suele ser muy entrometido en todo y me cuesta tenerle secretos. Pero este secreto es importante. Puede que el más importante de mi vida. Y me gusta.

Ya tenemos una especie de rutina. Como de lunes a viernes los dos tenemos que ir a la Universidad a las 10 am, pongo el despertador media hora más temprano de lo normal. Mis padres se han ido ya a esa hora, lo que es perfecto. Mi padre se va siempre muy temprano al trabajo, dejando en el camino a mi madre en el voluntariado. Mi hermano, por su parte, duerme hasta muy tarde todos los días por haber acabado ya con sus exámenes. Por lo mismo, ni nos escucha movernos por la casa. Lo bueno de que ya no deba ir a estudiar es que me deja el auto a mi disposición.

Cuando me aseguro que mis padres ya se fueron, le golpeo suavemente la puerta del sótano y ella aparece en la cocina segundos después. Normalmente preparamos un rápido desayuno de cereales con leche que comemos a toda velocidad. O a veces, cuando el tiempo no es mucho, simplemente tomamos un yogurt o una fruta para comerla luego camino a la Universidad.

Subimos las escaleras para ir cada uno a ducharnos. Yo ocupo la ducha de mis padres y ella la del baño que solemos compartir con mi hermano. Una vez estamos vestidos y listos para irnos, nos subimos al auto y manejo a nuestro lugar de estudios.

Sin embargo, hoy estuvimos a punto de ser descubiertos. Y fue muy... vergonzoso.

—¿Alex? —mi hermano aparece por el pasillo, y lo veo caminando hacia nuestro baño—. ¿Estás ocupando el baño?

—¡Si! —grito caminando rápidamente hacia él—. Lo estoy ocupando.

—Pero si no estás adentro —dice con obviedad—. Espera, ¿hay alguien más aquí? —sube ambas cejas inquisitivamente.

—¡No! ¿Cómo se te ocurre? —mi voz sonó más nerviosa de lo que pretendía—. ¡Claro que no!

—Hermanito, si anoche follaste y ahora una chica está en...

—¡No! No digas estupideces, Simon —intento aparentar normalidad.

—Usaste condón, ¿cierto? Sabes que cuando una mujer y un hombre se quieren mucho y deciden dar un paso más en su relación... —su tono está lleno de burla. No puedo creer que decida molestarme justo ahora.

—Entraré a ducharme —le interrumpo.

—No necesariamente debe ser una mujer —continúa—. Si te gustan los hombres, pues...

—Adiós, Simon —le corto.

Entro al baño sin perder más tiempo y cierro la puerta tras de mí. Escucho la risa de Simon alejarse por el pasillo. Uf, eso estuvo cerca.

Me doy la vuelta y la veo a ella con expresión sorprendida.

—Si querías verme desnuda solo tenías que decirlo, Alex —dice con coquetería—. No necesitabas entrar al baño así.

—N-no... —articulo con dificultad. Es que el panorama que enfrentan mis ojos es... wow. Está en toalla, con su piel bronceada con pequeñas gotas de agua y el pelo suelto, el cual se ve más oscuro de lo normal al estar mojado. Sigue haciendo sus cosas con naturalidad, como si yo ni estuviera ahí.

—¿No quieres verme desnuda? —pregunta con expresión confundida.

—Si —respondo sin pensar, a lo que ella ríe divertida—. Es decir, no. O sea, si...

Olvidado Amor (en pausa) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora