¿Ganas o Pierdes? [Vol.1]

Capítulo 20

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Capítulo 20

Pov's Dan

Tres puñeras horas, ¡Tres horas! No veo el puto momento en que algún doctor salga de esa sala de emergencia a decirme algo de Maddie.

Odio estar aquí sin saber nada, sin ni siquiera saber qué demonios está pasado en esa sala, odio cada minuto que pasa, no creo poder soportarlo más. ¡Joder! Me levanto del asiento y camino hacia la puerta de emergencia y es abierta por una enfermera.

– ¿Familiares de Maddie Dosson?

– Aquí – la enfermera me ve y ve su planilla.

– ¿Es usted Dan Baker?

– Sí.

– Puede subir a visitar a la paciente en el piso 2, habitación 11. No hubo complicaciones, la cirugía se llevó a cabo a tiempo y solo hubo una pequeña fisura en el fémur por el golpe que recibió al caer en el suelo después de que el auto la atropelló.

– ¿Cirugía? ¿De que cirugía me está hablando?

– La joven tenía un embarazo ectópico llegaron a tiempo, ya estaba haciendole daño a su sistema reproductor.

¿Qué? ¿Un embarazo? Mi mente viaja al día que terminamos la apuesta en la casa paraíso, estuvimos juntos sin ninguna protección por el gran deseo que teníamos, no me detuve a pensar en la protección. – ¿Ella está bien?

– Sí jóven, está estable, tenemos que ver cómo evoluciona durante tres días y si no aumenta la anemia por la perdida de sangre que tendrá los próximos días.

– ¿Puedo subir ahora?

– Sí jóven.

– Gracias – camino hacia el ascensor y pulso el botón del piso dos. Limpio mis lágrimas aunque aún me siento culpable. Sé que de igual forma Maddie iba a perder ese bebé... Pero, era nuestro bebé, si no hubiese sido ectópico ella estuviera embarazada de mí. Eso era lo que quiera decirme, pero siempre ocurría algo que se lo impedía.

Camino por el pasillo, pero me dejó caer en las sillas justo enfrente de la puerta de su habitación. Estaba embarazada... Solo de imaginarla con un bebé, con un bebé mío. ¡Mío! No esperaba esta noticia así de estas manera. No sé qué pensar, ni siquiera sé cómo me siento en realidad. Estoy feliz de saber que ella está bien, aunque no me esperaba enterarme de su embarazo de esta forma tan triste.

Me levanto y abro la puerta, la veo con sus labios un poco pálidos, sus manos en su vientre y una vía que lleva el suero en una de ellas, sus párpados se abren y sus hermosos ojos grises se fijan en mí, un sonrisa se dibuja en su rostro y me acerco a ella. Ella extiende sus brazos con dificultad y la abrazó con temor a lastimarla.

– ¿Cómo te sientes preciosa? – me reprocho internamente por tener la voz quebrada al hablarle.

– Un poco adolorida, pero estoy bien. – besa mi mejilla y la acaricia con su pulgar. El nudo en mi garganta crece al verla bien, verla sonreír, verla mirarme como siempre lo hace. – No llores Dan. – besa mi mejilla otra vez. – Estoy bien, solo quiero que busques donde sea que esté esa perra y el idiota de Michael y por mí les des una paliza que se arrepientan de haber nacido.

– No lo dudes preciosa. Ahora tengo que arreglar cuentas con James, se supone que él tenía que saber que Anna venía por nosotros.

– Debe tener sus buenas razones, James no se equivoca así de fácil, y menos sabiendo que nuestras vidas corren peligro.