°•||𝕃á𝕘𝕣𝕚𝕞𝕒𝕤 𝕕𝕖 𝕕𝕠𝕝𝕠𝕣||•° [PAUSADA]

º•||𝓛𝓾𝔃 𝔂 𝓸𝓫𝓼𝓬𝓾𝓻𝓲𝓭𝓪𝓭||•º

Unas horas mas tarde la joven pelinegra se puso de pie mientras pensaba en lo sucedido. La culpa y el dolor la atormentaba, no sabia que más hacer, el matar a Amai no era una opción y el tratar de inculparla haria que la sanidad de su amado redujera considerablemente.

-Queria construir un futuro para ambos. Quería sonreir para siempre estando a tu lado... Quería... Quería creer en el gran sentido de la vida.

Susurro a sí misma mientras se abrazaba a si misma,no queria perder al motivo de su existencia. De manera inevitable unas cuantas lagrimas se deslizaron por sus mejillas escondiendo su rostro en sus rodillas.

Escucho un pequeño sonido que provenía de la puerta llamando su atención, era Budo, llevaba en sus manos una bandeja con galletas, las dejo en el centro de la cama mientras iba a consolar a su amada con un calido abrazo, por su parte ella le dedico una mirada que jamás habia visto, esta reflejaba dolor, inocencia y fragilidad.

-Yan Chan- el mayor solo acarició el cabello de la joven mientras pensaba en que hacer para ayudarla hasta que le interrumpio.

-Tu... ¿Puedes arreglarme?, odio estar rota, estoy tan vacía como una muñeca- confeso Ayano mirando esperanzada de que el pelinegro negara con la cabeza-Entiendo...

-Pero recuerda, yo hare todo por ti así que buscare la solución oara que seas feliz, tan solo quiero verte feliz y amarte puramente.

Las palabras del mayor tuvieron efecto en la joven, ella se aferro al pecho del contrario mientras las lagrimas volvian a brotar.

-Budo... ¿Que haras si mi obscuridad te consume por completo?

-Eso jamás pasara, permanecere en la luz siendo fiel a lo que me han inculcado durante años, yo te ayudare para que te sumerjas en la luz.

Aquel lo dijo de manera mas confiada, lo que el no sabia es que quizas el solo seria arrastrado a la oscuridad que tanto odiaba.
Tomó una galleta entre sus manos para después ponerla en los labios de la menor esperando que la aceptara, cosa que hizo provando un bocado. El mayor se puso de pie sin dejar de mirar a su amada.

-Ahora que lo pienso, tu si puedes sentir dolor por un golpe... Asi que... Probare algo, Yan Chan.

Al ver que la pelinegra habia ingerido el trozo de galleta se abalanzo sobre ella para hacerle cosquillas, al instante la menor comenzo a mover su cuerpo dejando salir de sus labios unas cuantas carcajadas. Eso hizo que el mayor no se detuviera y continuará acariciando a su pequeña.

-Jajaja... ¡P-Para!... Jaja.

La delicada risa de la joven lo tenia cautivado, era perfecta. ¿Como es que Taro la dejo ir? penso sin detenerse. Al sumergirse tanto en sus pensamientos la pelinegra tomó ventaja colocandolo debajo de ella para hacerle cosquillas, ella no era de tomar la iniciativa, pero era algo que la hacia sentir alegre, no desperdiciarla esa sensación.

Ayano estaba conciente de lo que sucederá en un futuro, quizás lograría amar a Budo ya que estuvo a punto de ser su gran amor de niños.
Pero... Si Budo queria conseguir su amor rompería cada parte de su mente hasta que se encontrarán en la misma situación, que lleguen a amarse locamente, aun asi no estaba segura, quizás terminaría con alguno de sus pretendientes qie comenzaria a usar para tratar de "forzar" ese sentimiento tan valioso hacia ellos, tal vez llegaria a amar a uno.

-Budo Kun... Destruire tu mente... ¡Con muchas cosquillas!

Dijo orgullosa de advertirle lo que le sucederia en un futuro si seguía tratando de obtener su amor.
Haria lo que fuera necesario para llenar aquel hueco que Taro habia dejado en ella, ya que en su mente no se veia mal la idea de usar a otros por su felicidad.

☆★☆★☆★☆★☆★☆★☆★☆★