Capítulo 33

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Capítulo 33

El viento cálido me abraza mientras camino en el césped de este lugar, el cielo está despejado y hermoso, el sol da sus ligeros toques de luz de la mañana, sentir en césped en mis pies me trae paz, una agradable sensación de libertad, veo a Dan a lo lejos de este enorme campo vacío, su sonrisa hermosa adorna su rostro, está vestido casual, pantalón color marrón claro, una camisa azul marino deportiva y al igual que yo está descalzo, yo por otro tengo un ligero vestido de tirantes color violeta, ambos caminamos rápido acercandonos el uno al otro...

Observo su rostro con detención cuando envuelvo mis brazos alrededor de su cuello y él envuelve los suyos en mi cintura. - Preciosa...

- ¿Si? - digo aún idiotizada por verlo, es como si no lo hubiera detallado tan bien antes, es simplemente hermoso, es completamente entendible que muchas mujeres no eviten admirarlo.

- Preciosa... Maddie... ¡Maddie! - su voz se hace más real y mi alrededor más borroso y confuso...

- ¿Qué? ¿Qué pasa? - parpadeo un par de veces porque la luz del día me incómoda en mis ojos.

- Nos quedamos dormidos. - la sonrisa burlona de Dan es lo primero que noto. ¡La fiesta de Isabella!

- ¡¿Qué?! - me siento de golpe y noto un ligero viento frío recorrer mi cuerpo y hacer mi piel erizar. ¡Estoy desnuda! - ¡Mierda! - busco con la mirada mi ropa y Dan carcajea.

- ¿Por qué te apena si nadie más que yo puede verte en este lugar? - me entrega mi brasier, mientras muerde su labio con diversión.

- ¿Tú por qué escondes mi ropa si sabes que es lo primero que voy a buscar? - no me gusta estar desnuda, y menos en un jardín, ¿Y si este lugar tiene cámaras de seguridad? ¡Esto no me puede estar pasando! Siento mis mejillas arder.

Dan estalla en carcajadas. - Preciosa, conozco perfectamente bien cada espacio de tu cuerpo, además me encanta ver tu desnudes. - me guiña el ojo y siento mi cara arder.

Si de por si ya sentía vergüenza por tener en cuenta que este lugar puede tener cámaras de seguridad, ahora no puedo creer que estuvo observandome por quién sabe cuánto tiempo y yo, lo peor, sigo completamente desnuda mientras que él ya está vestido. ¿Por qué carajos sigo perdiendo el tiempo?

- ¿Me podrías dar mi ropa? ¿O me voy desnuda por todo el camino a casa de Eduardo? - pregunto divertida, sé que se negará totalmente.

- ¡No! - me entrega todas mis prendas de ropa y carcajeo al ver su expresión sería.

- Te amo ogrito. - beso su mejilla y comienzo a vestirme.

- Sam y tú no saben crear apodos. - vuelvo a reír al recordar que Sam llama a Dan, Sapo azul.

- A mí me parece más lindo ogro que sapo azúl. - tomo mis zapatos y me los coloco, ya estoy lista para irme, no quiero llegar en pijama a casa de Eduardo pero no tengo otra opción, ya vamos tarde.

- Tienes razón. - ambos empezamos a caminar hacia la casa, necesitamos irnos pronto a casa de Eduardo o si no Sam no dudará en matarme por irresponsable.

- Tengo que hablar con Andrés. - Dan entrelaza sus dedos con los míos.

- ¿Quién es Andrés?

- El empleado encargado del sistema de seguridad de esta casa. - el tono divertido de Dan no me gusta para nada.

- ¿Estás insinuando que... - Dan ríe y mis sospechas son asertivas, las cámaras de seguridad nos han grabado. Dan suelta mi mano y camina delante de mí mientras carcajea. - ¡Dan Eduardo Baker Smart! ¡Estás completamente loco! - digo enojada con él.

¿Ganas o Pierdes? [Vol.1] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora