🌌 d i e c i s i e t e 🌌

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Al día siguiente, en la mañana, JungKook se vistió con algunas prendas que aún quedaban en su antigua casa, desayuno y luego fue a la casa de la señora Park.

- Hola, señora Park. - hizo una reverencia - Vine por JiMin.

- Claro, ya baja.

La señora Park tenía razón, JiMin bajó de manera rápido, vestía unos jeans azules ajustados y una remera blanca de mangas largas y cuello alto, se despidió de su madre y se fue con JungKook.

Caminaron de la mano sin decir nada, de vez en cuando JungKook lo miraba de reojo, aún no entendía como era posible que aquel chico tan lindo estuviera con él, no se explicaba como se había fijado en él.

Una vez que llegaron, JiMin se fue a cambiar, como vestía siempre cuando estaban solos en aquel pequeño departamento, un short negro algo pequeño y una remera azul unas tallas más grandes, que le tapaba un poco los muslos.

JungKook preparaba algo para almorzar, mientras lo hacía no dejaba de ver el cuello de su novio, que por alguna razón, tenía unas marcas Rojas y un rasguño, quizá fue un gato y una alergia, pero quería estar seguro.

- Minnie. - lo llamo.

- ¿Si?

- Hace rato estoy viendo que tenés unas marcas en el cuello, unas rojas y las otras son de rasguños, ¿que te paso?

- Ah... - parecía no saber que responder -, no te preocupes, Kookie, solo es una alergia, y los rasguños es que anoche me dio picazón, pero no es nada, vos tranquilo.

- ¿Seguro? ¿No querés ir con un doctor?

- Te dije que estoy bien, Kookie, no tenés que preocuparte.

- Esta bien... - respondió dudoso.

Sin darle más importancia le hizo algo de comer, se despidió y fue a la cafetería, tenía trabajo que hacer.

[...]

Una vez que llegó, se puso un delantal de color café, comenzó a ir a las mesas, por alguna razón ese día habían llegado más clientes de lo normal, lo cual fue un dolor de cabezo debido al gran trabajo acumulado.

Cuando estaban por cerrar por fin tuvo tiempo de estar un rato con SeokJin, que obviamente le contaba aquellos chistes raros.

Mientras se reían en el área de la cocina, la campana de la puerta sonó, ambos salieron, había llegado alguien y ese alguien es el mejor amigo de JungKook.

- Hola, Kook. - saludo.

- Hola, Tae.

- ¿Él es tu mejor amigo, JungKook? - pregunto SeokJin.

- Así es, Tae, él es Jin con el que pasó mayor parte de mi tiempo acá, Jin, él es TaeHyung mi mejor amigo, el cual conozco desde la infancia.

- Un gusto. - habló TaeHyung de primero.

- Lo mismo digo. - correspondió.

Siguieron hablando, pero en una de las mesas, realmente tanto SeokJin como JungKook sabían que no llegarían más personas, así el resto del tiempo se la pasaron hablando, contando chistes y comentando algunas cosas sobre el futuro de los tres.

[...]

Mordió su labio mientras veía como se vestía, realmente para tener solo dieciocho años tenía un buen cuerpo.

- JiMin, deja de verme así, se que estoy guapo, pero disimula un poco. - bromeó.

- Vamos, Guki, los dos sabemos que te encanta que te vea.

- Sí, es cierto, pero si seguís así te voy a coger de nuevo.

- No me molestaría. - torció una sonrisa.

- Lo sé, pero a lo que me has dicho estos días, JungKook no tardará en venir.

- Pero aún queda tiempo. - hizo un puchero.

- Lo último que necesito es que se de cuenta de que me acuesto con vos, JiMin, entiendelo.

- ¿Por qué sería algo malo? - cuestionó.

- Nadie puede saber que Jeon JeongGuk se muere por ese increíble trasero que tenés, bebé.

JiMin solo comenzó a reír, aunque sus halagos eran algo subidos de tono o entre otras cosas, le gustaba que le dijeran eso.

- Ya me voy, bonito. - le dio un beso - ¿Mañana a la misma hora de siempre?

- Síp. - le otro beso, cuando se separaron le mordió el labio - No puedo esperar a tenerte acá mañana, JeongGuk. - susurro de manera sensual.

- Ni yo, bebé, hasta entonces.

Se puso de pie, acomodó un poco sus cabellos, pero antes irse, JiMin lo llamó nuevamente.

- JeongGuk, una cosa más, no dejes marcas, JungKook puede sospechar.

- Bebé, mi hermano es un pelotudo bastante ciego, no tenés que preocuparte, ahora si me voy, adiós.

JiMin solo agitó su mano; una vez que JeongGuk se había ido del departamento, se puso de pie, se vistió, cambió las sábanas y volvió a recostarse, tenía sueño y sabía que JungKook no preguntaría o al menos no lo molestaría, JeongGuk tenía razón, él era un ciego.

JiMin solo agitó su mano; una vez que JeongGuk se había ido del departamento, se puso de pie, se vistió, cambió las sábanas y volvió a recostarse, tenía sueño y sabía que JungKook no preguntaría o al menos no lo molestaría, JeongGuk tenía razón, é...

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Los Jeon «KookMin» •COMPLETA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora